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Por qué esta dana no es normal

La dinámica mediterránea de ausencia de lluvias seguida de precipitaciones concentradas es cada vez más extrema por el cambio climático

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Diciembre 2024 / 130
Árbol Dana

Ilustración
Furiaaaaa

Desde el pasado 29 de octubre se está explicando mucho qué es una dana y cuáles han sido los efectos que esta ha tenido sobre algunos territorios. Sin embargo, ¿por qué hablamos tanto últimamente de este tipo de fenómenos extremos? Y ya puestos: ¿por qué también está siendo común oír hablar de las olas de calor y de las noches tropicales o tórridas?

La respuesta es sencilla: porque la ocurrencia de estos fenómenos es aceleradamente más frecuente,  y esto no es normal. Analicemos algunos datos de fuentes oficiales como la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) y el Observatori del Canvi Climàtic de la Ciutat de València. Respecto a grandes temporales (danas), hemos tenido algunos muy violentos, como son en octubre de 2018 en Mallorca, en enero de 2020 (Gloria) en Alicante, en enero de 2021 (Filomena) en el centro peninsular, en junio de 2024 en Alemania y en octubre de 2024 en Valencia, por nombrar algunos de los más recientes. Pero no solo debemos hablar de danas, sino también de olas de calor. En España, este último verano (2024) hemos tenido 24 días de ola de calor (21 de ellos consecutivos). En 2022 fueron 41 días de ola de calor y, por ejemplo, 25 días en 2017.

Fenómenos extremos

Ahora bien, ¿por qué no son normales estas danas? Porque son consecuencia del cambio climático. Cada vez tenemos más emisiones de gases de efecto invernadero, lo que hace que la temperatura planetaria sea mayor ( la de la atmósfera y la del agua). Esto provoca que los fenómenos atmosféricos sean cada vez más extremos.

Cuando tenemos un mar más cálido, las tormentas se cargan en el mar, lo que las hace ser más fuertes. Durante esta última dana, por ejemplo, en Turís se registróaron un total de 771,8 litros por metro cuadrado en solamente 24 horas. Es evidente que si se suma a lo que precipitó en otros municipios, aquello se convertiría, aguas abajo del barranco del Poio, en la inundación tan tremenda que hemos padecido.

¿Son evitables este tipo de tormentas? La dinámica de lluvias en el Mediterráneo se caracteriza por tener precipitaciones muy fuertes concentradas en poco tiempo y, seguidamente, no tener precipitaciones durante largos periodos de tiempo. Esta dinámica genera una zona de ríos efímeros, como los barrancos. Sin embargo, aunque sea característica de esta zona, esta dinámica es, cada vez, más extrema debido al cambio climático.

El papel del urbanismo

Por otro lado, debemos saber que el daño causado por esta y otras danas se ve incrementado porque han ocurrido sobre territorios muy habitados y, algunos de ellos con un urbanismo que ha ocupado cauces y zonas de inundación naturales. Al construir en terrenos inundables estamos impermeabilizando el terreno (impidiendo que se infiltre el agua) y, además, poniendo obstáculos al recorrido geográfico normal del agua (se ha construido incluso dentro de los cauces).

No todo está perdido: podemos mitigar el cambio climático y adaparnos a él. Es decir, podemos reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, de manera que podríamos llegar a desacelerar la subida de las temperaturas mundiales. Y adaptarnos: reduciendo los riesgos y las vulnerabilidades, incrementando nuestra resiliencia... Y todo ello debemos hacerlo teniendo en cuenta elementos como la biodiversidad, las costas, los bosques, las ciudades, el campo, la industria, la tecnología, etc.