Feminismo con gozo
Una invitación a liberarse de los corsés del patriarcado
En este breve e incisivo ensayo, la psicóloga Sara Berbel y el filósofo Bernat Castany hacen converger sus miradas, y la de sus respectivas disciplinas académicas, para identificar los contornos del patriarcado —incluidos sus hilos ocultos— y proponer acciones para demolerlo, en beneficio, sobre todo, de las mujeres pero también de los hombres y del planeta.
El título es un juego de palabras que combina abecedario —el libro se articula a partir de conceptos, originales y bien hilvanados entre sí— y obedecer, identificado como el principal muro que se llama a derribar. Los autores se proponen articular "estrategias para la desobediencia" a partir de la joie de vivre y el anhelo de libertad, del interés común de hombres y mujeres y de la necesidad de conectar esta lucha con las que aspiran a superar el capitalismo.
El libro funciona como una buena introducción al feminismo y una invitación ilusionante a recorrer, desde el gozo y la camaradería, un camino imprescindible para todos.
Amor para una sociedad más justa
Un manifiesto aboga por “un eros político y revolucionario”
Por este libro de la periodista y italiana Jennifer Guerra desfilan filósofos marxistas y revolucionarios como Marx, Engels, Lenin y Gramsci para sustentar la tesis de que el amor es un arma útil para combatir y derrotar al capitalismo. Guerra ve el amor como “una herramienta de supervivencia dentro de un sistema de dominación” y concluye que no es un estado de gracia ni un objetivo lejano, sino “una práctica cotidiana de resistencia que nos recuerda que también hay algo hermoso y bueno en una realidad difícil de cambiar. Y, sobre todo, que si no podemos cambiar la realidad, al menos, podemos cambiarnos a nosotros mismos”.
La autora parece poco optimista en la capacidad del amor para derrotar pronto al capitalismo pero al ser una necesidad imperiosa si queremos construir una sociedad más justa habría que sumarse a esa guerra amorosa contra el capital que nos propone en su libro.
La mutación digital del capitalismo
Varoufakis advierte de que la privatización de Internet ha creado un monstruo
El economista grecoaustraliano Yanis Varoufakis es un excelente traductor del complicado mundo de la economía y usa un lenguaje asequible que puede entender todo el mundo. Con Varoufakis se aprende mucho y de manera amena. Sin duda, está mejor dotado para la docencia y la escritura que para la política, como él mismo pudo comprobar durante los seis meses de 2015 en que ejerció como ministro de Finanzas de Grecia en el Gobierno de Alexis Tsipras.
Después de explicar con sencillez cómo funciona el capitalismo a su hija en Economía sin corbata (Destino, 2015), afirma en su nuevo libro que el capitalismo ha muerto. Y su tesis es que lo que lo ha matado es... el propio capital, en concreto, una nueva forma de capital surgida en las dos últimas décadas.
En su opinión, esta mutación se ha producido por dos hechos primordiales: la privatización de Internet a cargo de las grandes tecnológicas estadounidenses y chinas y la manera en que los gobiernos occidentales y los bancos centrales respondieron a la gran crisis financiera de 2008. En esta ocasión, Varoufakis dialoga con su padre, un ingeniero izquierdista a quien explica la mutación del capital clásico en este nuevo “capital en la nube”. El autor trata de responder a la siguiente pregunta de su progenitor: “Ahora que los ordenadores hablan entre sí, ¿conseguirá esta red que el capitalismo sea imposible de derrocar, o bien revelará por fin su talón de Aquiles?”. Varoufakis acaba con una doble respuesta: “Hay una noticia buena y otra mala”.
La mala es que Internet engendró una forma de capital que mató el capitalismo y lo sustituyó por algo mucho peor. La buena es que ahora tenemos a nuestra disposición herramientas que ni los soviéticos ni los socialdemócratas tuvieron y con la que podríamos restaurar unos bienes comunales nuevos”.
