Una sonrisa en la calle, ¿con mascarilla?
Tanto tiempo ya, y todavía no he acabado de solucionar la relación entre mis gafas y la mascarilla. El resultado es que, a menudo, en la calle se entelan sin remedio. Así ha sucedido una vez más esta mañana, mientras iba a comprar el periódico. Viéndome más o menos solo he optado por la solución más cómoda: me he bajado la mascarilla a fin de airear los cristales.