Penurias en el país de la abundancia
Un análisis de la pobreza en EE UU acompañado de ideas para erradicarla
Casi uno de cada nueve estadounidenses vive en la pobreza. Si los pobres de EE UU formasen un país, este tendría la misma población que Polonia o Perú. ¿Cómo es posible que tanta gente pase privaciones en la primera economía mundial? Es una pregunta que muchos nos hemos hecho a lo largo de nuestra vida y a la que Matthew Desmond, profesor de Sociología de la Universidad de Princeton, trata de responder en este libro.
El autor sabe de lo que habla. Criado en una familia de escasos recursos, estudió con becas y convivió con personas pobres antes de incorporarse a la clase media como profesor universitario. Desmond analiza las causas de la persistente pobreza en EE UU desde múltiples puntos de vista y también ofrece ideas para erradicarla. El problema, sostiene, no se resolverá hasta que la mayor parte de la ciudadanía estadounidense dé muestras de empatía hacia sus vecinos menos favorecidos. No bastará con que los responsables políticos cambien de actitud, sino que cada persona debe dejar de mirar hacia otro lado y convertirse en “abolicionista de la pobreza”.
Sorprende el optimismo con que Desmond vislumbra el futuro, teniendo en cuenta que los votantes eligieron hace escasos meses a un presidente que no tiene precisamente en un lugar preferente de su agenda el apoyo a los más necesitados. El autor subraya que está empezando a gestarse un movimiento de masas en favor de más justicia social y de una vivienda digna, integrado por sindicatos, asociaciones de inquilinos y movimientos por la igualdad racial, todos ellos comprometidos con la erradicación de la pobreza. Y está convencido de que la mayoría de la ciudadanía estadounidense es consciente de que la economía beneficia a los ricos y perjudica a los pobres, y que los ricos no pagan los impuestos que les corresponden. Haciendo referencia al lema de Donald Trump Make America Great Again (hacer grande a EE UU de nuevo), Desmond afirma que la pobreza es “una miseria y una vergüenza nacional que desmiente cualquier pretensión de grandeza”.
Cooperativas de las clases trabajadoras
Un libro en cuatro lenguas sobre el arraigo popular de la autogestión
Este libro es una auténtica rareza: reúne en un mismo volumen investigaciones muy distintas sobre la apuesta de sectores importantes de las clases populares por modelos económicos autogestionados —cooperativismo, asociacionismo, etc.—, y lo hace, además, en cuatro lenguas, manteniendo las versiones originales en castellano, catalán, francés y portugués como forma de subrayar el respeto a la diversidad sin que ello suponga un obstáculo insalvable.
En el origen de esta aventura está un grupo de investigación de la Universitat Rovira i Virgili, que han puesto el foco en las experiencias de economía social impulsadas por los trabajadores, una trabazón de gran carga política y simbólica que no siempre se conoce como debería ni siquiera en la izquierda.
Los verdugos y la impunidad
Memorable trabajo del jurista Sands, que enlaza a Pinochet con los nazis
El británico Philippe Sands no es solo un muy respetado jurista de derechos humanos, sino también un gran escritor. Ambos universos —el del jurista y el del escritor— suelen moverse en registros que a menudo parecen antagónicos, pero Sands logra hacerlos confluir con un resultado excepcional, de gran valor literario y jurídico.
Una prueba de ello es este apasionante e importante libro, que enlaza el horror nazi con la brutalidad de la dictadura de Augusto Pinochet en Chile y los esfuerzos para que las atrocidades no queden impunes con la única arma del derecho.
El número 38 de la calle Londres, en Santiago de Chile, albergó un centro de detención y torturas tras el golpe de Estado de Pinochet contra Salvador Allende, en 1973, en el que participaron nazis huidos de Alemania tras perder la guerra. Entre los nazis que encontraron refugio en Chile —y que fueron trazando lazos con militares como Augusto Pinochet y su represor en jefe, Manuel Contreras—, destacó Walther Rauff, que había inventado las cámaras de gas avant la lettre, dentro de camiones, para el exterminio de opositores, antes de que la idea se implantara a gran escala en los campos de exterminio.
