Un programa solvente cocinado a fuego lento
La generación de economistas fraguada durante la Gran Recesión reta los corsés de la ortodoxia con aportaciones originales para políticas alternativas
Ante una visita a Madrid del economista francés Thomas Piketty, a principios de 2022, los asesores de la Moncloa evaluaron la conveniencia de un gran acto junto al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, como habían protagonizado ya en 2015, poco después de llegar a la secretaría general del PSOE. No en balde, desde la publicación de El capital en el siglo XXI (Fondo de Cultura Económica, 2014) Piketty se había convertido en una especie de icono global de la economía de izquierdas, dispuesta a presentar un auténtico contraprograma a la ortodoxia neoliberal y a su apuesta por la austeridad perpetua.
Pero Sánchez ya no era un líder opositor, sino el presidente del Gobierno, y la Moncloa consideró que las propuestas de Piketty eran demasiado radicales, por lo que dejó el escenario a la vicepresidenta, Yolanda Díaz. “Nosotros somos más de Mazzucato”, se excusaron en la Moncloa.
En un mundo tan dado a los bandos, la izquierda con vocación de gobierno parece dividirse, a menudo, entre los partidarios de las propuestas económicas de Piketty, de 53 años y director de la Escuela de Estudios Superiores en Ciencias...