La Europa neoliberal se hunde en su propio lodo
La militarización de la Unión aumentará nuestra dependencia de EE UU y obligará a hacer renuncias muy lesivas en gasto productivo y social
Los dirigentes europeos hablan de guerra. O, mejor dicho, de su inevitabilidad. Nos dicen que la Unión Europa debe prepararse sin excusa posible para hacer frente al conflicto bélico y que nuestras economías y presupuestos deben dar prioridad al gasto militar. Incluso, en algunos países, preparan la movilización de miles de jóvenes.
Comentaré en otro momento lo extraño que resulta que esa convicción sea bastante ajena a lo que percibe la ciudadanía y, además, contraria al ansia de acabar con el fantasma de la guerra que animó a las grandes figuras que impulsaron la construcción europea. Ahora, simplemente quiero resaltar la cínica contradicción en la que caen todos esos dirigentes.
Desde hace décadas (no sólo tras la crisis), han impuesto políticas de austeridad que han producido una creciente pérdida de actividad, ritmos muy bajos de crecimiento económico y la desindustrialización progresiva, de la Unión en su conjunto e incluso de las grandes potencias como Alemania. Sirva como mejor prueba de esto que la industria de esta última representaba en 1991el 30,2% de su PIB y el 36,8% si se incluía la...