Libros

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Otra realidad
Otra realidad
Yanis Varoufakis
Deusto
,
2021
240
páginas
19,95

Alternativas… de ciencia ficción

Por Pere Rusiñol

Una novela de Varoufakis para empujar hacia otro mundo.

Yanis Varoufakis perdió el pulso con Bruselas (su propio jefe le sacrificó), pero paradójicamente acabó convirtiéndose en una especie de celebridad global. Ello le supone contar con un potente altavoz que amplifica su mensaje, pero probablemente a costa de devaluar su autoridad como economista de máximo nivel, que lo es.

Este libro viene a ser un reflejo de esta contradicción: se trata de una novela de ciencia ficción que se sirve de personajes arquetípicos (una revolucionaria desencantada, una entusiasta de los mercados, etc.) para, a través del método socrático, mostrar que la evolución social y económica tras el crash de 2008 no es consecuencia de un designio divino, sino que existen alternativas al servicio de los ciudadanos.

Es un ejercicio pedagógico interesante, repleto de argumentaciones solventes, pero refuerza el perfil menos realista del académico: tiene alternativas, sí, pero parecen funcionar mejor en la ciencia ficción que en la dura realidad. 

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Comerciantes de atención
Comerciantes de atención
Tim Wu
Capitán Swing
,
2020
504
páginas
26,00

Publicidad y propaganda

Por Pere Rusiñol

Un recorrido por casi 200 años de bombardeo incesante para influirnos.

Los comerciantes de atención llevan casi 200 años perfeccionando sus métodos, siempre vinculados a los medios de comunicación hegemónicos en cada momento, para entrar en nuestras cabezas y llevarnos al huerto: ya sea para que compremos todo lo que no necesitamos, votemos a este o al otro e incluso para que lo dejemos todo y nos vayamos a la guerra porque nos lo pide el Tío Sam u otro tío.

Tim Wu, abogado estadounidense especializado en medios de comunicación y colaborador de The New York Times, ha escrito una vibrante, documentada y didáctica historia de la publicidad -más asociada a los fines comerciales- y de la propaganda -más vinculada a la política y la guerra-, con muchos ejemplos concretos que son también lecciones para nuestros días, en que las técnicas se han perfeccionado tanto que vamos todos corriendo a entregar nuestros datos (y hasta lo que somos) con la alegría de quien cree que le han hecho un regalo.

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¡Vergüenza! El escándalo de las residencias
¡Vergüenza! El escándalo de las residencias
Manuel Rico
Planeta
,
2021
412
páginas
18,90

Residencias: modelo fallido

Por Juan Pedro Velázquez-Gaztelu

Una minuciosa investigación periodística sobre lo ocurrido en los centros de mayores durante la pandemia.

Los datos oficiales cifran en 30.000 las personas fallecidas en las residencias de mayores a causa de la covid-19. Lo más probable es que sean 15.000 más, pues en las primeras semanas de la pandemia muchos residentes murieron sin que se les hiciera la prueba correspondiente. Manuel Rico, abogado y periodista de investigación de Infolibre, revela en este magnífico trabajo lo sucedido en aquella primavera de 2002, las grietas del modelo de residencias, quienes manejan el negocio y por qué las administraciones se lavaron las manos a la hora de proteger a los mayores.

Sostiene Rico que los residentes en geriátricos sufrieron una doble discriminación: por su edad y por el lugar en el que vivían, dos circunstancias determinantes para excluirlos de la atención sanitaria a la que tenían derecho. En el mejor de los casos, afirma el autor, “el sistema permaneció noqueado, y en el peor colaboró activamente en la mayor violación de los derechos humanos de un colectivo en las últimas siete décadas de la historia de España”.

