España desincentiva el asilo
El discurso del Gobierno sobre inmigración pone el foco en su aportación a la riqueza y al empleo, mientras pone trabas a la solicitud de protección
En España, la inmigración se ha vuelto indispensable para reforzar el mercado laboral y apuntalar el estado de bienestar. Con esta idea, el Gobierno acaba de flexibilizar la regularización de personas de origen extranjero sin papeles por medio de la figura del arraigo y con su apuesta por la contratación en origen. Sin embargo, es mucha la gente que llama a la puerta del derecho de asilo y poca la que logra protección internacional. A partir de ahora se desincentiva esta vía.
En la Unión Europea, solo Alemania supera a España en número de solicitudes de asilo recibidas, que sumaron 165.767 en 2024. Dos terceras partes eran de personas procedentes de Venezuela y Colombia. Y si se tiene en cuenta la población de cada país, para sopesar mejor la comparación con los vecinos europeos, España permanece en una posición destacada, solo por detrás de Chipre, Grecia e Irlanda.
Sin embargo, España se sitúa entre los países de la cola por lo que respecta a la protección internacional. La tasa europea de reconocimiento —que mide la proporción de la aceptación de casos en que las personas que han pedido protección...