Turismo: así, no
Las promesas fallidas de la boyante actividad turística expanden las protestas y el malestar social, que cristaliza en la crisis de la vivienda
Este verano hará más calor de lo normal, y no solo en los avisos de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET). Durante la temporada alta estival, en la calle y en la playa, se vive un verano caliente de protestas contra un modelo turístico que, pese a dejar mucho dinero, cambia el aspecto de las ciudades, de la costa, también de las zonas rurales y de la montaña, sin redundar necesariamente en la comunidad, o incluso con efecto bumerán. Ya no hablamos de un puñado de ecologistas clamando contra un proyecto urbanístico, de las...