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Tipos altos para rato

Con la inflación sin doblegar, el precio del dinero seguirá siendo elevado durante un tiempo. Es una mala noticia para consumidores y empresas, pero excelente para los bancos

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Septiembre 2023 / 116
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Jerome Powell y Christine Lagarde

Fotografía
Sérgio Garcia/Your Image for ECB

El valle de Jackson Hole, en el estado norteamericano de Wyoming, es un destino idílico para los aficionados al senderismo, la escalada y  otros deportes de montaña. También es célebre por recibir cada año, a finales del agosto, a los presidentes de los principales bancos centrales, que se reúnen en un ambiente informal para dar un repaso al estado de la economía mundial y debatir sobre política monetaria. Este año, el tema central del encuentro ha sido cuánto tiempo va a ser necesario mantener altos los tipos de interés para reducir la inflación. 

“El tiempo que haga falta”, afirmó en su intervención la presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, quien subrayó que, a pesar de que se han hecho algunos avances, “la guerra contra la inflación no está ganada”. En la misma línea se manifestó Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal de EE UU, quien advirtió de que quizás sean necesarias nuevas subidas del precio del dinero si la inflación no se acerca al objetivo del 2% que ambos bancos centrales comparten. [El 14 de septiembre, tres semanas después de la reunión de Jackson Hole, el BCE subió el tipo de interés en un cuarto de punto, hasta el 4,5%]

Rápido descenso

La inflación ha ido moderándose en buena parte del mundo a lo largo del año en curso, pero puede tardar muchos meses en volver al 2%. La subida de los precios, que llegó a superar el 10% el año pasado en muchos países desarrollados, se ha reducido a la mitad e, incluso, menos. En EE UU ha bajado seis puntos porcentuales en 12 meses: del 9% al 3%, el descenso más rápido en cuatro décadas. En España, la caída ha sido aún mayor: del 10,8% en julio de 2022 al 2,4% en el mismo mes de este año. En el conjunto de la eurozona ha retrocedido del 10,6% al 5,3% gracias, en buena parte, al abaratamiento de los precios energéticos.

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Subida de tipos de interés

Ha sido un descenso rapidísimo, pero lo que sorprende a muchos economistas es que la inflación se esté moderando sin que la subida de los tipos de interés haya provocado un aumento del paro, como ha ocurrido tantas veces en el pasado. Esta aparente paradoja hace pensar que la espiral alcista de los precios se está frenando con independencia de la política monetaria de los bancos centrales, lo que obliga a replantearse ideas muy arraigadas en el pensamiento económico. El porcentaje de desempleo de EE UU está en el 3,6%, lo que prácticamente significa pleno empleo, y los salarios han subido más que la inflación en lo que va de 2023. En la eurozona, el paro se encuentra también en niveles históricamente bajos: el 5,9%. Incluso España, que suele duplicar la media europea en este apartado, ha conseguido reducir su porcentaje de desempleo hasta el 11,6%, la menor en 15 años.

De lo hablado en Jackson Hole cabe concluir que la intención de los bancos centrales es mantener altos los tipos de interés durante más tiempo de lo previsto, sin descartar alguna subida más si la inflación no sigue dando marcha atrás. Una vez más, el dilema está entre el riesgo de dañar a la economía más de lo necesario y el peligro de hacer demasiado poco para contener los precios. 

Crédito más caro

Las subidas de los tipos de interés —del 0,5% negativo al 3,75% en tan solo un año en el caso del BCE— han encarecido el crédito que ayuda a los ciudadanos a comprar una vivienda o un coche y a las empresas a invertir, expandirse y crear empleo, con el consiguiente freno a la actividad económica. 

Pese a todo, la economía europea da señales de recuperación. La zona euro registró un crecimiento trimestral del 0,3% en el periodo abril-junio, una ligera mejora respecto al estancamiento del primer trimestre y de la caída del 0,1% en el último trimestre de 2022. España, con el 0,4%, y Francia, con el 0,5%, impulsaron el avance, mientras que Alemania, registró un crecimiento cero tras dos trimestres seguidos en negativo.

