Puede que a Javier Milei le salgan bien las cosas. O quizá no. Es posible que Milei nunca llegue a gobernar, porque antes de asumir la presidencia el expresidente Mauricio Macri ya le ha rodeado de su gente y Macri parece realmente el jefe. Tal vez resulte que Milei sí se hace con el mando. No me pidan que sea adivino: hablamos de Argentina, el país donde ocurren las cosas imposibles.
Supongamos que Milei impone sus planes, o algunos de sus planes, porque unos se contradicen con otros.
¿Cuál es el truco?
Veamos. ¿Dolarización? De una forma o de otra, con paridad o con abolición del peso, es factible. Ocurre que para conseguir la dolarización hace falta una hiperinflación como la que heredó Carlos Menem de Raúl Alfonsín. Con Alfonsín, los precios llegaron a subir más del 20.000% en un año. O sea, el 55% cada día, más o menos. Es un auténtico destrozo.
¿Cómo se dolariza? Logrando un equilibrio entre las reservas públicas en dólares y la cantidad de pesos circulantes. El truco consiste en conseguir que el peso (gracias a la hiperinflación) no valga prácticamente nada. En tal caso, basta un puñadito de...