Viaje económico incierto
No se ve el destino de llegada; ni siquiera el camino.
No se ve el destino de llegada; ni siquiera el camino.
El brutal empeoramiento de las condiciones económicas coincide con el fin de la carencia de los préstamos anticovid.
Esta semana casi todos los comentaristas celebran la vuelta a Keynes y el fin del neoliberalismo en las respuestas económicas a la crisis. Los que tenemos memoria nos suena algo parecido a lo que oímos allá por 2008, cuando “había que refundar el capitalismo”. Esta semana los comentarios venían a raíz de medidas orientadas a proteger a la gente de a pie y salvar el tejido empresarial.
La crisis económica ha puesto al descubierto la profundidad de los trastornos causados por un capitalismo sin control dominado por las finanzas. La recuperación, en términos de crecimiento económico, iniciada en España en 2014, no ha logrado corregir los daños causados en la salud de los ciudadanos más vulnerables.
Los españoles vuelven a endeudarse para comprar coches, electrodomésticos y otros bienes con una avidez desconocida desde los años previos a la crisis.
Los bancos piden a sus clientes un interés por los créditos al consumo más elevados que los que se cobran en otros países europeos. Sólo Grecia se sitúa por encima, según la comparación del Servicio de Estudios de Bankia de diciembre, que recoge los datos de octubre del Banco de España.
Los créditos no cobrados siguen bajando lentamente, hasta situarse en el 8,9% del total (hasta marzo), 1,2 puntos porcentuales menos que un año antes. Pero el FMI alerta de que los créditos dudosos se mantienen especialmente elevados entre los préstamos a las pymes, y más en las del ladrillo. Los activos adjudicados no bajan, visto el ritmo de ventas y ejecuciones.
Cuanto más se financian los bancos, mayor colchón en caso de crisis. Pedir a la banca que guarde más capital fortalece la estabilidad financiera. Un estudio del Banco de Pagos Internacionales (BPI) muestra que, cuanto más capital tienen los bancos, más créditos dan.
La economía europea es mucho más vulnerable que la de Estados Unidos y Japón por depender de una banca con un tamaño exagerado.
La crisis económica en España se desató por la súbita retirada del capital extranjero que provocó el corte automático del crédito y, en consecuencia, el cierre de numerosas empresas. A partir de la quiebra de Lehman Brothers en septiembre de (...)
La reducción de la concesión de créditos por parte de los bancos ha sido continua desde el estallido de la crisis en 2008.
España registró una de las mayores reducciones del crédito dentro del grupo de países más castigados por la crisis económica.
ECONOMÍA DEL BIEN COMÚN: Felber propone un nuevo orden monetario global donde el dinero sea sólo un medio.
La concesión de préstamos de la banca española a las empresas se ha reducido el 26% desde 2011.
Los avales son el último obstáculo para obtener un crédito, y no precisamente el menor. La economía social está ensayando nuevas fórmulas para fragmentar el aval entre toda la base social de la entidad que solicita el crédito y reducir al máximo los costes generados por los intermediarios. El enfoque bancario convencional debe de considerarlo un riesgo, pero en la base del mecanismo está la confianza entre socios. El resultado es que la tasa de morosidad es muy inferior a la media del sector financiero.
España es el país de la Unión Europea con una recaudación fiscal, incluidas las cotizaciones sociales, más baja en relación con su PIB. Ya era así en tiempos de bonanza, pero con la crisis la diferencia se ha acentuado aún más.
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