El Estado se refuerza en el IBEX
La presencia de capital público en Telefónica y otras empresas estratégicas es clave para defender el interés nacional frente al desembarco de agentes hostiles
Las alarmas saltaron a media tarde del 5 de septiembre, poco después del cierre de la Bolsa de Madrid, cuando el grupo saudí STC anunciaba su intención de comprar una participación del 9,9% en el capital de Telefónica. La operación, que aparentemente pilló por sorpresa a los directivos de la empresa y al Gobierno, situaba a la Saudi Telecom Company —participada al 64% por el Estado saudí y presidida por un miembro de la familia real—, como primer accionista de la mayor empresa tecnológica de España, superando a BBVA, Caixabank y el gigante estadounidense BlackRock.
La respuesta del Gobierno llegó tres meses y medio después. El 19 de diciembre, el Consejo de Ministros aprobó el regreso del Estado a Telefónica con la compra de un 10% del capital a través de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), holding que agrupa al grueso de las empresas con capital público. El Ejecutivo no estaba dispuesto a dejar en manos de una dictadura del golfo Pérsico una compañía estratégica con una participación muy destacada en proyectos clave para la defensa y la seguridad del país. “La presencia de un...