Avanza lo privado: Casi el 90% de los hogares de ancianos están ya fuera del control público

Uno de los capítulos más interesantes del libro es el dedicado a relatar cómo los centros de mayores han quedado casi por completo fuera del control del Estado gracias al proceso de privatización iniciado en 1989, con el PSOE en el Gobierno. El 89% de las residencias están hoy en manos de empresas privadas, a menudo propiedad de fondos de inversión y de multinacionales que acaparan una parte cada vez mayor de los fondos públicos con que se financian los hogares. Un dato basta para ilustrar la escandalosa inhibicion de la Administración en los cuidados de los mayores: España solo cuenta con 200 inspectores para supervisar 5.200 centros. 

No hay solo denuncia en este libro. El capítulo final abre un debate sobre el futuro del sector e incluye numerosas propuestas para avanzar hacia un sistema que trate dignamente a las personas en sus últimos años de vida.

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La economía de la vida
La economía de la vida
Jacques Attali
Libros del Zorzal
,
2021
230
páginas
17,00

Prepararse para proteger la vida

Por Ariadna Trillas

Attali augura más pandemias y desastres ecológicos. Para evitarlo, llama a prepararse para lo peor.

La higiene, la salud, la prevención, la cultura, el deporte, la vivienda, la agricultura, la alimentación, las infraestructuras urbanas y la protección del territorio son sectores nucleares de lo que el pensador Jacques Attali denomina "economía de la vida". Este concepto sirve de título al libro que el economista y exconsejero especial de François Mitterrand ha escrito a propósito de la pandemia, un conjunto de reflexiones tan llenas de rabia y pasado como de esperanza y futuro.

El ensayo parte de críticas durísimas a la gestión de la crisis, y en particular a los confinamientos masivos adoptados por los gobiernos siguiendo la estela de China,  en lugar de haber tomado como ejemplo a Corea del Sur y de haber fabricado mascarillas y test, aislado a los positivos y rastreado a sus contactos desde el minuto cero. Despliega un relato inquietante sobre la pérdida de libertades, los ataques a las democracias que no saben proteger a su ciudadanía y sobre el poder desbordante de los gigantes tecnológicos. Y desemboca, finalmente, en reflexiones luminosas sobre todo lo que podemos cambiar a mejor de cara a las generaciones venideras si partimos de las prioridades adecuadas.

Los sectores de la economía de la vida, cuya misión es permitir que vivamos bien e impulsar la lucha contra la emergencia climática, están muy relacionados con actividades cruciales como la educación, la investigación, el suministro de agua, la energía renovable y la tecnología digital. En conjunto, representa el 56% de la economía de la Unión Europea y el 58% de la de Estados Unidos. Jacques Attali toca a rebato para que ese porcentaje aumente al menos hasta el 80% del PIB y llama a una reorientación de la economía mediante inversiones masivas, públicas y privadas, que posibiliten un horizonte para los jóvenes a partir de esta pandemia. Para Attali, ningún país debería depender demasiado de los demás en sectores imprescindibles, cuyos productos más han faltado.

Estas áreas de actividad, en las que predominan los servicios, no han gozado de mucho reconocimiento, pero ahora, al calor de la digitalización, se cruzan con los quehaceres de empresas industriales capaces de innovar, lo que permite vislumbrar su potencial de crecimiento. De ahí que, cuando la covid-19 aterrizó en nuestras vidas, Attali no dudó en pedir a los gobiernos que se pusieran en modo "economía de guerra". Es una expresión con mala prensa y envuelta de fantasmas, sobre todo en países como Alemania y Japón. Pero, para el consejero de tantos presidentes, la experiencia de EE UU en 1917, cuando controló los sectores de la energía y la alimentación para aumentar la producción económica, o durante la Segunda Guerra Mundial, demuestra que es posible una economía de guerra democrática. Attali confiesa su "rabia" por el hecho de que ningún gobierno democrático movilizara su industria textil, automovilística, mecánica, moda, de lujo o aviación para implementar una economía de guerra a favor de la vida. Porque —es el mensaje que Attali deja flotando del libro— vendrán más pandemias y grandes desastres ecológicos: "La mejor manera de evitar lo peor es prepararse para ello. Y amar" .

