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El reciclaje del móvil es un negocio

El futuro es la reutilización de los recursos. Los consumidores están dispuestos a pagar un extra por dispositivos más sostenibles

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Abril 2025 / 134
móvil

Ilustración
Lola Fernández

Desde el año 2000 se han vendido más de 30.000 millones de teléfonos móviles en todo el mundo, y solo en 2024 llegaron al mercado 1.200 millones de nuevos smartphones. Son datos de la Asociación del Sistema Global para las Comunicaciones Móviles (GSMA, por Global System for Mobile Communications Association), organizadora del Mobile World Congress de Barcelona, que tuvo lugar el pasado marzo.

La GSMA, que cuenta más de 1.000 operadores móviles y empresas de todo el ecosistema e industrias relacionadas, sabe que el coste medioambiental de esta cantidad de móviles en el mercado es elevado. “La fabricación de estos dispositivos genera más de 60 millones de toneladas de CO2 al año, el equivalente a las emisiones de todos los turismos y camiones ligeros en España”, explican.

A lo largo de los años ha habido diferentes iniciativas para reciclar estos dispositivos. Es el caso de Fairphone, una organización que desde 2013 trabaja para crear un smartphone más sostenible y ético, promoviendo un diseño más duradero, materiales conseguidos de una manera justa, buenas condiciones laborales y la reducción de residuos electrónicos.

Pero estas iniciativas, que en un principio eran pequeñas, son cada vez más la regla. En parte, porque lo pide un mercado más consciente y porque las leyes lo promueven. Y, en parte, por la dificultad y lo caro de la obtención de materias primas.

Iniciativas de reciclaje

En España hay infinidad de iniciativas para el reciclaje de móviles. Tragamóvil es quizás una de las más conocidas, con más de 1.000 contenedores distribuidos por todo el territorio nacional y una red de centros de almacenamiento temporal de residuos (CAT) para almacenamiento y consolidación de residuos.

Son empresas sin ánimo de lucro, pero las grandes empresas se han dado cuenta de que reciclar es un negocio. El informe de la GSMA Repensar los teléfonos móviles, presentado en el MWC, sostiene que las tendencias de los consumidores y las regulaciones están impulsando la transición hacia una economía más circular, aunque con variaciones significativas entre países y regiones. La Encuesta Global de Consumidores sobre Circularidad de la GSMA y otras investigaciones de mercado muestran que los consumidores están conservando sus dispositivos más tiempo, con ciclos de renovación que se han ralentizado a un promedio de, aproximadamente, 3,5 años a nivel mundial. El 70% de los consumidores encuestados están dispuestos a pagar un precio adicional por un teléfono más respetuoso con el medio ambiente. Por otro lado, explican que las ventas de teléfonos usados y reacondicionados aumentaron el 15% entre 2021 y 2023, mientras que las ventas de teléfonos nuevos cayeron el 15 %.

Los consumidores son conscientes de que algunos gobiernos están implementando regulaciones para fomentar la circularidad, incluyendo leyes de ecodiseño y derecho a la reparación. Y especialmente que en la Unión Europea ya hay nuevas normativas sobre requisitos de ecodiseño relacionados con la reparación y reutilización, durabilidad, reciclaje y transparencia, que entrarán en vigor en junio de 2025.

Pero las grandes compañías lo ven como una oportunidad: “Los modelos de negocio circulares, como los servicios de reparación, los dispositivos reacondicionados y los programas de recompra, ofrecen una variedad de beneficios comerciales para la industria, incluyendo ahorros en costos, nuevas oportunidades de ingresos, mayor lealtad de los clientes, mejor reputación de marca y mayor resiliencia en la cadena de suministro”, dicen desde la GMSA. Sus expertos proyectan que el mercado de dispositivos reacondicionados y servicios de reparación supere los 150.000 millones de dólares a nivel global para 2027, y ofrezca nuevas fuentes de ingresos para fabricantes y operadores.

“Producir y respaldar dispositivos duraderos y reparables fomenta la satisfacción y la lealtad del cliente, fortalece la imagen de marca y resuena con consumidores e inversores comprometidos con el medio ambiente”, agregan. “Las vulnerabilidades en la cadena de suministro y la volatilidad de los precios pueden mitigarse mediante el uso de energías renovables, la mejora en la eficiencia de los materiales y la reducción de la dependencia de minerales críticos a través de la reparación, el reacondicionamiento y el reciclaje”.

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reciclaje móviles

Los teléfonos reparados y reacondicionados suelen generar entre el 80% y el 90% menos de emisiones de carbono en comparación con los teléfonos nuevos. Las iniciativas de circularidad también pueden reducir el volumen de residuos electrónicos y reciclar minerales críticos, al mismo tiempo que estimulan las economías locales mediante la creación de empleos en los sectores de reparación, reacondicionamiento y reciclaje. Además, los dispositivos reacondicionados pueden hacer que la conectividad móvil sea más accesible para las poblaciones desatendidas.

Más problemas

Promover una reutilización de los móviles parece un movimiento en el buen sentido. Pero el problema no es solo de los móviles, sino de muchos otros aparatos que se tiran a la basura, y que producen contaminación y malgastan materiales escasos. ​El Global E-waste Monitor 2024, publicado por la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) y el Instituto de las Naciones Unidas para Formación Profesional e Investigaciones (UNITAR), revela que en 2022 (últimos datos obtenidos) se generaron 62 millones de toneladas de residuos electrónicos, lo que representa un aumento del 82% desde 2010. Y proyectan que esta cifra alcance los 82 millones de toneladas para 2030. ​

Según este informe, los residuos electrónicos de 2022 contenían metales valorados en 91.000 millones de dólares, incluyendo 19.000 millones en cobre, 15.000 millones en oro y 16.000 millones en hierro. ​De todos esos residuos se recicló formalmente el 22,3%, y se perdieron alrededor de 62.000 millones.

Los países de Europa generaron 17,6 kilos de residuos electrónicos per cápita en 2022 y reciclaron el 42,8% de ellos. En contraste, los países africanos registraron porcentajes de reciclaje inferiores al 1%. ​

La búsqueda de tierras raras, cuyos acuerdos están en la mesa de negociaciones de la guerra entre Ucrania y Rusia, tiene sentido. Porque igualmente el reciclaje de estos residuos electrónicos cubre solo el 1% de la demanda de elementos de tierras raras para futuras tecnologías. Se espera que la generación anual de residuos electrónicos aumente en 2,6 millones de toneladas anualmente, hasta alcanzar 82 millones de toneladas para 2030.