China, entre el 'momento Lehman' y la japonización
La economía del gigante asiático pierde fuelle, mientras la crisis inmobiliaria se agrava, la deuda de los gobiernos locales crece y cunde la inquietud en la población
En China este es el año del conejo, un signo que implica estabilidad y oportunidades, pero también más inconvenientes de lo habitual para quienes impulsan nuevas iniciativas. Es una situación con la que se debe sentir identificado su presidente, Xi Jinping, quien se había fijado como objetivo para este año la recuperación económica y, en cambio, se ve acuciado entre las amenazas de que el país sufra una crisis similar a la padecida por Lehman Brothers en 2008 en EE UU o se vea inmerso en el fenómeno de la japonización y pierda una década debido a la debilidad de sus resultados económicos.
Este año, que marca el inicio del tercer lustro presidencial de Xi y debía ratificarle como el gran líder que iba a conducir a China al liderazgo mundial, va camino de convertirse en una pesadilla para él. Los problemas le surgen por todas partes. Los ciudadanos chinos están inquietos porque el coste de la vida crece más que sus salarios, y la crisis inmobiliaria ha llevado a la quiebra a muchas promotoras que han dejado viviendas inacabadas y a sus compradores con hipotecas pendientes. A ello se suma una desaceleración...