El libro investiga estos vínculos y la influencia nazi en la represión de Pinochet, la maquinaria creada y sus cómplices —a menudo, económicos —, pero también todos los esfuerzos para evitar la impunidad y hacer justicia, que alcanzaron un momento cumbre con el arresto de Pinochet en Londres, en 1998, gracias a la osadía en España del juez Baltasar Garzón, el abogado Joan Garcés y el fiscal Carlos Castresana, entre otros. Sands, que se involucró en ese procedimiento como abogado de Human Rights Watch, lo revive ahora con detalle y es capaz de enmarcarlo en la Gran Historia, en mayúsculas, del siglo XX con conocimiento de causa, ambición literaria, rigor jurídico y mirada internacional.
Mucho más que igualdad económica
Dos de las personas más influyentes del pensamiento contemporáneo nos aportan nuevos datos y perspectivas
Este libro es resultado de una conversación entre dos de las voces más influyentes del pensamiento contemporáneo. Michael J. Sandel, filósofo político, y Thomas Piketty, economista especializado en desigualdad, exploran juntos el concepto de igualdad desde ángulos que se cruzan, a veces chocan y, en ocasiones, se refuerzan. El libro adopta la forma de un intercambio denso pero ágil, en el que se alternan el análisis histórico, la crítica cultural y la reflexión política.
Uno de los ejes centrales es el diagnóstico de la crisis de la izquierda. Ambos coinciden en que, en las últimas décadas, los partidos progresistas se alejaron de sus bases tradicionales, adoptando una lógica tecnocrática y meritocrática que terminó beneficiando a las élites bien formadas. Piketty recuerda cómo Bill Clinton, durante su mandato, impulsó políticas neoliberales como la desregulación financiera y la reforma punitiva del sistema de bienestar, al tiempo que promovía acuerdos de libre comercio que afectaron de forma directa a los sectores industriales. Sandel observa que esta transformación no fue solo económica: “La izquierda ha olvidado la importancia del reconocimiento moral”, dice, apuntando a una política que deslegitimó las formas de vida no asociadas al éxito académico o profesional.
El mérito
También se aborda el papel del discurso del mérito en el reforzamiento de la desigualdad. Sandel retoma aquí una de sus ideas más conocidas: la “arrogancia meritocrática”. Aquellos que triunfan creen merecerlo todo, mientras que los que fracasan lo viven como una culpa personal. Piketty se muestra de acuerdo en que esa narrativa sirvió de base ideológica para justificar la concentración de riqueza en una minoría, incluso dentro del campo progresista. “La igualdad de oportunidades es una trampa si no se combina con una redistribución real de los recursos”, afirma.
A lo largo de la conversación emergen distintas posiciones sobre qué tipo de políticas serían deseables o viables, pero lo que predomina es la preocupación compartida por el desdibujamiento del ideal igualitario en el discurso político dominante. Hay coincidencias y matices, pero sobre todo una voluntad de recuperar el debate sobre lo que una democracia debe a sus ciudadanos, más allá de los resultados económicos.
Ambos coinciden en que la izquierda debe asumir un nuevo relato político que no se limite a los indicadores económicos. Frente al nacionalismo identitario y la tecnocracia globalizada, proponen reconstruir una noción de igualdad que incluya no solo ingresos, sino también dignidad, reconocimiento y poder político. La conversación, aunque en tono cordial, no elude fricciones: Piketty es más estructural, Sandel más ético, pero en esa tensión se despliega gran parte del interés del libro. A lo largo de sus páginas se percibe la voluntad no solo de analizar el presente, sino de imaginar de forma realista un futuro político distinto.
La corte del Führer
¿Cómo pudo el nazismo ejercer tal influencia siniestra?
El auge de políticos populistas sin escrúpulos, a los que les resbala la veracidad de lo que dicen, y la expansión de las redes sociales son los motivos confesos que han llevado a Richard J. Evans, catedrático emérito de Historia en la Universidad de Cambridge, a escribir un nuevo libro sobre el nazismo, después de su trilogía sobre el Tercer Reich. Lo explica en la introducción de Gente de Hitler, un libro que se aproxima esta vez a la Alemania nazi desde 22 historias de personas que hicieron posible la mayor pesadilla del siglo XX: del propio Adolf Hitler a Leni Riefenstahl; de Heinrich Himmler a Adolf Eichmann, pasando por Hermann Göring y Joseph Goebbels.
