Accede sin límites desde 55 €/año

Suscríbete  o  Inicia sesión

Si quieres recibir artículos gratuitos, déjanos tu correo

Alternativas europeas al dominio tecnológico de EE UU

Reducir la dependencia de los gigantes digitales no será posible sin el desarrollo de servicios autóctonos competitivos y atractivos para los usuarios

Comparte
Pertenece a la revista
Mayo 2025 / 135
Alternativas tecnológicas

Fotografía
Getty images

La guerra comercial declarada por Donald Trump está llevando a muchos consumidores a replantearse sus opciones de consumo. Como ha ocurrido en Canadá tras las amenazas de anexión por parte de su vecino del sur, en Europa se multiplican los llamamientos a boicotear los productos made in USA en favor de alternativas autóctonas. Iniciativas como Go European y European Alternatives han visto aumentar exponencialmente el número de visitas a sus respectivas páginas web. Con ese mismo espíritu, la Cámara de Representantes de Países Bajos aprobó en marzo ocho mociones para pedir al Gobierno que reduzca el uso de herramientas digitales estadounidenses en favor de opciones europeas.

La idea es impedir que un puñado de compañías estadounidenses controlen la vida digital de la ciudadanía y que tengan acceso a datos esenciales para la seguridad europea. La protección de la privacidad es uno de los grandes incentivos para buscar alternativas en la Unión, cuya legislación pone el énfasis en la protección de los usuarios.

Comprar un Seat en lugar de un Tesla, comer en un restaurante familiar en lugar de en un McDonald’s o ver una película europea en lugar de una de Hollywood son opciones relativamente fáciles. No lo es tanto en la esfera digital, dominada por los gigantes estadounidenses. Google, Apple, Meta, Microfosoft y Amazon llevan años de delantera y cuentan con un enorme músculo financiero y gran capacidad de influencia política. Ejemplos como el de la sueca Spotify, la neerlandesa Booking y la francesa BlaBlaCar muestran, sin embargo, que es posible desafiar la hegemonía estadounidense.

Algunas alternativas europeas tienen años de experiencia y otras no han hecho más que despegar. Las hay que pertenecen a grandes grupos empresariales que buscan el beneficio económico por encima de todo, pero también hay opciones colaborativas y sin ánimo de lucro que ponen por delante el bien común y la defensa del planeta. Estas son algunas:

 

Correo electrónico.

Los dos líderes del sector, Gmail (Google) y Outlook (Microsoft), utilizan las cuentas de correo para recopilar datos de los usuarios y están sometidos a la legislación estadounidense, más laxa que la europea en cuestiones de privacidad. Las empresas europeas deben cumplir el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) de la Unión Europea, aprobado en 2016, que obliga a cifrar de extremo a extremo los mensajes para garantizar que sean inaccesibles para terceros. Proton Mail es un servicio suizo de correo electrónico encriptado que mantiene el secreto de los mensajes incluso para la propia empresa. Fue creado por científicos de la Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN) a raíz de las denuncias de Edward Snowden sobre las prácticas de vigilancia masiva por parte de los servicios de seguridad estadounidenses. La empresa alemana Tuta tiene una programación de código abierto y garantiza que todos los correos se almacenan en Alemania cifrados de extremo a extremo. Mailbox.org, también alemana, tiene como eslogan Privacy made in Germany (privacidad fabricada en Alemania). La empresa ofrece correo electrónico, calendario y servicio de videollamadas, además de almacenamiento en la nube. Todos sus centros de datos utilizan exclusivamente energía limpia.

Motores de búsqueda.

Google ejerce prácticamente como monopolio en este mercado, pues canaliza el 90% de las búsquedas en Internet. En este entorno hostil para la competencia, varias iniciativas europeas tratan de salir adelante dando prioridad a la confidencialidad de los usuarios. El buscador alemán Ecosia pone el énfasis en la sostenibilidad del planeta: todos los beneficios que obtiene de la publicidad van destinados a plantar árboles y a otras medidas protección medioambiental. Metager es una asociación alemana sin ánimo de lucro cuya herramienta de código abierto combina resultados procedentes de distintos buscadores. No rastrea ni almacena los perfiles de los usuarios. Fundado en 2013, el buscador Qwant —“el Google francés, como lo bautizó el presidente Emmanuel Macron— no almacena ni vende datos a terceros. Se presenta como “el buscador que no sabe nada de ti”. Es una empresa privada que tiene como socios principales al conglomerado alemán Axel Springer y la Caisse des Depots francesa.

 

Navegadores.

La mayoría de los usuarios europeos utilizan a diario Microsoft Edge y Google Chrome para moverse por Internet. Ambos navegadores hacen un seguimiento de la actividad de los usuarios con el objetivo de dar soporte a publicidad personalizada, su principal fuente de ingresos. Las alternativas europeas ofrecen más privacidad y facilitan a los internautas la gestión de sus propios datos. Vivaldi es un navegador noruego de código abierto con bloqueador de anuncios y cifrado de datos. El sueco Tor aísla cada sitio web que visita el usuario para impedir el rastreo por parte de terceros y la aparición de publicidad. Las cookies y el historial se borran automáticamente al concluir la navegación. Su programa de software fue desarrollado por el Proyecto Tor, gestionado por más de 6.000 voluntarios en todo el mundo.

