Sabíamos que lo de “saldremos mejores” era una de esas cosas que se dicen por decir. Cabía sospechar lo contrario, que saldríamos peores. Pero no tan, tan peores. El mundo pospandémico pinta muy mal. Aunque habrá probablemente ganas de divertirse y quien pueda gastará con alegría, las desigualdades y los desequilibrios se agudizan día y día. Pesarán durante años.