Trabajar menos, o nada
El decrecimiento como respuesta a las promesas fallidas con relación al trabajo
Serge Latouche explica en este breve ensayo de qué forma han sido traicionadas tres promesas de la modernidad inviables, según su parecer, en el sistema capitalista: trabajar menos pero ganando más, intentar que todo el mundo trabaje de forma más agradable y en el marco de una civilización de ocio creciente (de la mano del teletrabajo o del autoemprendimiento) y no trabajar en absoluto gracias a las nuevas tecnologías. Un imaginario liberador que contrasta con una realidad de "trabajos de mierda", en palabras de David Graeber.
El filósofo y economista defiende que es posible una reducción cuantitativa y una transformación cualitativa del trabajo, hasta lograr la abolición de la relación salarial, mientras se avanza hacia una sociedad de "abundancia frugal".
Es un buen libro para explorar nuestras contradicciones: compramos la idea del fin del trabajo por el avance de las máquinas, pero vemos una utopía la idea de abolir el trabajo como preconiza el decrecimiento.
Un amigo útil de los Aliados contra Hitler
Sin el radar, ¿cómo gestionar más de 100.000 aviones al día, evitar colisiones de barcos o medir la velocidad del coche?
Tampoco aterrizar en la Luna habría sido posible sin el radar, fruto de usos militares primigenios como detectar a un enemigo en la niebla. El catedrático de Electrónica Ignacio Mártil honra su capacidad divulgadora en un libro que aúna historia y ciencia y que narra la historia del siglo XX desde una óptica original, con este instrumento como hilo.
Acompañado de dibujos, documentos, fotografías, esquemas y referencias de consulta, Mártil valora el peso decisivo de este instrumento en determinados episodios bélicos para que los Aliados pudieran vencer, finalmente, a los nazis. De especial interés resultan aspectos como quién ordenó, quién investigó y quién financió su desarrollo, pues se le destinaron más fondos que al rey de los programas, el Manhattan, para conseguir la bomba atómica.
El libro cubre desde las ecuaciones de Maxwell, que a finales del siglo XIX derivaron en la existencia de las ondas electromagnéticas, hasta después de la Segunda Gran Guerra. Culmina en cómo ha cambiando el mundo, empezando por las ciencias de los semiconductores.
El fin de la modernidad
Reflexiones en torno a la "delgada piel" que recubre la Tierra para hacerla habitable
La incapacidad de dar una respuesta a la catástrofe ecológica, su negación, es, para el sociólogo y filósofo Bruno Latour, "el gran enigma" del siglo XX. Pero el intelectual francés, recientemente fallecido, no se instala en el catastrofismo. Ve una oportunidad de recivilización.
En sus conversaciones con Nicolas Truong incluidas en el libro Habitar la tierra, Latour se recrea en la transformación que debe movernos desde la idea de modernizar hasta la de ecologizar. Porque la modernidad se acabó. Hasta ahora, modernidad equivalía a avances, a progreso, y frenarla significaba ser arcaico, defender el atraso. Pero hoy ya no se puede seguir queriendo modernizar el planeta entero, apunta, salvo si se quiere que sea inhabitable para la especie humana.
Estas conversaciones llenas de giros imprevistos, en las que Latour confiesa su amor a la filosofía —a la sabiduría inalcanzable—, sirven de hilo conductor a un pensamiento que toca muchas teclas: la ecología, pero también el derecho, la religión, la política, la ciencia, las técnicas e, incluso, los modos de existir de personajes literarios capaces de sostenerse a lo largo de los siglos.
Cancelación y progresismo
Un alegato desde la izquierda tradicional contra la cultura ‘woke’
La escritora Carmen Domingo, con una larga trayectoria de izquierdas y feminista, aborda en este ensayo cómo la cultura de la cancelación, que presiona para acallar opiniones que se consideran inadmisibles en el debate público, es cada vez más importante, también en España, en ambientes progresistas muy influidos por los movimientos woke de defensa de las minorías desde posiciones identitarias.
Es un libro escrito desde la indignación ante lo que considera el auge de un “nuevo macartismo”, pero esta vez impulsado por movimientos progresistas que, en opinión de la autora, poco tienen en realidad que ver con las bases de la izquierda, sino que responden a corrientes posmodernas centradas en los sentimientos personales más que en los proyectos emancipatorios con origen en la desigualdad económica.
El choque de ambos enfoques está fracturando las izquierdas. Este libro ayuda a entender la perspectiva de la izquierda tradicional.