Hacienda no somos todos
Las rentas altas disponen de una amplia gama de recursos para no pagar a Hacienda. Muchos son, sorprendentemente, legales
Hasta el propio José María Aznar, ex inspector de Hacienda y hombre poco sospechoso de progresismo en materia tributaria, reconoció en enero de 1998, siendo presidente del Gobierno, que con el sistema fiscal español, “los ricos no pagan impuestos”. Es una idea con la que es difícil no estar de acuerdo en vista de la amplia gama de recursos de que disponen las rentas más altas para aliviar su carga fiscal, algunas permitidas por el sistema y otras directamente ilegales.
Este libro arranca con una afirmación descorazonadora: casi medio siglo después de la entrada en vigor de la Constitución, no puede decirse que se cumplan los principios de igualdad y progresividad que deberían inspirar nuestro modelo fiscal, recogidos en el artículo 31.1. Sus autores, dirigentes del Sindicato de Técnicos de Hacienda (GESTHA), inician así un repaso a la vez didáctico y crítico de la evolución del sistema tributario español, acompañado de pautas para una reforma mil veces aplazada.
A su juicio, son múltiples los motivos por los que el actual modelo impide avanzar hacia una sociedad más igualitaria. Estos son solo algunos: 1) el excesivo peso de los impuestos indirectos, como el IVA, con relación a los directos; 2) la menor tributación de las rentas del capital con respecto a las rentas del trabajo; 3) el alto grado de fraude; 4) las amnistías fiscales; 5) la competencia a la baja de algunas comunidades autónomas; 6) una presión fiscal inferior a la de los países más avanzados de la UE; 7) un código penal benévolo con el evasor; 8) una economía sumergida estimada en el 23% del PIB, y 9) la escasa conciencia tributaria de amplias capas de la población.
Un ejemplo de la pérdida de progresividad e igualdad del modelo tributario español es la bajada del tipo máximo del IRPF desde su creación, en 1978. Tras acercarse al 70% en la década de 1980, durante la década siguiente se redujo en 10 puntos porcentuales y siguió descendiendo hasta el 47% vigente. La llamada dualidad del IRPF — la existencia de dos tarifas distintas según se trate de rendimientos del trabajo o de rendimientos del capital— también ayuda a las rentas altas a contribuir menos.
Dos mantras
La utilización de empresas —a veces sin medios materiales, sin empleados y sin actividad— es una de las formas más habituales de eludir por completo el pago del IRPF o de reducir su tributación. Una figura especialmente controvertida —la favorita de muchas grandes fortunas españolas— son las llamadas sociedades de inversión en capital variable (SICAV), que tributan al 1% en vez del 25% del impuesto de sociedades.
Los autores echan por tierra dos dogmas neoliberales: que subir impuestos reduce la recaudación y que la progresividad del sistema tributario es un lastre para el crecimiento económico. En su opinión, el reto que supone la transición digital y climática hace necesaria una reforma fiscal que aumente la recaudación— obligando a pagar a los más pudientes y a las grandes empresas—, equipare a España en presión fiscal y en gasto social con los países de nuestro entorno y ayude a cumplir, por fin, los principios de justicia fiscal establecidos en la Constitución.
El turismo con mirada crítica
Un libro para repensar el turismo, con el enfoque de grandes intelectuales
Ernest Cañada, ya un referente en el análisis anticapitalista del turismo, edita junto con Ivan Mur y Clément Marie dit Chirot este libro en el que escriben personas del mundo de la investigación y la academia. Analizan el turismo desde la perspectiva de grandes pensadores y pensadoras, desde Henri Lafebre o David Harvey hasta Doreen Massey, Nancy Frases, Vandana Shiva y Thomas Piketty, entre otros. Todos los análisis están hechos por personas que colaboran habitualmente con Alba Sud, think tank catalán especializado en investigación y comunicación para el desarrollo.
El objetivo es reactivar el debate sobre las teorías críticas sobre un asunto como el turismo, que —según el libro — “está siendo analizado sin suficiente profundidad y en el que aspectos centrales de su funcionamiento no logran ser entendidos ni problematizados”.
