Diez mandamientos en cuestión
Algunos postulados económicos que se habían instalado como verdades incuestionables
no acaban de encajar con la realidad.
9. Las empresas necesitan los ahorros de los hogares
Cuando empiezas los estudios de economía, aprendes en seguida que mientras los hogares ahorran una parte de los ingresos, las empresas tienen necesidad de dinero para poder invertir. Las cantidades que las compañías gastan cada año son generalmente mayores que sus recursos financieros.
8. La apertura a los intercambios beneficia a todos
Si hay una ley que la gran mayoría de los economistas considera válida, ésta es la surgida de los trabajos de David Ricardo (1772-1823) sobre las condiciones de inserción en la economía internacional.
7. Los tipos de interés no pueden ser negativos
Cuando un Estado, un Ayuntamiento, una empresa o un individuo necesita más dinero del que tiene, pide prestado lo que le falta. Y cada uno de estos actores económicos encuentra normal pagar intereses sobre estos préstamos.
Una economía al margen de las leyes
La pandemia es solo el último movimiento de una serie de transformaciones estructurales que, desde hace tiempo, ponen en entredicho numerosas verdades económicas consideradas incuestionables.
1.- La creación masiva de moneda fomenta la inflación
¡Pobre Milton Friedman! El economista liberal estadounidense (1912-2006) no está para fiestas. En 1970 publicó la que sería una de sus enseñanzas más emblemáticas. “La inflación es en todo tiempo y lugar un fenómeno monetario en el sentido de que es, y solo puede ser, generado por un aumento de la cantidad de moneda más rápido que el de la producción"(2).
2. Un paro escaso estimula la subida de salarios
Es muy probable que el economista neozelandés Alban William Phillips (1914-1975) jamás pensara que su fama iba a ser tan duradera. En 1958 publicó un artículo empírico basado en datos británicos que demostraba que cuanto más bajo es el paro, mayor es la tendencia de los salarios a subir rápidamente.
6. Disminuir las cotizaciones crea empleo
Si se baja el coste de trabajo, las empresas se verán incitadas a contratar a más personas. Parece lógico. Y como no se va a pedir a la gente que siga haciendo el mismo trabajo por menos dinero, el modo de disminuir el coste de trabajo consiste en reducir, cuando no anular, las cotizaciones sociales a él asociadas.
3. La Bolsa financia a las empresas
Cuando una empresa tiene necesidad de desarrollarse de manera significativa no puede contentarse con recurrir a la financiación de aquellos que están próximos a sus fundadores. Puede recurrir al crédito bancario, pero para crecer realmente debe acudir al ahorro público, lo que equivale a tomar prestado a medio o largo plazo emitiendo obligaciones o a acoger en su seno nuevos accionistas.
4. Una devaluación estimula el crecimiento
Es uno de los postulados básicos del análisis económico: si se baja el precio de un producto, se puede vender más. Para aumentar las ventas de sus empresas en los mercados de otros países, para ser más competitivos, los gobiernos recurren a la devaluación: autorizan a que una unidad de moneda extranjera pueda comprar más productos de su país.
5. Un aumento del salario mínimo destruye empleo
Hace tiempo, Muriel Pénicaud, entonces ministra francesa de Trabajo, declaraba: “se sabe que un empujón al salario mínimo destruye empleo, por tanto, no es un buen método”. Pero lo que se sabe, sobre todo, es que no se sabe nada, pues no hay nada que confirme este supuesto teorema.
10. La deuda pública es un obstáculo para el crecimiento
Es uno de los resultados de las ciencias económicas oficiales, que sirvió en todo momento para apoyar la necesidad de políticas de austeridad presupuestaria: desde el mismo momento en que la deuda pública pasa un cierto umbral, el crecimiento de la economía sufre automáticamente.