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El futuro va más rápido de lo que crees
El futuro va más rápido de lo que crees
Peter Diamandis
Steven Kotler
Deusto
,
2021
448
páginas
21,95

Exponencialidad sin ética

Por Ricard Ruiz de Querol

Un mensaje a emprendedores y directivos sobre las oportunidades de negocio que traen los cambios tecnológicos.

Este es un libro transparente y, a la vez, engañoso. Transparente en cuanto amplía, con más de 800 referencias a pie de página, lo que los autores apuntaban en libros anteriores. Que hay tecnologías (inteligencia artificial, 5G, sensores, robótica, realidad virtual, impresión 3D, blockchain) que avanzan de modo exponencial e imparable. Que la convergencia de estas tecnologías aumenta su potencial de arrasar productos, servicios y mercados, junto con las estructuras que los sustentan. Que la exponencialidad genera grandes oportunidades de negocio, por lo que está a la vuelta de la esquina “la reinvención de todo” con modelos de negocio exponenciales en el comercio, la publicidad, el entretenimiento, la educación, la alimentación, las finanzas, la atención médica y la longevidad. 

Los autores dirigen su mensaje a emprendedores, innovadores y directivos con la mente lo bastante abierta para percibir esas increíbles oportunidades de negocio y, a la vez, lo bastante ágiles y osados para lanzarse a aprovecharlas. Solo mencionan dos limitaciones que pueden interponerse a que este futuro se materialice. La primera es que no todo el mundo estará a la altura del reto exponencial, porque el cerebro humano no está diseñado para entender cambios tan rápidos (hemos de suponer que esto no es su caso).

Omisión: Los autores dejan para otros la reparación de los daños causados por la innovación disruptiva 

Consideran, además, que la gobernanza actual no tiene la flexibilidad requerida para acomodar cambios tan rápidos, por lo que reclaman modelos de gobernanza similares a los de empresas exponenciales. Pero omiten mencionar que esos modelos propician que unos pocos retengan los beneficios asimétricos derivados de la exponencialidad mientras que dejan para otros la reparación de lo arrasado por la innovación disruptiva. Como cuando celebran que las redes sociales ayuden a que la inteligencia artificial sea más inteligente, aunque tal vez nos estén volviendo más tontos. Es solo una de las muestras de una exponencialidad ni ética ni democrática.

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El tsunami tecnológico
El tsunami tecnológico
Ángel Bonet
Deusto
,
2018
208
páginas
17,95

¿Se puede surfear un tsunami?

Por Ricard Ruiz de Querol

Si el impacto de las tecnologías emergentes se asimila al de un tsunami, ¿será porque su efecto destructivo, cuando menos a corto plazo, resulta más verosímil que el de sus beneficios potenciales?

El tsunami tecnológico, escrito por un ejecutivo del sector tecnológico, admite varios niveles de lectura. Ofrece una explicación accesible y bien estructurada de nueve tecnologías emergentes (biotecnología, nanotecnología, impresión 3D, robótica, internet de las cosas (IoT), inteligencia artificial (IA), la nube, comunicación móvil y vehículos autónomos) y de sus aplicaciones previsibles para las personas y las empresas. Experto en marketing, el autor vende bien su discurso, que, por otra parte, no difiere mucho de otras apologías tecnófilas.

Pero el libro apunta más alto. Pretende también (pág. 176) motivar a los empresarios para que adopten una estrategia basada en las nuevas tecnologías, porque solo eso les hará posible sobrevivir en los próximos 20-30 años. La argumentación del autor se basa en una confianza sin límite en la capacidad de evolución de las tecnologías consideradas y del  alcance de sus aplicaciones. Afirma de forma categórica, por ejemplo, que “la IoT transformará nuestro hogar (smart home) y nuestra forma de vivir en comunidad (smart city)”, lo cual parece plausible. Pero quizá no lo sea afirmar: “sin duda alguna, la biotecnología va a permitir alargar la vida hasta límites ahora insospechados”, que “en solo 10 años un porcentaje significativo de personas tendrá un robot humanoide en casa” o que “el ‘amor’ entre el hombre y la máquina es absolutamente imparable, hasta el punto que la fusión hombre-máquina será total en el futuro”.

