La crisis inmobiliaria marca el fin de un modelo económico
El crecimiento del gigante asiático se ralentiza, lastrado por el freno de sus dos motores: las exportaciones y la inversión. Para recuperar el pulso a largo plazo, el país deberá reformarse
China apuesta por la tecnología para convertirse en una potencia mundial, pero también necesita diversificarse para salvar su modelo económico. Porque el crecimiento se agota. El país, que nos tenía habituados a un crecimiento medio del 8% anual desde comienzos del siglo, se encamina hoy hacia unos niveles menores, del orden del 3,5% en 2028, según estimaciones del FMI.
Es cierto que, tras dos décadas de fuerte crecimiento ininterrumpido, era esperable una ralentización. Y, en cualquier caso, aunque China va a desarrollarse a un ritmo...