Desmontar un imperio digital
Desmantelar Google se apunta como una posible solución a su posición de monopolio, pero hacerlo plantea muchos dilemas
El arma definitiva del derecho de la competencia, el desmantelamiento, planea sobre una de las empresas más poderosas del mundo ante su abuso de posición dominante. Aunque el gran caso juzgado en agosto pasado en Estados Unidos se refiere únicamente al motor de búsqueda de Google [en septiembre se abrió el melón judicial en otro proceso sobre su actividad en el mercado publicitario], el episodio permite evocar precedentes históricos como los grandes procesos contra el gigante IBM durante la década de 1970, el potente operador de telefonía AT&T en la de 1980 y Microsoft a finales de la de 1990.
La era digital cambia el panorama. Parece prácticamente imposible desmontar el imperio Google en varias entidades geográficas, como se hizo en su momento con AT&T. Su motor de búsqueda, ya sea en Estados Unidos o en Europa, se basa en la misma arquitectura técnica, al igual que sus otros servicios. Una opción más realista sería la de separar las diferentes herramientas.
“El problema es que resulta muy difícil desmantelar un sistema digital como Google, porque funciona mediante la mutualización de las inversiones de un...