Las minorías tocan poder (pero poco)
Solo en Reino Unido los políticos con orígenes familiares no europeos han alcanzado los más altos cargos
La ultraderecha afronta las próximas elecciones europeas con fundadas expectativas de crecimiento y la voluntad de imponer su mantra: hacer la vida imposible a los inmigrantes pobres que huyen del hambre y de las guerras, reducir las medidas de protección social y medioambiental y aferrarse al más crudo neoliberalismo.
Pendientes de esta amenaza cabe preguntarse qué fue de los inmigrantes que llegaron antes, aquellos que no vinieron en patera, sino llamados por gobiernos que necesitaban mano de obra urgente y barata para reconstruir un continente devastado por la guerra. O los que más tarde entraron por la puerta trasera y pese a las dificultades tomaron parte en el espectacular desarrollo económico de Europa. ¿Qué fue de sus hijos y nietos?, ¿consiguieron con sus documentos de ciudadanía el mismo trato y las mismas oportunidades que los originarios del territorio? No del todo, y no igual en todas partes, pero hay una excepción sorprendente: al otro lado del Canal de la Mancha, descendientes de migrantes indopasquistaníes han alcanzado las máximas cotas de poder.
Reino Unido e Irlanda
Si Agatha Christie levantara la...