Política y vida
Las elecciones políticas tienen que ver con la percepción de la vida
El título del libro puede descolocar, porque vivimos en compartimentos estancos. ¿Política, espiritualidad y emociones, todo junto? La politóloga Natalia Millán desafía la frontera entre la vida cotidiana y el poder, la política y las relaciones con la comunidad. Y advierte de que solo superando esta barrera será posible construir sociedades más humanas, democráticas y armoniosas.
El actual sistema económico — competitivo, individualizador y patriarcal— fomenta esta conciencia fragmentada y tiene que ver con las elecciones políticas, como refleja el hecho de que los sistemas autoritarios se basen en negar al otro. Desde una visión amplia de la política, Millán se siente libre para relacionar el homo economicus con la concepción budista del “ego”, esa mente siempre ávida de reconocimiento que todo lo juzga, compara y califica. No se trata de desacreditar la importancia de la razón, sino de no reducir al ser humano a ente objetivo y racional, y de destapar cómo nuestra concepción de lo humano y lo político se basa en un sistema de creencias ligado al cartesianismo. Las creencias pueden cambiar, así que puede cambiar. Es clave que en este análisis no se olvida la dimensión comunitaria y colectiva de la existencia.
Legitimar el desprecio a los pobres
Obra póstuma de un brillante economista marxista
Michel Husson (1949-2021) fue uno de los economistas marxistas de referencia en la tradición de la izquierda francesa surgida de la IV Internacional, que en España se agrupa sobre todo alrededor de Viento Sur. Ahora la revista coedita con Sylone la obra póstuma de Husson, que combinó el activismo militante con una sólida carrera en el Instituto Nacional de Estadística y Estudios Económicos (INSEE), lo que le convirtió en una figura respetada al margen de ideologías.
Editado y corregido por dos colaboradores tras su muerte, este libro exhibe erudición y radicalidad: recorre la historia del pensamiento occidental moderno y encuentra trazas de darwinismo social y hasta de eugenismo en la obra de muchos académicos, incluso progresistas. Ello explicaría, a juicio del autor, el desprecio de la economía oficial hacia los pobres y excluidos, así como el intento de culpabilizarlos de su desdicha. Provocador, pero muy argumentado.
Breve y esencial
Una invitación a desprendernos de lo accesorio
Este ensayo del consultor de comunicación Antoni Gutiérrez-Rubí, socio de Alternativas económicas, reivindica la brevedad en tiempos especialmente acelerados en los que tan fácil es perderse por las ramas de lo accesorio mientras la vida se nos escapa sin darnos cuenta. Lo hace, como no podía ser de otra manera, con brevedad, buceando en las enseñanzas de los sabios y en los refranes de la sabiduría popular, para reivindicar un concepto y una práctica que, como expresa la máxima atribuida a Blaise Pascal que se recuerda en el libro, no es nada fácil de alcanzar: “Si tuviera más tiempo, habría escrito una carta más corta”.
El autor reivindica la brevedad no únicamente por motivos de ahorro de tiempo —lo que ya sería suficiente en esta época de dispersión —, sino también por el gran valor de despojarse de todo lo accesorio y quedarse con lo esencial. Un ensayo breve con una lección esencial: misión cumplida.
En el infierno de las minas del Congo
Los mineros extraen en condiciones de esclavitud el metal esencial para fabricar las baterías de los teléfonos móviles y los coches eléctricos
Pocos países han sido bendecidos con una abundancia de recursos naturales como el Congo, y ninguno ha sido tan explotado. Durante décadas, las potencias coloniales esquilmaron sus reservas de marfil, diamantes y caucho, convirtiendo a sus habitantes en esclavos. Ahora le toca el turno al cobalto, un metal esencial para fabricar las baterías recargables de los teléfonos móviles y los coches eléctricos.
Siddharth Kara, catedrático de la Academia Británica especializado en esclavitud y derechos humanos, se adentra en las zonas mineras de la República Democrática del Congo (RDC) para comprobar que las cosas apenas han cambiado desde la época colonial. Denuncia Kara que el cobalto está contaminado por diversos grados de abuso, incluyendo esclavitud, trabajo infantil, salarios de miseria, muerte y daños medioambientales.
