Sobre la cooperación intergeneracional
No nos resignamos, tampoco a nuestra edad, a aceptar que debemos adaptarnos a los cambios que reproducen las lógicas del sistema
Es habitual referirse a la economía plateada únicamente como sistema de producción, distribución y consumo de bienes y servicios destinado a utilizar el supuesto potencial adquisitivo de las personas mayores y satisfacer sus necesidades de consumo, vida y salud. Una definición y una práctica donde prevalece, como es evidente, una aproximación en términos de mercado convencional y la confusión entre economía y crematística, donde se vincula bienestar y felicidad únicamente con consumo, se minimiza la importancia del poder adquisitivo de la mayoría y se olvida el sector público (institucional y social-comunitario) como prestador de servicios de atención a los cuidados básicos.
Este planteamiento interpela a quienes, con nuestra edad, con nuestra experiencia y con nuestro compromiso transformador hemos hecho, y nos mantenemos en ello, una opción de vida orientada a la transformación estructural socioeconómica y ecológica. Hace unos meses coincidí con un amigo, también jubilado, en una jornada sobre el sistema de finanzas éticas, y en nuestra conversación afirmábamos que no nos habíamos jubilado de la vida y,...