Comparte
Pertenece a la revista
Abril 2024 / 123
No hay nada peor que las guerras. Pero sí hay algo más despreciable: las causas de las guerras. Si los conflictos armados constituyen un abismo moral, las razones que llevan a ellos se gestan en un abismo intelectual. Y eso se demuestra una y otra vez.
Limitémonos a lo que va de siglo, aunque el mejor exponente de la combinación letal de estupidez y violencia sea la Gran Guerra de 1914. Recordemos la invasión de Irak en 2003. EE UU y sus aliados (entre ellos la España gobernada por Aznar) proclamaron que Irak disponía de armas de...