Más allá de la defensa
Afrontar los sacrificios que exige la seguridad europea solo será posible si se avanza en la unión política con el apoyo de la ciudadanía
El acelerón de cambios políticos que está registrando Europa desde la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca están constituyendo un verdadero revulsivo para Unión en el ámbito económico y, sobre todo, en el de la defensa. Europa se ha visto forzada a responder en tiempo récord a un doble desafío inesperado provocado por la traición de quien creía un aliado. Por una parte, se enfrenta a una guerra comercial desatada por Washington mediante subidas bruscas e imprevistas de aranceles con impactos graves ya detectables en la economía. Por otra, y de mucha mayor trascendencia, el abandono del apoyo militar estadounidense a Ucrania y la negociación directa entre Trump y Vladímir Putin, desencadenante de la guerra, con la exclusión de la Unión y de los ucranianos. Europa ha constatado al mismo tiempo que tampoco puede contar con el apoyo de Estados Unidos para su propia defensa. Es una situación que preocupa especialmente a los países fronterizos con Rusia (Finlandia, Estonia, Letonia, Lituania y Polonia). Lo más inquietante de esta nueva situación, sin embargo, es que los temas de defensa se han impuesto sobre...