Redes sociales.

Instagram, Facebook y X también recopilan masivamente datos personales para venderlos a los anunciantes. Igual que los navegadores, los buscadores y los servicios de correo electrónico, las redes sociales europeas ofrecen a los usuarios un mayor control de sus datos. La compra de Twitter por parte de Elon Musk y su conversión en X desencadenó la huida en masa de la plataforma y muchos más usuarios hicieron lo propio tras la reelección de Trump en noviembre. La alemana Mastodon es muy similar a X, pero permite a quienes la usan decidir qué información proporcionan. Creada en 2016, funciona con una red descentralizada de servidores, la mayoría alojados y gestionados en Europa. Es un software libre y de código abierto desarrollado por una organización sin ánimo de lucro, por lo que no tiene la presión de accionistas para maximizar sus beneficios. La red social francesa BeReal está especializada en el intercambio de imágenes de la vida cotidiana de los usuarios. Se distingue de la competencia por alojar contenidos más familiares y auténticos, frente a la artificiosidad de las plataformas dominantes.

Mensajería.

El británico Element es un servicio de mensajería de código abierto. Se presenta como alternativa a WhatsApp, propiedad de Meta, y a Telegram, de origen ruso y con sede fiscal en las Islas Vírgenes y Dubái. La empresa suiza Threema y la francesa Olvid inciden en la privacidad de los mensajes, que están cifrados de extremo a extremo y no dejan huella digital.

 

Servicios en la nube.

Los gigantes estadounidenses (Amazon Web Services, Google Cloud y Microsoft Azure) también son hegemónicos en la nube, aunque hay muchas alternativas europeas que cumplen los requisitos de confidencialidad establecidos en el RGPD. Las compañías francesas OVHcloud y Scaleway ofrecen a empresas y particulares servicios de almacenamiento y herramientas de inteligencia artificial en la nube, lo mismo que hacen la alemana Hetzner y la finlandesa UpCloud. Todas ellas ponen a disposición de sus clientes productos similares a los estadounidenses y, además, garantizan que los datos no salen fuera de la Unión Europea, lo que dificulta su monitorización por parte de los servicios de información de EE UU. La suiza Exoscale y la sueca Elastx aseguran haber detectado el interés de muchos clientes por abandonar los proveedores estadounidenses. La letona OnlyOffice y la alemana NextCloud ofrecen servicios de oficina, calendarios y almacenamiento de archivos.

Asistentes de inteligencia artificial.

Es otro mercado controlado por las grandes compañías no europeas: desde las estadounidenses OpenAI y Google Gemini a la China DeepSeek. Para corregir la situación, la Unión Europea tiene previsto invertir miles de millones de euros en el desarrollo de la IA con herramientas autóctonas. Una alternativa europea es Le Chat AI, desarrollado por la empresa francesa Mistral AI, conocida por manejar información a gran velocidad. Su modelo más avanzado, Mistral Large, es capaz de manejarse en cinco idiomas: alemán, español, francés, inglés e italiano.

 

Traducción.

Google Translate es el servicio de traducción más usado en el mundo y permite traducir textos a un centenar de idiomas. La alemana DeepL no llega a tanto, pero su oferta está en pleno crecimiento: ya traduce a 33 lenguas. Tiene opciones gratuitas y de pago.

Mapas.

La compañía neerlandesa HERE WeGo aspira a hacer la competencia al Google Maps, el Maps de Apple y Waze (también de Google). Disponible en Android y iOS, es gratuita y funciona de manera similar a la de sus competidoras, incluyendo vistas por satélite. TomTom GO Navigation, también con sede en Países Bajos, gestiona desde hace años un GPS de navegación muy popular entre los conductores.

Pago por Internet.

Aunque PayPal y Stripe dominan casi por completo el mercado, algunas startups europeas cumplen con los requisitos GDPR, más estrictos que los estadounidenses, y constituyen alternativas seguras y adaptadas al consumidor europeo. Entre ellas están la neerlandesa Adyen y la británica Revolt, que ofrecen transacciones seguras en varias divisas, y la sueca Klarna, cuyo eslogan es compra ahora, paga después.

Comercio electrónico.

Competir con Amazon parece misión imposible, pero hay empresas europeas que canalizan un comercio más justo, seguro y de proximidad: la británica BigCartel está especializada en pymes y músicos independientes. La alemana Shopware se presenta como la alternativa europea a Shopify y la neerlandesa Bol.com tiene gran arraigo en Bélgica y Países Bajos.

Videoconferencias.

La francesa Jitsi Meet y la noruega Whereby ofrecen servicios similares a los de Teams y Zoom. Ninguna de las dos recopila datos de usuarios ni monitorización inclusiva.

Hay también alternativas europeas en web hosting y registro de dominios (Gandi.net, Infomaniak), analítica y marketing digital (Pwik PRO, Matomo), ciberseguridad (NordVPN, Mullvad VPN), autentificación digital (Ubisecure, IDnow), juegos online (Blacknut, Shadow) y muchos otros nichos de negocio.