El propósito es distanciarse de la idea largo tiempo predominante —unos depravados, unos psicópatas— para intentar comprender qué llevó a tantos hombres y mujeres normales, muchos de ellos de clase media, a apoyar un régimen siniestro.
Una fábrica de dinero
'Copyright' explora cómo la propiedad intelectual es hoy un motor de desigualdad
El copyright otorga a los creadores el derecho exclusivo a percibir un dinero por su obra, servicio o imagen. A nadie se le ocurriría discutir que en su momento Charles Dickens o Victor Hugo cobraran gracias a un esquema de este estilo. Sin embargo, en las peleas por la propiedad intelectual de hoy no suelen participar creadores y piratas. El sistema está dominado por multinacionales que controlan una fuente de cuantiosos ingresos. Como cuando Sony compró los derechos para explotar la música de Bruce Springsteen por 550 millones de dólares, mucho menos de lo que espera recaudar hasta finales del siglo XXI.
En Copyright, David Bellos y Alexandre Montagu critican la deriva que ha seguido el negocio de la propiedad intelectual, que describen como "la mayor máquina de hacer dinero" de hoy. El imperio de gigantes como Apple, Amazon, Meta, Alphabet y Microsoft se basa en el control del material de copyright, mayormente intangible, con el que ejercen un "dominio feudal".
El libro, que bucea en la historia de un derecho que se ha ido expandiendo por los videojuegos, la arquitectura, la danza, la información y hasta la ropa, tiene interés porque explora un tema poco estudiado: cómo a través del copyright se genera desigualdad
Una visión geográfica del empleo
Elocuente dibujo del mapa cambiante del trabajo
El desempleo es una de las fuentes principales de malestar en el mundo. Ricardo Méndez, profesor honorífico de Geografía de la Universidad Complutense, aborda en este libro las diferentes realidades del mundo del trabajo que coexisten en el mundo. Estima, de acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que el déficit real de empleo, que incluye a quienes lo necesitan realmente, supera los 435 millones de personas. Es decir, una de cada nueve en edad activa.
El autor subraya el desplazamiento en la distribución geográfica del empleo y del desempleo, con una concentración que supera los 2.000 millones de ocupados en la periferia de Asia. En cambio, el mayor déficit de empleo se localiza en el África Septentrional y Subsahariana (20%), junto con Oriente Próximo (33%), donde el crecimiento demográfico y la guerras generan movimientos migratorios hacia Europa. Es un valioso trabajo que apela una mayor participación de los geógrafos en las investigaciones y propuestas para reducir el paro.
Seguridad no belicista
Una propuesta articulada y rigurosa para una política alternativa de defensa
El investigador Vicenç Fisas lleva más de 40 años escribiendo propuestas muy sólidas contrapuestas al mantra de “si quieres la paz, prepara la guerra” desde un pacifismo riguroso, con los pies en el suelo y conocedor de cómo funciona el mundo. Pese a que su último trabajo surge de la urgencia ante los nuevos vientos belicistas que se han levantado en todas partes, Europa incluida, tiene detrás décadas de estudio y está tan conectado a la realidad de hoy que incluye casi 80 propuestas, concretas y perfectamente viables, para avanzar hacia un paradigma de seguridad alternativo a la carrera belicista sin tener que recurrir a consignas de otras épocas. Fisas es capaz de mirar de frente los grandes retos y las muchas amenazas de nuestro tiempo y está convencido de que la mejor forma de abordarlos no es negándolos, sino aplicando una terapia distinta a la prescrita. Una propuesta que merecería ser debatida al máximo nivel.
Contra la tiranía del automóvil
Al usar menos el coche descubrimos que, en realidad, no lo necesitábamos tanto como creíamos
La expansión del automóvil ha ido demasiado lejos y es preciso frenarla. Es la idea central de un libro que nos pone ante una trascendental tesitura: o empezamos a deshacer lo que hemos hecho en un siglo para crear un mundo dominado por el coche particular, a costa de los peatones y los ciclistas, o podemos seguir construyendo carreteras y contaminando la atmósfera hasta que todos vivamos en un erial de asfalto.
