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Consultoras en beneficio propio

Mazzucatto señala los efectos nocivos de que despachos privados orienten la política de los gobiernos en nombre de la eficiencia

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Marzo 2024 / 122
El gran engaño
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Desde que en 2013 publicó El Estado emprendedor, la catedrática de Economía del University College de Londres Mariana Mazzucato ha logrado sacudir el debate oficial sobre la forma de ver y analizar la economía, la creación real de valor —más allá de la propaganda y de los intereses particulares— y el papel del Gobierno en el engranaje.

La izquierda misma parecía haber aceptado desde la década de 1990  el marco de análisis ortodoxo, que desvaloriza el papel de los poderes públicos, como si llevaran la ineficiencia en su ADN, y que lo fía todo a los actores privados, como si estuvieran genuinamente interesados en el bien común y no se movieran por el afán de beneficios.

Hasta que llegó Mazzucato y mandó parar: la economista italoestadounidense ha impugnado con solvencia este relato con investigaciones muy rigurosas que hacen trizas muchos de los mitos hegemónicos y que reivindican el papel económico de los poderes públicos dotándoles de un perfil que nada tiene que ver con el cliché del dinosaurio enquilosado, sino el de un actor central para propulsar la economía, la innovación y la eficiencia.

A esta trayectoria de erosión del paradigma dominante y de construcción de una alternativa seria para el sector público le faltaba todavía poner el foco en el papel de las grandes consultoras, cada vez más poderosas, y es justamente a lo que dedica su nuevo libro, escrito en colaboración con una discípula del Instituto de Innovación y Propósito Público, Rosie Collington.

El libro analiza el papel de gigantes como McKinsey, Boston Consulting Group, las llamadas Big Four (Deloitte, PwC, Ernst & Young y KPMG) y otros nombres de prestigio en los círculos oficiales y concluye con mucha contundencia que, en realidad, se trata de un "gran engaño" con funestas consecuencias apuntadas desde el mismo subtítulo: "Cómo la industria de la consultoría debilita las empresas, infantiliza los gobiernos y pervierte la economía".

Los políticos, responsables

La investigación analiza a fondo muchos ejemplos en todo el mundo —sobre todo, del anglosajón—- que muestran cómo la entrada de estas consultoras en el epicentro de la gestión pública ha supuesto muchos más desastres que beneficios tanto para el ciudadano como para la economía. Con una sola excepción: las cuentas de directivos y accionistas de estas corporaciones han ingresado dinerales. Con todo, la crítica más rotunda que se desprende del libro sería tanto a estas corporaciones, sino más bien a los políticos y cargos institucionales que les dejan entrar hasta la cocina, desentendiéndose de sus obligaciones sin rendición de cuentas.

Recoser los enormes agujeros de las economías modernas, que tanto malestar generan en capas cada vez más amplias de la población, requiere recuperar la acción política eficiente, con propósito y orientada al interés general y salvarla de las garras de estas consultoras y de sus intereses particulares.