Por qué es tan difícil el pacto en Francia
Desde la Revolución francesa, las cuestiones sociales se dirimen más desde la ley y las barricadas que a través del compromiso y el pacto
La desastrosa reforma de las pensiones recupera algunas de las preguntas recurrentes que se plantea la sociedad francesa. ¿Por qué casi nunca se llega a negociar desde el compromiso social? ¿Por qué estas huelgas, esta sucesión de manifestaciones que los países vecinos apenas conocen, al menos con estas magnitudes? ¿Y qué podría hacerse para remediarlo?
Es una larga historia que se remonta a la Revolución francesa, que empezó en 1789. Contrariamente a lo que muchos creen, fue, ante todo, un gran momento de liberalismo en el terreno económico y social. Una de las primeras tareas que se encomendaron los revolucionarios fue abolir las corporaciones, que frenaban el dinamismo económico del país.
Sin embargo, junto con las corporaciones prohibieron también todas las formas del sindicalismo naciente y de negociación contractual con el decreto Allarde y la ley Le Chapelier, adoptados en 1791.
Ante la Convención, Isaac Le Chapelier fijó claramente el terreno: "No está permitido a nadie trasladar a los ciudadanos un interés de intermediario que les separe de la cosa pública por un espíritu corporativo. Entre el...