El coche eléctrico desacelera
Un planeta limpio requiere menos automóviles y cero emisiones. La industria, bajo presión de los rivales chinos, afronta dividida las exigencias de reconversión
A partir de 2035, en la Unión Europea no podrán venderse coches que no sean cero emisiones. En esa carretera hacia la transformación industrial y la movilidad ecológica, el sector del automóvil sube por la pendiente de un cambio de rasante. En la cima hay un punto ciego: se compran menos turismos limpios de lo esperado, mientras que la competencia china arrasa, pero la urgencia de la descarbonización sigue ahí. En la carretera se generan dos tercios de las emisiones de CO2 del transporte en la UE.
Parte del sector ruge ante la prohibición de 2035, y también por un badén más inmediato: el endurecimiento de las exigencias de emisiones previstas para 2025 a 93,6 gramos de CO2 por kilómetro. Incumplirlas comportará duras multas; según la patronal europea de fabricantes de automóviles, ACEA, cerca de 15.000 millones de euros. Destacadas empresas del sector piden que se eche el freno en nombre del realismo.
La industria está dividida. El presidente de ACEA, Luca de Meo, ha pedido "flexibilidad en el calendario". El consejero delegado de BMW, Oliver Zipse, cree que el adiós a la venta de coches convencionales a 11 años...