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Un imán para la población extranjera… cerca de la jubilación

Las personas inmigrantes mayores de 60 años constituyen el grupo de edad que más ha crecido desde 2017

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Junio 2023 / 114
Bañistas

España es uno de los países más atractivos para la gente que necesita o desea cambiar de país. En Europa ocupa el segundo puesto como imán de la población inmigrante, después de Alemania, locomotora económica del continente y tradicionalmente en el primer lugar. El mayor colectivo de personas que saltan las fronteras en busca de oportunidades son jóvenes y adultos de edad mediana. Sin embargo, en los últimos años llega cada vez más gente que está a las puertas de abandonar la vida laboral, o que ya lo ha hecho, si nos atenemos a su edad. 

Si se analiza por grupos de edad lo ocurrido entre 2017 y 2021, el grupo de extranjeros de más de 60 años se incrementó un 22%. Este dato contrasta con la caída del 7% del colectivo de jóvenes de menos de 29 años, y con el estancamiento (+1%) de adultos de entre 30 y 44.

En algunas comunidades autónomas, especialmente la valenciana y la andaluza, la tendencia resulta todavía más llamativa. En el caso de la Comunidad Valenciana, el incremento en esos años fue nada menos que del 41%, tres veces más que el de menores de 30 años y más del doble de los que oscilan entre los 30 y los 44. Andalucía no le anda a la zaga, puesto que la franja de edad superior se incrementó en un 40%, cuando el resto de edades lo hizo un 25%.

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Migraciones extranjeras

Incluso en Cataluña, la comunidad que más población inmigrante extranjera atrae, por delante de Madrid —y, en ambos casos, sobre todo jóvenes adultos—, el porcentaje que más ha aumentado, y de hecho casi el único que lo ha hecho, es el más cercano a la tercera edad. Solo en la Comunidad de Madrid retroceden los mayores, aunque no tanto como los inmigrantes de entre 15 y 29 años.
“Está claro que somos un país muy atractivo en términos generales para la inmigración extranjera, pero los fenómenos relacionados con las migraciones son complejos, y no podemos concluir que ofrecemos oportunidades económicas. Más que mano de obra en busca de progreso, los datos indican que España le está resultando cada vez más atrayente a quienes piensan ya en jubilarse”, concluye Edgar Sánchez, profesor colaborador de la escuela de negocios TBS Education y autor del estudio Migración en España.
 

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Migraciones extanjeras

Influencia de la pandemia

El golpe de la pandemia está claro que ha tenido sus efectos. En los tres años previos al parón de la covid-19, entre 2017 y 2019, el grupo de edad que más se había incrementadó fue el integrado por gente joven de hasta 29 años. Lo hizo en un 42,5%. El de mayores creció, pero no tanto, y la subida se quedó en el 35,8%. 

Tras los confinamientos y el parón de la actividad en 2020 se produjo una desbandada entre la gente joven, y en 2021, pese a una leve recuperación, la cifra absoluta sigue por debajo de la que se registraba cuatro años atrás. En cambio, en el caso de la población más senior, se produjo el bajón de rigor de 2020, para después dispararse.

“Lo que históricamente mueve a la población de un territorio a otro es la riqueza del lugar de destino. La gente se mueve allí a donde cree que va a encontrar trabajo, especialmente entre las personas que se trasladan de una comunidad autónoma a otra”, añade Sánchez. Y es que la migración interna es otro aspecto que resaltar. 
 

El peso del PIB

En los años analizados, el movimiento entre autonomías no se quedó muy atrás respecto a la inmigración extranjera: en los años previos a la pandemia se disparó un 41%, cuando la llegada de población procedente de otros países lo hizo en un 46,7%. 

Como dato que resaltar, y en línea con lo que comentaba el profesor Sánchez, si normalmente el movimiento se nota más en los territorios con mayor Producto Interior Bruto (PIB) porque son aquellos en los que se genera más riqueza, la importancia de este factor es muy superior en el caso de la migración de ciudadanos españoles dentro del país. Ello se refleja en la llamada correlación entre la inmigración y el PIB per cápita. Si un -1 supone que el peso de esta variable decrece y un +1 supone que aumenta, en el caso de la inmigración internacional el coeficiente del último dato disponible, del año 2020, arroja un 0,22, y en la migración interna un 0,38. 

En los tres años prepandemia fueron Cataluña y Madrid las comunidades que encabezaron de forma indiscutible la atracción de migrantes interna (Cataluña, la extranjera y Madrid, la de ciudadanos españoles) en valores absolutos, aunque en términos relativos  no fueron las comunidades donde los movimientos migratorios internos se incrementaron más. En Castilla-La Mancha, con valores muy inferiores, eso sí, se incrementaron un 70%, 30 puntos más que en las dos comunidades líderes. En Murcia escalaron un 65%.

Como recogía el Tema del mes del pasado número de Alternativas económicas, las zonas menos prósperas del país, que habían ido convergiendo con las más industrializadas en la recta final del siglo XX, vieron truncada esta nivelación a partir del estallido de la burbuja inmobiliaria y financiera de 2008. Y la recuperación económica posterior a los años más duros de la crisis no ha logrado neutralizar la divergencia que volvió a producirse. 

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Mujeres extranjeras

Más mujeres

Internamente, la proporción de mujeres que migran a otra comunidad distinta de la de su lugar de origen sigue siendo inferior a la de los hombres, pero se ha producido un incremento de los movimientos de mujeres en edad de trabajar dentro de España. Desde 2019, empezaron, además, a migrar a España más mujeres extranjeras que hombres. 

Si la carrera de la inmigración interna no se ha acabado de reponer en relación al año previo a la pandemia, la llegada de inmigrantes extranjeros no solo se ha recuperado, sino que en el primer semestre de 2022 se ha multiplicado por tres respecto de la foto de 2015. Los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), correspondientes al primer semestre del año pasado, contabilizan 478.900 inmigraciones, frente a 220.443, con un saldo migratorio positivo de 258.547: nada menos que un 137,9% más que en los primeros seis meses de 2021. Las principales nacionalidades de procedencia son la colombiana, la ucraniana y la venezolana.

En cuanto a las migraciones internas, la comunidad que se lleva la palma con un saldo positivo a su favor de 2.570 fue, en el primer semestre de 2022, la Comunidad Valenciana, seguida de la Comunidad de Madrid (1.435 migraciones netas más) y de Andalucía (769). Cataluña es el territorio con un saldo migratorio interno negativo y peor, junto al País Vasco, con -1.468 y -1.209, respectivamente.