En el escenario de una transformación que se presenta a la vez como total, inevitable y deseable sin matices, el autor considera imperativo adaptarse para no quedar marginado como ciudadano o desaparecer como empresa. Estas deben adoptar una base tecnológica, los líderes tienen que cambiar sus organizaciones, las Administraciones deben facilitar la adopción de las tecnologías y eliminar los obstáculos que entorpezcan su despliegue. Pero no tiene por qué ser así necesariamente. Las ventas de productos como los libros en papel, los discos de vinilo y los relojes analógicos desmienten muchas predicciones anteriores, un fenómeno que puede repetirse.

El futuro y la nueva tecnología: El libro pretende motivar a los empresarios para que adopten una estrategia basada en la implantación de las nuevas tecnologías,porque solo esto les hará sobrevivir en los próximos 20-30 años

Para quienes compartan sin espíritu crítico el planteamiento normativo del autor, este libro puede motivar una reflexión sobre su futuro profesional o el de sus empresas, por si acaso se materializan las predicciones sobre el impacto futuro de las tecnologías emergentes. No encontrarán, sin embargo, orientaciones sobre los qués, los cómos y los quiénes de las transformaciones en su  estrategia, liderazgo, cultura y organización que se proclaman como necesarias.

Por último, una observación que es más que lingüística. El dibujo del autor, de trazo grueso en blanco y negro, obvia mencionar que no es la disrupción tecnológica lo que genera la transformación económica y social. La tecnología es solo un instrumento que utilizan quienes invierten en su desarrollo o en su difusión. Y lo hacen con propósitos y valores en muchos casos más alineados con el liberalismo de mercado que con un objetivo de bienestar social. Como sucedió en la Revolución Industrial, la nueva revolución tecnológica generará ganadores y perdedores; el discurso tecnoutópico que reproduce este libro responde sobre todo a los intereses de los primeros. Hay brechas muy importantes en la mentalidad, lenguajes e incluso valores entre quienes abogan por una disrupción tecnológica sin matices y el mucho talento que hoy por hoy trabaja en empresas e instituciones de la vieja economía. No parece razonable, como parece sugerir el autor, que mucho de este último talento se pueda dar por amortizado e irrecuperable para así dejar paso a quienes asumen como prioridad extender el mercado de la tecnología. Más aún cuando el objetivo de exponencialidad que prima entre los inversores en tecnologías emergentes hace que, como ha sucedido con las redes sociales, que algunas se estén introduciendo con poca o nula prevención sobre sus daños colaterales e incluso el riesgo de que se utilicen directamente como instrumento de delitos.

Un último comentario haría referencia al subtítulo del libro, que propone surfear el tsunami tecnológico, un tsunami no se surfea. Ante la perspectiva de una ola de potencial  destructivo, lo prudente es reubicarse y, si no hay tiempo, ponerse a salvo refugiándose en un terreno elevado, aunque sea con la perspectiva de construir luego sobre los restos de la catástrofe. Que es, dicho sea de paso, por lo que con mucha probabilidad apuestan quienes están creando este tsunami que, a diferencia de los marítimos, no deja de ser una creación artificial.

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Vida 3.0
VIDA 3.0. Ser humano en la era de la inteligencia artificial
Max Tegmark
Taurus Editores
,
2018
496
páginas
22,90

¿Para qué una vida 3.0?

Por Ricard Ruiz De Querol

¿Es ciencia ficción que en un futuro próximo los robots surgidos de la inteligencia artificial dominen al hombre?

