Los trabajadores dan la espalda a Vox
Las clases populares mantienen en España su apoyo a las izquierdas, a diferencia de la tendencia en Francia y otros países occidentales
El fracaso de Vox en las elecciones del 23-J no se debe solo a su retroceso electoral —perdió 600.000 votos— o a la imposibilidad de llevar a Alberto Núñez-Feijóo a la Moncloa y precipitar con ello el fin de lo que llama el “sanchismo”. Es peor: uno de los grandes objetivos estratégicos de la formación ultra se ha revelado por ahora una auténtica quimera, puesto que Vox no ha conseguido penetrar de forma significativa en el electorado de las clases populares, a diferencia de varios partidos ultraderechistas europeos.
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