Financiación barata para la renovación energética de viviendas
Entidades de la sociedad civil instan al BCE a financiar con tipos reducidos a los bancos para que concedan créditos al 0%
La renovación energética de los edificios es determinante para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Debido a su escasa eficiencia energética, los edificios son responsables de más de un tercio de las emisiones de gases de efecto invernadero de la UE y del 40% del consumo energético, según la plataforma Europe Beyond Coal. El desafío de la renovación energética en la UE requiere la reforma de 220 millones de edificios para 2050, según la Comisión Europea. En España, supone la necesidad de mejorar unos 300.000 inmuebles al año.
El coste de estas obras de reforma requiere una financiación de 275.000 millones de euros anuales, de los que 214.000 millones deben ser cubiertos por préstamos bancarios, según el BCE. Ante este extraordinario desafío, un grupo de entidades de la sociedad civil, encabezadas por Positive Money Europe, han puesto en marcha la campaña Unlock (desbloquear) que trata de lograr que las instituciones europeas faciliten “financiación asequible para que las personas hagan sus hogares más eficientes desde el punto de vista energético”.
La campaña de Unlock, que cuenta con la participación Renovate Europe, Agir pour le climat, Association négawatt, WWF, Instituto Veblen, Revo Prosperidad Sostenible, Asufin y ECODES, entre otras entidades, plantea una medida muy concreta: El BCE debería aplicar un tipo de descuento verde en sus préstamos a los bancos comerciales, con la condición de que éstos, a su vez los utilicen para ofrecer créditos al 0% a sus clientes para renovaciones energéticas eficientes. Se trataría de que los bancos comerciales pudieran pedir dinero a los bancos centrales a un tipo de interés más bajo que tipo básico normal. El BCE ya utilizó este tipo de préstamos a través de su programa TLTRO entre 2020 y 2022 para incentivar los préstamos a empresas y familias, pero sin condiciones ecológicas.
Actualmente, la financiación de las reformas para la renovación energética resulta muy cara y limitada. Por una parte, los tipos de interés de los préstamos de los bancos comerciales oscilan entre el 5% y el 7%, lo que los hace poco asequibles para muchas familias. Por otra parte, los bancos deniegan los préstamos a un gran número de personas debido a las exigentes evaluaciones crediticias que excluyen a personas con bajos ingresos o empleos inestables.
La propuesta de Unlock incluye también una apelación a la Unión Europea para que cree un fondo de garantía de la UE para los préstamos e hipotecas de renovación energética, que cubriría el riesgo financiero de los hogares vulnerables. En la misma línea sugieren que los Gobiernos deberían conceder subvenciones a aquellos hogares que no puedan acceder a un préstamo.
La iniciativa de estas organizaciones de la sociedad civil advierte de que en la actualidad la renovación energética se enfrenta a la escasez de mano de obra lo que puede causar retrasos y desánimo. Por esta razón propugnan que la UE y los estados miembros inviertan en programas de reciclaje y formación para mejora de las competencias a gran escala para aumentar la oferta de mano de obra en 1,2 millones de nuevos puestos de trabajo, de los que 108.000 corresponderían a España, según un trabajo de Comisiones Obreras.
Para la aplicación de estas propuestas es fundamental que los bancos cumplan su parte. La campaña de Unlock recomienda que la Comisión Europea obligue a a los bancos a registrar la calificación de eficiencia energética de las viviendas cuando se firma un préstamo y establecer medidas informativas a las autoridades de supervisión financiera.
Como señala la economista e investigadora Susana Martín Belmonte, en las instituciones europeas se ha producido una creciente sensibilización sobre la necesidad de dar respuestas a la crisis climática. “En realidad, “el BCE ya ha reconocido que el riesgo climático afecta a la estabilidad financiera”. Se trata de tomar medidas concretas para eliminar o reducir estos riesgos.
Las instituciones europeas deberían tomar buena nota de las recomendaciones y sugerencias de este amplio grupo de organizaciones de sociedad civil. Son entidades cuyo compromiso y activismo ha ido muy por delante de las propias instituciones y ha sido fundamental para que los gobiernos tomen medidas prácticas ante las graves consecuencias que puede acarrear el cambio climático.