Decrecer para vivir mejor
La obsesión por el crecimiento del PIB nos conduce al desastre, sostiene el antropólogo económico Jason Hickel
Caminamos como zombis hacia una extinción masiva causada por la actividad económica humana. Con esta advertencia comienza el último trabajo de Jason Hickel, elegido uno de los libros del año 2021 por Financial Times. Para el autor, la gran responsable de la catástrofe que se avecina es la obligación de crecer constantemente que nos impone el sistema capitalista. Los defensores del crecentismo creen que por muy rico que se vuelva un país, la economía tiene que seguir creciendo indefinidamente, y que renunciar a ese objetivo equivaldría a renunciar al progreso humano. A pesar de la evidente crisis climática, es una idea que aún comparten muchos economistas y la mayoría de los políticos, tanto de de derechas como de izquierdas.
Hickel pone en cuestión ese relato y asegura que, una vez superado cierto umbral, un mayor producto interior bruto (PIB) no es necesario para mejorar el bienestar humano, reducir las desigualdades y salvar el planeta. Al contrario: la búsqueda constante del crecimiento en los país ricos no hace sino agravar la crisis climática, la inestabilidad política y problemas médicos como el estrés y la depresión, causados por el exceso de trabajo y la falta de sueño, así como enfermedades derivadas de la contaminación: diabetes, cardiopatías, insuficiencias respiratorias, etc.
Asumir la nueva realidad requiere, según el profesor de la Universidad Autónoma de Barcelona y de la London School of Economics, un “profundo cambio de conciencia” y nuevas formas de concebir nuestra relación con el mundo alejadas de los dogmas del capitalismo. Para avanzar en esa dirección, propone medidas como poner fin a la obsolescencia programada, limitar la publicidad, pasar de la propiedad al usufructo, acabar con el desperdicio de alimentos, reducir el tamaño de las industrias contaminantes y trabajar menos horas. La buena noticia, piensa Hickel, es que todo ello es absolutamente factible: “El decrecimiento comienza siendo el proceso de tomar menos de nuestro entorno —afirma—, pero acaba abriendo todo un mundo de posibilidades”.
Las crecientes grietas del capitalismo
La suma de crisis sistémicas en lo que va de siglo evidencia el fin de la hegemonía del sistema económico dominante
Ricardo Méndez, que ha sido catedrático de Geografía Humana de la Universidad Complutense y profesor del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), hace en este libro una pedagógica exposición de las sucesivas crisis sistémicas y globales (financiera, sanitaria, bélica y medioambiental) que han marcado el primer cuarto del siglo XXI y de las alternativas que se están desarrollando.
El texto dedica especial atención al proceso de financiarización de la economía, que se caracteriza por el aumento del poder de los actores financieros en la sociedad y su impacto negativo sobre la seguridad alimentaria, la salud y el agua. Un indicador de este proceso es el fuerte crecimiento de la deuda global, que ha pasado de representar el 110% del producto interior bruto (PIB) mundial en 1980 al 247% en 2021. Con la singularidad de que la mayor parte de este endeudamiento corresponde al sector privado (empresas y familias), lo que en opinión del autor “contradice la frecuente referencia a un excesivo endeudamiento público que, con ser elevado, representa el 96% del PIB”.
Uno de los hilos conductores del libro apunta a que el capitalismo global, neoliberal y financiarizado conduce a una trayectoria autodestructiva que lo hace inviable frente a los desafíos de este siglo. Para el autor, las crecientes evidencias de “la insostenibilidad económica, social y medioambiental plantean un inevitable proceso de transición”.
Sin ánimo de ofrecer soluciones programáticas, el profesor Méndez, bien conocido por los lectores de Alternativas económicas, expone un útil compendio de las respuestas más relevantes que se han desarrollado en los últimos años para reformar el capitalismo. Destacan, en primer lugar, las iniciativas neokeynesianas, inspiradas en el pensamiento del economista británico John Maynard Keynes, que propugnan una mayor intervención del Estado. En esta línea incluye las ideas del nobel estadounidense Joseph Stiglitz, que aboga por “un capitalismo progresista”, o la propuesta del malogrado Emilio Ontiveros para “evitar el papanatismo globalizador”.
Un paso más allá en la dirección de una mayor participación pública se encuentra la sugerencia de Mariana Mazzucato, que estima que ante la magnitud de la crisis, “es necesario que los gobiernos intervengan con una perspectiva de largo plazo”. Y desde una óptica más fiscal recoge las ideas de Thomas Piketty que defienden la intervención del Estado para modificar la distribución del ingreso y reducir las desigualdades.
