No es mala memoria
Facturas y nóminas antiguas evidencian el brutal deterioro de las condiciones de sectores de asalariados en dos décadas
El Libro de estilo del diario El País subraya que el periodista nunca es noticia, pero quizá las viejas facturas y nóminas que un profesional de la información conserva ayuden a capturar el deterioro del poder adquisitivo en las últimas dos décadas de sectores trabajadores que antes parecían sólidamente instalados en la clase media.
A finales de 2004 dejé la redacción de Barcelona para incorporarme a la sección de Internacional del diario en Madrid y encontré un piso de alquiler en la céntrica calle de Santiago, en el barrio de los Austrias. Según muestran las tablas salariales del convenio colectivo de El País vigente ese año, la retribución de un redactor base del diario alcanzaba los 38.232 euros brutos anuales. Y la amarillenta libreta bancaria que conservo registra que el alquiler del piso costaba 436 euros mensuales.
Dos décadas exactas después, la fotografía ahora de los mismos escenarios revela un auténtico abismo entre el mundo de ayer y el de hoy: en 2025, la retribución del redactor base del mismo diario ha descendido, según fija el convenio, a 35.000 euros, mientras que el mismo alquiler cuesta...