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Ampliar los derechos laborales a todas las plataformas digitales

Glovo y el reparto son el principio: viene la batalla sobre cómo adaptar la nueva directiva europea, que obliga a todas las 'app' a contratar a sus trabajadores

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Enero 2025 / 131
Glovo

Fotografía
Getty images

La empresa de reparto Glovo es uno de los iconos de la economía de plataformas en España. En diciembre pasado, anunció un cambio de modelo laboral, aún por concretar, para abandonar la operativa con la que la Inspección de Trabajo y el Tribunal Supremo consideran falsos autónomos y pasar a combinar, según su propia web, contrataciones directas con el recurso a empresas de logística de última milla.

Las plataformas digitales, que ponen en contacto a gente que necesita algo con gente que lo ofrece a través de una app, irrumpieron como un vendaval a finales de la primera década del siglo XXI. A menudo, se presentaron como  ejemplo de economía colaborativa, pero pronto se constató que en la mayoría de casos no eran puras intermediarias, sino empresas que organizaban la actividad, fijaban los precios y podían desconectar (despedir) a quienes ofrecían el servicio bajo su marca, vía algoritmos. Un puñado de emprendedores vio en el potencial de la tecnología una oportunidad de negocio: iban a poder crear empresas muy competitivas, capaces de eludir buena parte de costes fijos, en nombre de la flexibilidad del trabajo (la...

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