De fábrica de sueños a almacén de pesadillas

El cine permitía que la miseria diaria se olvidara en brazos de las estrellas del momento y ayudaba a la liberación de la mujer, pero difundía la noción de mujer-objeto. 

El cine nació de la mano de la ciencia. Gracias a él pensaban poder descomponer el movimiento, saber por fin si cuando un caballo galopa, una de las patas sigue tocando al suelo, o podrían también analizar el aleteo de una paloma y seguir el despliegue de los músculos humanos. Los hermanos Lumière pensaban haber inventado algo sin futuro pero con un presente obvio: servir para hacer viajar a quienes no podían pagarse ni un billete de tranvía. El cine enseguida nos hizo conocer mundo, y otros mundos, pues a Méliès le faltó tiempo para enviarnos del Moulin Rouge y la Sorbonne hasta la Luna.

Hollywood fue bautizada como “fábrica de sueños” y el cine, durante los años veinte, treinta, cuarenta y bien entrados los cincuenta del siglo XX fue  la gran diversión popular en todo el mundo. Cada país tenía sus mitos, sus rostros populares y sus referencias culturales, pero algunos colonizaban las plateas de medio mundo mientras que otros permanecían dentro de las fronteras nacionales. La miseria diaria podía ser olvidada entre los brazos de Rodolfo Valentino o Hedy Lamarr, la falta de futuro no aparecía como tal si uno se proyectaba entre los decorados  de una comedia sofisticada  o el espectador se embarcaba vicariamente en las mismas aventuras que Errol Flynn. Los indios perdían siempre, pero para los blancos existía una nueva frontera, una posibilidad de poder empezar de nuevo.
 

Charles Chaplin en Tiempos modernos.

Pero esa función de entertainment, aun siendo la principal, no ha sido la única ni siempre ha estado reñida con otras. El cine ayudaba a la liberación de la mujer al tiempo que contribuía a difundir la noción de mujer-objeto, se ofrecía como vehículo de conocimiento a la vez que como chicle para los ojos, se hacía eco de las injusticias sociales sin dejar de glosar el tener como principal objetivo vital el casarse con un millonario. La denuncia del fordismo, de la conversión del hombre en máquina que Charles Chaplin hace en Modern Times (1936)  coexiste con los trajes de noche de Jean Harlow o Greta Garbo; las huelgas, con las burbujas de champán. 

El cine soviético, las películas de Serguéi M. Eisenstein, Dziga Vertov y Alexandre Dovjenko propusieron un héroe colectivo, el proletariado, y se inventaron un estilo narrativo —el llamado “montaje de atracciones”, el “cine-ojo” y las simpatías constructivistas— que se adecuaba a esa necesidad de dar protagonismo a la masa y prioridad a los intereses de la mayoría. Quiere ser un cine “de ideas” frente al cine “de sentimientos” que defienden los bien diferenciados individuos de cada drama o comedia estadounidense. En Europa, al mismo tiempo, los determinismos de todo tipo —sociales, religiosos, raciales, etc.— hacen difíciles los amores y gloriosas las tragedias. 
 

Banquero de proximidad

It’s a Wonderful Life.

En las grandes cintas populares de Frank Capra, en sus comedias de espíritu roosveltiano, aparece a menudo James Stewart como pequeño banquero. ¿Qué significa “pequeño banquero”? Sencillamente, es una banquero “de proximidad”, que conoce los negocios, las necesidades y virtudes de quienes le piden dinero, que presta a un interés moderado, nunca desahucia y acepta que los pagos se retrasen. John Barrymore acostumbra a encarnar otro tipo de banquero, el financiero, que no quiere que los otros hagan “cosas” —modernizar la tienda, pintar el restaurante, comprarse un tractor, etc.— sino quedarse con todo. En It’s a Wonderful Life (1946) Capra le da una dimensión dramática que necesita de la ayuda del cielo para acabar bien a lo que en You can’t take it with you (1938) aún aparecía como una fábula amable. Es interesante que Capra, en la primera de las dos citadas, muestre a Stewart lo que sería su pueblo si él —su personaje— no hubiera existido. ¡Nunca se ha hecho un mejor elogio del individualismo! En 1985, en Back to the Future, Robert Zemeckis recupera la artimaña. 

El crash del 29 no supone la primera irrupción en la pantalla de la realidad económica y laboral más desastrosa. Queda dicho que los soviéticos fueron pioneros en la materia aunque las cámaras de medio mundo, con curiosidad morbosa, piedad cristiana, ánimo de denuncia o mera voluntad de negocio, ya habían filmado antes a obreros sin trabajo, agricultores arruinados, víctimas de hambrunas y también diversos tipos de marginado social, con especial predilección por las prostitutas. Pero es la Administración de Roosevelt la que da dignidad a los perdedores. Las víctimas, los perdedores de la crisis, son los elegidos por la ficción roosveltiana. Si en los EE UU de hoy los arruinados son asimilados a los tontos, obesos, negros, gandules y estúpidos —apenas exagero—, en las cintas de la Warner Bross el fracaso iba ligado a la suerte o a no haber nacido con la cuchara de plata en la boca.
 