Las empresas que compran el metal para fabricar sus productos aseguran que respetan los derechos humanos y que contribuyen al desarrollo de una de las regiones más pobres de África, pero no siempre es así. Para Kara, la situación solo puede mejorar “si las falsedades promulgadas por las partes interesadas acerca de las condiciones en que se extrae el cobalto son reemplazadas por la realidad que viven día a día los propios mineros”.
Los recursos naturales han sido una maldición para los congoleños. La RDC ocupa el puesto 175 de 189 en el índice de desarrollo humano de la ONU, buena parte de su población vive en la pobreza y la esperanza de vida es de 60,7 años. De aquí a 2050, se prevé que la demanda de cobalto se cuadruplique —gracias al auge del coche eléctrico—, y no hay otro lugar en el mundo con esa cantidad de cobalto que no sea la RDC. Como nos recuerda el autor de este magnífico libro, la catástrofe humana y medioambiental de este país es la que mantiene nuestro estilo de vida en funcionamiento.
La cuna holandesa del capitalismo
Una desigualdad bajo control, una notable cultura de consenso y una robusta sociedad civil
¿Por qué algunas sociedades prosperan y otras no? Esta es la pregunta que, como trasfondo, plantean los profesores de historia económica Maarten Prak y Jan Luiten Van Zanden en Pioneros del capitalismo. Si bien los autores de este libro no afirman que los territorios que hoy constituyen los Países Bajos —una región marginal a principios del siglo XIV— inventaran el sistema capitalista, sí reivindican que fueron uno de sus precursores, cosa que no suele formar parte de nuestro imaginario.
Algunos indicios de este origen quedan documentados en una obra que llega después de tres décadas de investigación y que cubre un vasto periodo de la vida económica y social del país, desde el año 1000 a 1800: en 1500, por ejemplo, solo una cuarta parte de la población activa de Holanda trabajaba en la agricultura. Y en todo el territorio, entre el 40% y el 60% de la población dependía en su totalidad o en parte del trabajo asalariado, incluso en las zonas rurales. Había, pues, surgido ya un mercado laboral, a la par que se gestaba un mercado de capitales (con bajos tipos de interés), mientras las tierras cambiaban con facilidad de manos y los productos básicos se comerciaban también con el exterior.
El libro interrelaciona de forma magistral la relación entre sociedad, instituciones, mercado, Estado y hasta religión, en la construcción de la que en el siglo XVII sería la economía más rica y productiva del mundo.
Espíritu comercial
Atraviesa la obra lo arraigado que está el espíritu comercial en la sociedad neerlandesa. Baste la anécdota inicial que sirven los autores: en la celebración nacional más relevante del país, el llamado Día del Rey, la ciudadanía busca los cachivaches que no utiliza y se lo pasa bomba comprando, vendiendo y regateando. Pero junto a ese espíritu, fueron factores de prosperidad la robustez de la sociedad civil —el dinamismo de los gremios y la colaboración entre ciudades, con unas instituciones que dejaban espacio a las iniciativas desde abajo—, una cultura política basada en los consensos y un nivel comparativamente bajo de desigualdad, circunstancia esta última que cambió en el siglo XVIII.
En la consolidación del capitalismo neerlandés desempeñaron un papel relevante la Compañía Holandesa de las Indias Orientales, dominante en la economía del país durante 200 años, y dos entidades financieras: el banco público de cambio Wisselbank y el banco de crédito público Bank van Lening, antesala de los bancos centrales. Es interesante cómo Prak y Van Zanden vinculan el naciente capitalismo con la rebelión neerlandesa contra el poder del imperio hispánico de Felipe II y el papel de la Iglesia en todo ello. Los autores no rehúyen la doble moral aplicada en materia de esclavitud: impensable en los Países Bajos pero en absoluto problemática en sus colonias.
Más allá de la historia, Pioneros del capitalismo va y viene, además, entre el pasado y debates académicos y muy actuales sobre la naturaleza del capitalismo y sus distintos modelos, sobre sus particularidades respecto de la economía de mercado o sobre la desigualdad social.