Accede sin límites desde 55 €/año

Suscríbete  o  Inicia sesión

Tenía que pasar

El avance de la extrema derecha neerlandesa es resultado de la fragmentación de una izquierda cada vez más alejada de las mayorías sociales y centrada en los intereses de grupos minoritarios de la población

Comparte
Image
Geert Wilders

Fotografía
Wikimedia Commons / Peter van der Sluijs

La reciente victoria de la extrema derecha en las elecciones generales de Países Bajos sólo ha podido sorprender a quienes hayan sido ajenos a lo que ha venido pasando en ese país en los últimos trece años. Desde entonces viene gobernando la derecha liberal, liderada por Mark Rutte, que no ha parado de llevar a cabo bajadas de impuestos para los más ricos, privatizaciones y recortes en el gasto y las ayudas sociales.

Países Bajos, por ejemplo, tiene uno de los sistemas fiscales más regresivos de Europa: el porcentaje de ingresos dedicado a pagar impuestos en la mayoría de los grupos de renta es de alrededor del 40%, pero sólo el 20% en el 1% más rico de la población.

Los sucesivos gobiernos liberales han hecho una política de vivienda proclive al mercado que ha incrementado la dificultad de acceso a las clases medias, sin mejorar las de ingreso más bajo, y que ha provocado un gran aumento de los precios.

Mark Rutte dijo al principio de su mandato que había que acabar con la idea que, según él, tenían sus compatriotas del Estado: “una maquinita de la felicidad”. Para lograrlo, ha recortado la inversión y...

Conoce las opciones de suscripción

Si quieres recibir artículos gratuitos, déjanos tu correo