Quién gana y quién pierde con el proteccionismo
No necesariamente inflacionista y potencialmente eficaz si va unido a una política industrial, el proteccionismo no es la solución ideal ni el instrumento ridiculizado por algunos
¿Es el proteccionismo tan protector? ¿Y por qué? Al actuar sobre el precio, el volumen y el tipo de bienes importados, las políticas proteccionistas tienen, lógicamente, múltiples consecuencias sobre una economía. Hay que saber, pues, si cumplen sus promesas. O si sus consecuencias son más negativas que positivas.
“El proteccionismo puede ponerse en práctica a través de una amplia paleta de medidas”, recuerda de entrada Léo Charles, economista de la Universidad Rennes 2. “Hay que considerarlo una caja de herramientas puesta al servicio de políticas económicas, sociales y medioambientales”. Depende mucho, pues, de los objetivos asignados a dicha política y del modo en que esta se establece, aunque la teoría y la historia nos proporcionan algunas enseñanzas.
Facturas en alza
Comencemos por los efectos del proteccionismo sobre los precios. Es una de las primeras cosas que se le recrimina: el aumento de las barreras arancelarias provoca inflación y constituye un impuesto para los consumidores. Parece lógico: si de un día para otro se aumenta en el 10% la tarifa arancelaria sobre un producto, la factura para el...