La característica de una hipotética Vida 3.0, según Max Tegmark, un físico teórico del MIT, es que estaría habitada por seres animados por una inteligencia artificial general (IAG) con una  potencialmente muy superior a la de los humanos actuales. Una inteligencia, contemplada como una evolución inevitable de la inteligencia artificial (IA) que hoy se enfoca a aplicaciones muy concretas, que les permitiría modificar tanto su software (como ya hacemos en la Vida 2.0) como su hardware.

 

Declara Tegmark que su objetivo con estas más de 300 densas páginas es convencernos de que la conversación sobre la vida animada por una lAG es la más importante de nuestro tiempo. Porque considera que aunque la carrera hacia la IAG ya está en marcha, “no tenemos ni idea de lo que sucederá si la humanidad consigue construir una IAG de nivel humano”. Una incertidumbre que plasma en hasta nueve posibles escenarios de la interacción entre la inteligencia humana y la IAG.

La descripción de algunos de esos escenarios, incluyendo uno en el que la inteligencia artificial toma el control, decide que los humanos somos superfluos y se deshace de nosotros mediante procedimientos que ni siquiera imaginamos, puede leerse como un híbrido de ciencia ficción y de literatura de terror. Pero es coherente con la mentalidad científica con la que el autor construye sus argumentos y con sus definiciones, claras aunque discutibles, de conceptos como la vida, la inteligencia y la consciencia.

Considera, de entrada, que la vida es en esencia un proceso mediante el cual una particular disposición de partículas, sujeta únicamente a las leyes de la física, es capaz de preservar su complejidad y reproducirse. Una definición nada inocua, por cuanto resulta de una ideología al 100% mecanicista que concibe a los seres vivos, incluidos los humanos, como el resultado de una combinación avanzada de hardware y software que la investigación científica acabará un día por descifrar. Sin embargo, en el otro extremo, permite considerar un virus informático como un ser vivo.

Un segundo concepto clave es el de inteligencia, definida como la capacidad de alcanzar objetivos complejos. En el caso concreto de la IAG, quien la poseyera tendría la capacidad de alcanzar cualquier objetivo, la de adquirir cualquier aprendizaje y la de escoger sus propios objetivos, que podrían incluir, según de quién aprendiera, el de dominar a los humanos que la crearon.

INTELIGENCIA Y CAPACIDAD En el caso de la inteligencia artificial general (IAG), quien la poseyera tendría la capacidad de alcanzar cualquier objetivo, la de adquirir cualquier aprendizaje y la de escoger sus propios objetivos

La cuestión de la selección de objetivos por parte de esos seres dotados de IAG conduce al autor a una digresión sobre la consciencia, que define como la capacidad de albergar experiencias subjetivas. Fiel a su ideología, considera que la consciencia es un fenómeno físico que se siente como no físico porque, al igual que los programas informáticos, puede funcionar con independencia de un hardware específico. Así, el origen último del comportamiento intencional radicaría también en las leyes de la física, por lo que la incógnita principal sería descubrir las propiedades físicas que distinguen a los sistemas conscientes de los inconscientes.

A partir de ahí, la lectura de Vida 3.0 conduce a la constatación de que un buen número de inteligencias humanas considera deseable la perspectiva de una IAG que les permitiera convertirse en ciborgs de altas prestaciones o en almas digitales liberadas de la servidumbre de un cuerpo físico. Incluso cuando, como el propio Tegmark reconoce, no se puede hacer ninguna predicción fundada sobre lo que sucedería si se consiguiera construir una IAG de nivel humano. 

Desde su perspectiva, que incluye la convicción (ideológica) de que la posibilidad de un desarrollo tecnológico es una justificación suficiente para respaldarlo, se propone una comunicación entre investigadores y responsables políticos acerca de qué significaría ser humano en la era de la IA. Se omite, sin embargo, la alternativa de revertir la cuestión y exigir a   los investigadores concreciones concretas sobre cómo supeditar la IA a los objetivos de una sociedad más humana. Es algo que, en el contexto de la conciencia creciente de los efectos colaterales del desarrollo digital, pondría a prueba la inteligencia de muchos tecnófilos y políticos.