Por otra parte, destaca la pluralidad de iniciativas de la economía alternativa (cooperativas de trabajo, empresas de inserción, bancos de tiempo, monedas sociales y banca ética, entre otras), que, a pesar de sus limitaciones, aportan un cambio sustancial por sus nuevos principios (reciprocidad, ayuda mutua, inclusión social, sostenibilidad ambiental...). El autor no oculta las dificultades de estas iniciativas para competir con la economía convencional. En todo caso, predica con el ejemplo y ofrece el acceso libre de este bien documentado texto.
El texto que puede descargarse gratuitamente en el siguiente enlace.
Luz sobre las brigadistas de la Lincoln
La historia de 20 mujeres de EE UU que arriesgaron sus vidas en la guerra civil española.
La catalana Helena G. Vancells descubrió en Nueva York el arrojo de las mujeres brigadistas que apoyaron la República española en 1937 como miembros de la Brigada Abraham Lincoln y decidió dar visibilidad a 20 de ellas. Sus testimonios sobre los bombardeos y sobre sus propias motivaciones —se sentían en el primer asalto contra el fascismo en Europa— resultan impactantes. Hubo quien había dejado en casa a una hija pequeña, como la trabajadora social Lini De Vries. Y quien, como Evelyn Hutchins, condujo ambulancias bajo el fuego 18 horas al día. La exjefa de enfermeras del Hospital de Harlem Salaria Kea, afroamericana, había sufrido discriminación racial. Y Virginia Cowles estrenó una aclamada carrera como corresponsal de guerra. La mayoría, a su regreso a EE UU, mantuvo su activismo y sufrió la persecución del FBI.
Ecologismo radical
El autor acusa a buena parte del movimiento ecologista de sucumbir al reformismo verde.
En un libro sin concesiones ya desde el mismo título, Alfredo Apilánez da por hecho que el sistema capitalista es irreformable y que cualquier intento de corrección sirve de poco o de nada, especialmente si se trata de combatir la emergencia climática. Tras confesarse libre, en tanto que outsider, y a la vez buscando rigor en constantes referencias bibliográficas, el autor ahonda en el contraste entre el conocimiento científico sobre la devastación del medio natural derivada de las dinámicas capitalistas y una reacción que ve "pusilánime", cuando no "irresponsable".
Este economista y profesor de ciencias sociales reclama un movimiento ecologista a la ofensiva, en dirección anticapitalista y antiestatista. Para Apilánez, es realista imaginar un mundo sin dinero y una sociedad basada en la "frugalidad voluntaria". Sugiere un camino: ampliar y coordinar las experiencias existentes de autogestión, que concibe como "grietas" en el muro del capital, si bien admite que los obstáculos al crecimiento de estos ensayos son "ciclópeos". En su envite, critica aspectos del decrecentismo y la ecología política, el productivismo de los regímenes comunistas, los ideales ecoleninistas y la renta básica universal.
Contra el populismo fiscal
El autor del excelente ‘Hacienda somos todos’ vuelve con un libro cargado de sentido común sobre los impuestos.
Francisco de la Torre logra algo extremadamente difícil: hacer comprensible una disciplina tan compleja como la política fiscal. Ya lo hizo con Hacienda somos todos (Debate, 2014) y vuelve a hacerlo con un nuevo libro cargado de sentido común y libre de dogmatismos, aunque escrito desde una perspectiva liberal como corresponde a un exdiputado de Ciudadanos.
De la Torre comienza criticando lo que llama populismos fiscales en sus dos variantes: la que sostiene que reducir las desigualdades, luchar contra el cambio climático y estimular el crecimiento se consigue con solo subir los impuestos, sin coste económico, y la que cree ciegamente en que bajar los impuestos es lo mejor para la economía en todo momento y lugar. En política fiscal, sostiene el autor, no hay recetas mágicas. En sus propias palabras: “es la compleja realidad, en algunos aspectos seguramente deprimente, pero que merece la pena contar.
Las farmacias desde dentro
Una apuesta para que el servicio público prime sobre el negocio.
Es imposible leer este libro, escrito por los hermanos Felipe y Raúl de la Fuente, sin que eso influya en la forma como vemos el servicio que nos ofrecen esos centros de preparación y dispensación de medicamentos y las personas que nos atienden.
Ser farmacéutica es “la profesión más bonita del mundo”, asegura la licenciada en Farmacia y divulgadora científica Gemma del Caño en el epílogo del libro. Sus autores seguro que coinciden, pero también ponen al descubierto un mundo que suele pasar inadvertido. Es un mundo donde se venden productos innecesarios, se engaña a los pacientes, convertidos en clientes, y a la Administración y se maltrata a los empleados. Es un mundo que los autores creen que es manifiestamente mejorable y que para ello requiere una sanidad pública más poderosa y unos ciudadanos mejor informados. Este libro es una apuesta por avanzar en esos objetivos.