El coche eléctrico barato será chino
Los vehículos enchufables de fabricación china inundan el Viejo Continente y amenazan a unos fabricantes europeos concentrados en las gamas altas, con precios elevados.
Es un cambio que tiene el valor de un símbolo: por primera vez en 2022, China ha exportado más coches que los que ha importado. El gigante asiático ha dejado de ser El Dorado para los constructores europeos —con los fabricantes alemanes a la cabeza— que, hasta ahora, sacaban beneficio del auge de una clase acomodada. Ahora, la situación da un vuelco y China se afirma como una potencia de la industria del automóvil que amenaza a los europeos en su propio terreno.
Durante mucho tiempo, la atención de los europeos ha estado focalizada en el fabricante estadounidense Tesla por temor a que el atronador éxito de su coche eléctrico obstaculizara el futuro de Volkswagen, Renault o Peugeot. Ahora, sus ojos se han vuelto hacia China, donde está en juego nada menos que el futuro de la industria automovilística del Viejo Continente y su capacidad para definir las normas en ese sector, por no hablar de los cerca de 2,5 millones de empleos que dependen de él directamente.
El giro de la balanza comercial del sector del automóvil en China ilustra dos cambios profundos. El primero, en el seno del mercado chino, dominado durante...