Los causantes de la crisis

En Margin call e Inside job, ambas de 2011, vemos y oímos a quienes han causado la crisis, a financieros y hackers, y tenemos la sensación de que el resto del mundo no existe. Los millones se volatilizan, pero eso se debe más a errores informáticos que al hecho de jugar con una riqueza inexistente. Son muy buenas películas, pero la primera casi se apiada de sus rapaces, banqueros frios y desalmados que, sin embargo, lloran cuando se les muere el perro. Que el mundo estaba cambiando hubiéramos debido intuirlo en 1985, cuando un broker interpretado por Mickey Rourke conseguia transformar en una mujer sumisa a Kim Basinger en Nine ½ Weeks. El dinero fácil tenía sexo y glamour.

El cine de hoy, el cine de ficción o los mejores documentales, los rodados con más medios, prefiere los estafadores a los estafados. Son más guapos o, cuando menos, van mejor vestidos. De la misma manera que hoy apenas es posible hacer carrera como cantante o músico solo con tu voz o con tu talento para la digitación y hace falta un buen corte de pelo, una falda abierta sobre un muslo firme o un torso de campeón olímpico para que tus canciones tengan éxito, en el cine son pocos los tipos con aspecto de obrero “de verdad” que son contratados o, simplemente, filmados por los cineastas. 

Durante la breve primavera-verano del Front Populaire francés, bajo el tormentoso cielo republicano español, a finales de los cincuenta en la Gran Bretaña harta del conservadurismo bipartidista, durante unos pocos años en Suecia, en los márgenes de la industria en Japón o en EE UU, en los albores de la URSS, en diversos momentos los objetivos de las cámaras se han fijado en esos personajes de quienes se dijo que encarnaban “el sentido de la historia”, pero ahora se les niega la condición de sujetos activos. Al final, tal como sucedía en el film de Luis García Berlanga Los jueves milagro, cuando había que recurrir a la población autóctona para llenar las calles, era otra realidad la que subía a la pantalla y los actores profesionales, más o menos viejos, más o menos maquillados y customizados, eran reemplazados por gente mal alimentada, de gesto brusco y poco elegante, de todas las edades, de dentaduras mal alineadas, trajes o ropas de corte precario y cabezas recién rapadas. Ellos, en su brusca irrupción, no nos decían que “otro mundo es posible” sino que ese “otro mundo ya existe” aunque, eso, para algunos, signifique una pesadilla.
 

Margin call.

 

BREVE SELECCION

Modern Times (Tiempos Modernos)

Director: Charles Chaplin 1936

Reparto: Charles Chaplin, Paulette Goddard, Henry Bergman, Chester Conklin, Stanley Stanford, Hank Mann, Louis Natheaux, Allan Garcia
 

It’s a wonderful life (Qué bello es vivir)

Director: Frank Capra 1946

Reparto: James Stewart, Donna Reed, Lionel Barrymore, Thomas Mitchell, Henry Travers,Beulah Bondi, Frank Faylen, Ward Bond, Gloria Grahame, H.B. Warner, Frank Albertson, Todd Karns, Samuel S. Hinds, Mary Treen, Virginia Patton, Charles Williams, Argentina Brunetti
 

You can’t take it with you (Vive como quieras)

Director: Frank Capra 1938

Reparto: James Stewart Jean Arthur, Lionel Barrymore, Edward Arnold, Mischa Auer, Ann Miller, Spring Byington
 

Back to de future (Regreso al futuro)

Director: Robert Zemeckis 1985

Reparto: Michael J. Fox, Christopher Lloyd, Lea Thompson, Crispin Glover, Claudia Wells,Thomas F. Wilson, Billy Zane, Sachi Parker

 

Margin Call

Director: J.C Chandor 2011

Reparto: Kevin Spacey, Paul Bettany, Jeremy Irons, Zachary Quinto, Penn Badgley, Simon Baker, Mary McDonnell, Demi Moore, Stanley Tucci
 

Inside Job

Director: Charles Ferguson 2010 

Reparto: Documentary, Barney Frank, Charles Morris, Daniel Alpert, Dominique Strauss Kahn, Glenn Hubbard, Eliot Spitzer, George Soros, Christine LaGarde, Jeffrey Lane,Kenneth Rogoff, Lawrence McDonald, Martin Feldstein, Harvey Miller, Michael Greenberger
 

Nine ½ weeks (9 semanas y media)

Director: Adrian Lyne 1986

Reparto: Kim Basinger, Mickey Rourke, Margaret Whitton, Christine Baranski, Karen Young,Dan Lauria
 

Los jueves milagro

Director: Luis García Berlanga 1957

Reparto: José Isbert, Richard Basehart, Paolo Stoppa, Alberto Romea, Juan Calvo, José Luis López Vázquez, Félix Fernández, Manuel Alexandre, Mariano Ozores, Félix Briones

Colabora: Octavi MartíMaruja TorresElisabet CabezaEdu Galán

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