Europa da un paso contra los paraísos fiscales
El acuerdo para aplicar un impuesto mínimo del 15% a las multinacionales que operan en la UE ayuda a devolver soberanía fiscal a los Estados.
El acuerdo para aplicar un impuesto mínimo del 15% a las multinacionales que operan en la UE ayuda a devolver soberanía fiscal a los Estados.
Opacidad: Antigua potencia metalúrgica, el Gran Ducado aprovechó muy deprisa las ventajas de especializarse en las finanzas, un arte en el que ha logrado la excelencia.
Ajuste de cuentas: El PIB de Irlanda creció el 34% en 2015 gracias a empresas tecnológicas como Apple. Los irlandeses, sin embargo, apenas lo notaron.
Equidad: Las grandes empresas tienen la obligación de pagar sus impuestos, retribuir por igual a hombres y mujeres y favorecer un reparto más justo de las rentas.
Dinamarca, Polonia, Italia, Francia… varios países europeos han declarado su voluntad de que una empresa que acude a los paraísos fiscales no pueda recibir la ayuda pública destinada a compensar los efectos económicos de la epidemia. La lógica es evidente: ¿Es posible beneficiarse de una ayuda colectiva cuando no se pagan impuestos?
Steven Soderbergh dirige un thriller con toques de comedia ácida sobre las sociedades pantalla y el escándalo de Los Papeles de Panamá.
Rodeado de la élite de intelectuales y catedráticos de Nueva York en el Harvard Club, James Henry (autor, entre otras cosas, del libro Banqueros de sangre) muestra su cara más humilde y una gran obsesión: acabar con los paraísos fiscales como sea.
Los Estados pierden, por la evasión fiscal, una parte considerable de los ingresos que precisan para cubrir las necesidades de los más pobres.
La riqueza oculta de las naciones. Investigación sobre los paraísos fiscales pone al descubierto que la evasión de dinero continua siendo una práctica habitual de los ciudadanos ricos y las empresas más potentes. El autor de este libro, el profesor de la London School of Economics i investigador de la Universidad de Berkeley, Gabriel Zucman, cuantifica el alcance de esa evasión, analiza su efecto pernicioso sobre las sociedades afectadas y propone soluciones para acabar con esos refugios del dinero de los poderosos.
Las cosas no pueden desinventarse. Una vez inventada, la bomba atómica convivirá con la humanidad hasta el fin de los tiempos. A no ser, por supuesto, que aparezca un arma más mortífera y más sencilla de fabricar.
Los ciudadanos han dado un bofetón al presidente que exhibía los mejores datos económicos del continente: el panameño medio no se ha beneficiado del salto.
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