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‘Basuraleza’

Decenas de miles de personas ayudan a retirar residuos de entornos naturales, pero hace falta un mayor esfuerzo de empresas y administraciones

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Abril 2025 / 134
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Ilustración
Lola Fernández

Los seres humanos olvidamos con demasiada facilidad que los servicios y productos que consumimos tienen su origen, salvo excepciones, en los recursos naturales. El planeta nos  proporciona unos servicios ecosistémicos abundantes, pero no son infinitos. Desde hace años, la organización Global Footprint Network nos alerta de ello y las cifras son más que preocupantes: el 1 de agosto de 2024 habíamos consumido todos los recursos que el planeta es capaz de regenerar. Dicho de otro modo, los seres humanos necesitaríamos 1,75 planetas tierra para sostener nuestro nivel de consumo. Este consumismo está produciendo un agotamiento de recursos que sufrirán principalmente las generaciones futuras, pero que también genera una ingente cantidad de residuos imposibles de gestionar.

Centrándonos en el material que compone la mayor parte de la basuraleza, de los 9.200 millones de toneladas de plásticos generados, 5.300 millones están abandonados en vertederos o en la naturaleza, 1.000 millones han sido incineradas y solo 700 millones han sido reciclados. Los 2.900 millones restantes están aún en uso y no tardarán en engordar estas cifras.

No es esta una realidad aislada que afecte solo al plástico, ni tiene visos de estarse revirtiendo. El Banco Mundial estima que para 2050 la generación global de desechos aumentará el 70% desde niveles de 2018, hasta llegar a 3.400 millones de toneladas anuales para entonces, con el impacto ambiental que implica. Y tanto el cambio climático como la contaminación o la destrucción de ecosistemas se explica en mayor o menor medida por un modelo de producción y consumo que no respeta los límites planetarios.

Proyecto LIBERA

SEO/BirdLife no puede mirar a otro lado ante esta realidad y desde hace ocho años puso en marcha junto a Ecoembes el proyecto LIBERA. Somos conscientes de que un cambio tan ambicioso no puede producirse sin la colaboración de todos los agentes sociales. Desde su lanzamiento en 2017, LIBERA ha logrado movilizar a decenas de miles de voluntarios en más de 10.000 puntos de recogida caracterizando 1,5 millones de residuos y retirando 800 toneladas de basuraleza. Además, ha puesto en marcha proyectos científicos para entender el impacto de los residuos en los ecosistemas.

Sin embargo, la acción individual no es suficiente. Desde SEO/BirdLife exigimos que nuestras administraciones estén a la altura e implementen políticas más ambiciosas. Bien es cierto que España ha regulado la cuestión de los residuos con una intensidad no vista en décadas, dando un paso importante con ejemplos como la nueva Ley de Residuos y Suelos Contaminados y el Real decreto de Envases. Avances como la prohibición de ciertos plásticos de un solo uso y la creación de nuevos impuestos, demandas históricas desde los colectivos ecologistas, han sido recogidas. Aunque necesarias, no son suficientes.

Las empresas también tienen un papel crucial en esta transición hacia un modelo más sostenible. Algunas compañías han demostrado que es posible combinar rentabilidad y responsabilidad ambiental. Los ciudadanos cada vez incluyen de manera prioritaria criterios ambientales a la hora de consumir. Las empresas deben traducir esta demanda en una oferta capaz de generar valor para el conjunto de la sociedad de forma más sostenible.

Desde SEO/BirdLife tenemos claro que el papel de la educación ambiental es fundamental en este como en el resto de los problemas ambientales. Porque no nos engañemos, en la soledad del monte, del océano o dentro del cuarto de baño de cada uno de nosotros no habrá normativa ni sanción que impida que esa toallita, lata o colilla acabe contaminando nuestros espacios naturales. Es sin duda la sensibilidad ambiental y el conocimiento la herramienta más eficaz y duradera para garantizar una transición a un modelo de producción y consumo sostenible y próspero. El cambio es inevitable. Como todos los cambios importantes, se producen de dentro a fuera. De abajo a arriba.