La revolución del trabajo no pasa por casa
La pandemia ha acelerado la búsqueda de sentido (y revela su ausencia) en la actividad laboral
El periodo es corto, pero la evolución rápida. De 2019 a 2022, millones de europeos y europeas han cambiado sensiblemente su forma de ver el trabajo. En primer lugar, gracias al teletrabajo: impuesto por los confinamientos, se ha multiplicado por dos de 2019 a 2021 y afecta a 42 millones de activos en la Unión Europea (UE), es decir, a casi una persona empleada de cada cuatro. Llegó para quedarse.
Por otra parte, la recuperación poscovid ha provocado un aumento del empleo en la UE, hasta el punto de que el paro ha descendido al 6% (segundo trimestre de 2022), según el informe 2022 de la Fundación Europea para la Mejora de las Condiciones de Vida y de Trabajo (Eurofound).
Y, a pesar de ese contexto favorable, los europeos se plantean hoy “cuestiones existenciales” sobre su vida profesional, observa Eurofound. La crisis sanitaria ha acelerado la búsqueda de sentido al trabajo y el surgimiento de nuevas aspiraciones, sobre todo en lo relativo a un mayor equilibrio con la vida privada.