Sostiene el autor, corresponsal del semanario The Economist en el Medio Oeste de EE UU, que por culpa del automóvil nuestras ciudades son más feas y más peligrosas, el aire es menos respirable y pasamos buena parte de nuestras vidas en atascos. Mientras tanto, el planeta en el que vivimos se calienta de forma insostenible, también por culpa de las emisiones de los vehículos a motor, que constituyen en torno al 25% de las emisiones de CO2. Knowles advierte de que estamos atrapados en un círculo vicioso: cuanto más espacio cedemos al coche, más domina nuestras vidas. “Los fabricantes de automóviles quieren convencernos de que conducir equivale a libertad. Pero en realidad, nos estamos encerrando en una enorme prisión hecha de celdas metálicas en movimiento”, afirma.
El libro huye de opciones maximalistas y presenta algunos ejemplos esperanzadores. No se trata de obligar a nadie a renunciar al coche, sino de potenciar alternativas mejores, como viajar en transporte público o en bicicleta, andar más y vivir en urbes densamente pobladas en lugar de barrios de las afueras donde no hay más opción que las cuatro ruedas para moverse. “Un futuro con menos coches no significa forzosamente un futuro con ningún coche”, escribe el autor. “Siempre habrá viajes que se hagan mejor en coche y querer disfrutar de la comodidad de un vehículo particular no es nada inmoral”. Propuestas como las de Ámsterdam, París o Copenhague demuestran que es posible cambiar el modelo para vivir mejor y ayudar a salvar el planeta.
Feminismo de clase obrera
Un grito para entrelazar luchas y darle una perspectiva política
En los últimos años, la izquierda parece a menudo perdida en un sinfín de debates muy intelectuales que generan barreras tribales y falsas dicotomías entre luchas que solían discurrir juntas y que, de pronto, aparecen como banderas en trincheras irreconciliables.
Este libro va en dirección contraria: escrito por una politóloga joven nacida en Portugal y curtida en la Universidad Complutense de Madrid y en el barrio de Carabanchel, que exhibe con orgullo su adscripción a la clase obrera y a las periferias urbanas, supone una especie de grito generacional para volver a conectar todas estas luchas en un marco de conciencia de clase y, sobre todo, enlazarlas con la experiencia cotidiana de gente de carne y hueso que lucha para salir adelante día a día. Y con el foco puesto en las mujeres, que deben hacer frente a un terreno de juego especialmente adverso, que parece definido para dejarlas siempre en los márgenes.
El feminismo como motor
En realidad, el motor de esta renovada lucha de clases no sería ya estrictamente el conflicto entre capital y trabajo, sino el feminismo con conciencia de clase, que vendría a ser una actualización de ese “fantasma que recorre Europa”, que Karl Marx atribuía al comunismo: el feminismo como eje central de una propuesta emancipatoria moderna en lugar del complemento —en última instancia, por tanto, prescindible— permanentemente a la espera de tiempos futuros que nunca acaban de llegar, que era el papel en que solía acabar confinado el feminismo en la tradición realmente existente del movimiento obrero y de la izquierda.
Este libro se ha construido con entrevistas a un centenar largo de mujeres, de perfiles muy variados desde todos los puntos de vista —generacional, profesional, entorno cultural, etc.—, pero que tienen en común haber tenido que lidiar no solo con un sistema a menudo despiadado, sino también con un machismo estructural impregnado en casi todos los poros de nuestra sociedad, incluyendo aquellos ámbitos que se suponía que lo combatían. La autora va recorriendo, con la ayuda de las vivencias de este centenar de mujeres empapadas de vida y ansias de libertad, ámbitos como el urbanismo, el trabajo, el activismo, la educación y la sanidad, entre otros, y los conecta con una extensa bibliografía: de este encuentro va surgiendo un retrato profundo de la sociedad y de sus injusticias que es, a la vez, un grito de indignación y también un programa de emancipación.
El feminismo no es patrimonio de la izquierda y, en ocasiones, ha sido incluso una víctima de las izquierdas que han llegado al poder. Pero el feminismo con conciencia de clase, que es el que se expresa en este libro como una llamada a la acción y a la lucha, es también muy diferente del feminismo de raíz liberal, que suele omitir todas las barreras estructurales —muchas de ellas, económicas— que impiden avanzar hacia una igualdad real y que solo tiene posibilidades de ser alcanzada, a lo sumo, por unas pocas mujeres de clases privilegiadas.