El mito del exilio fiscal
El caso de Suecia muestra que gravar las grandes fortunas no incita a los ricos a marcharse a otro país
El credo de los detractores del impuesto a la riqueza o al patrimonio es conocido: “No hay que poner una tasa a los más ricos porque en tal caso se irán”. ¿Pero esta asunción, que puede parecer de sentido común, está respaldada por la realidad?
Por primera vez, un estudio, realizado por cinco economistas* intenta aportar una respuesta empírica a esta cuestión a partir de la experiencia de Suecia, país que en 1911 instauró un impuesto a la riqueza, suprimido casi un siglo después, en 2007.
Los cinco especialistas han puesto el foco en averiguar si el cambio fiscal ha tenido un impacto significativo en las migraciones internacionales de los suecos más adinerados.
Efectos limitados
Dicho de otra forma: una vez que en 2007 vieron reducidos sus impuestos, ¿el 2% más rico de los suecos modificó el comportamiento migratorio y se fue menos del país que durante el periodo 1999-2006, con el impuesto en vigor?
La respuesta es claramente negativa: la abolición del impuesto a la riqueza tuvo “efectos notablemente limitados” sobre los flujos migratorios de las personas sujetas a este impuesto. Ciertamente, la probabilidad de...