El problema es que cualquier variación de los tipos de interés es la misma para todos los miembros de la moneda única, con independencia de la situación económica de cada uno. Alemania, por ejemplo, tiene una inflación tres veces más alta que la de España, que ya está en el entorno del objetivo de inflación del BCE. Las subidas acometidas por el Banco Central no han sido bien recibidas por los países del sur de Europa, con tasas de inflación inferiores a las del norte, no solo porque temen una ralentización de sus economías, sino por el aumento de los costes de la deuda pública, que equivale al 171% del PIB en el caso de Grecia, al 144% en el de Italia, al 114% en el de Portugal, al 113% en el de España y al 112% en el de Francia. (Sin embargo, si se eliminasen los elementos más volátiles del IPC —principalmente los alimentos frescos y la energía— para calcular la inflación subyacente, la diferencia entre España y la media europea es de apenas un punto y medio.)

¿Qué pasa con las hipotecas?

A medida que han ido pasado los meses, los bancos han trasladado la subida de los tipos de interés a los nuevos créditos y a las revisiones de los préstamos a interés variable. Nuevas subidas del euríbor —índice de referencia para los préstamos hipotecarios— tendrían un impacto muy negativo en la economía de muchas familias. El euríbor cerró el mes de agosto en una media del 4%, con lo que frenó la racha alcista iniciada en enero del año pasado desde niveles negativos. Quienes tengan una hipoteca de 180.000 euros a 25 años con un interés del euríbor más un punto y hayan revisado su cuota en agosto pasarán de pagar 785 euros mensuales a 1.050. ¿Significa la bajada de agosto que el euríbor ha tocado techo? Todo dependerá de cómo los mercados interpreten las conclusiones de Jackson Hole y de las decisiones que tomen los bancos centrales en los próximos meses.

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Euribor subida hipotecas
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Beneficios bancos
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Margen de interés bancos

Ganan los bancos

Cada subida de los tipos de interés trae consigo una pérdida en la capacidad de compra de muchas familias, que tienen que dedicar un porcentaje cada vez mayor de sus ingresos a pagar su vivienda y dejan de consumir en otros bienes y servicios. Pero lo que es una mala noticia para quienes tengan que devolver un préstamo resulta ser excelente noticia para los bancos, que han visto cómo se disparan sus beneficios gracias a la subida de los tipos de interés. 

La banca española tuvo un año de ganancias récord en 2022 y este año va camino de mejorarlos. En los seis primeros meses de 2023, las cinco primeras entidades financieras del país obtuvieron unos beneficios de 5.273 millones de euros con su negocio en España, casi el 50% más que en el ejercicio anterior. Todo ello a pesar de que ya han pagado el impuesto extraordinario correspondiente a todo el año, que asciende a 1.120 millones de euros. El impuesto, que tiene carácter temporal y ha sido recurrido ante los tribunales por los bancos, grava con el 4,8% el margen de intereses y las comisiones netas derivadas de su actividad en España. 

El margen de intereses —la diferencia entre lo que los bancos ingresan por el dinero prestado y lo que pagan por los depósitos de sus clientes— de la gran banca española ascendió a 13.147 millones de euros en los seis primeros meses del año, un aumento del 46%, fruto, sobre todo, de la subida de los tipos de interés. Pero un año después de que los bancos centrales empezaran a subir el precio del dinero y, a diferencia de lo que han hecho la mayoría de las entidades de crédito de la zona euro, los bancos españoles se resisten a pagar intereses por los depósitos de sus clientes, salvo casos concretos, y a reducir las comisiones por sus servicios. “Con estos datos encima de la mesa, seguimos instando al sector a una reflexión profunda en torno a la necesidad de ofrecer depósitos en el mercado, como sucede en los países de nuestro entorno, sometidos a las mismas circunstancias y tensiones financieras”, afirman desde la Asociación de Usuarios Financieros (Asufin).

 

Peligros que acechan

Buena parte de la intervención de Christine Lagarde al pie de las montañas de Jackson Hole estuvo dedicada a analizar los retos que tiene por delante la economía europea y que, en su opinión, podrían hacer necesarios mantener altos los tipos de interés durante un tiempo. Entre ellos citó la necesidad de incrementar la inversión en energías renovables y en la adaptación al cambio climático, el aumento de las barreras al comercio internacional desde el estallido de la pandemia y los problemas derivados de la guerra en Ucrania. Si a estos retos se le añadieran problemas como una nueva subida de los precios de la energía o sobresaltos geopolíticos, dijo Lagarde, es probable que las empresas sigan trasladando el incremento de sus costes a los consumidores, es decir, en una palabra: más inflación.