Mal de muchos, ganancia de unos pocos
No todo el mundo pierde: las compañías energéticas, los bancos y el oligopolio de los cereales hacen su agosto con la subida de los precios.
No todo el mundo pierde: las compañías energéticas, los bancos y el oligopolio de los cereales hacen su agosto con la subida de los precios.
Con los refugiados: “Si Europa fracasa en la cuestión de los refugiados, se romperá este estrecho vínculo con los derechos civiles universales”, Merkel.
Ante la perspectiva de la vuelta a una cierta normalidad, las fuerzas vivas de la riqueza se están moviendo. Nunca han dejado de hacerlo, pero ahora empiezan a mostrarse en público. En lo más duro del confinamiento les interesaba estar callados o hacerse ver con obras de caridad. Pero ha llegado el momento de tomar posiciones. Lo que van a pedir todos es un rescate: que el Estado les compense por lo que han dejado de ganar.
Alemania asume la presidencia rotatoria de la Unión en el momento clave para superar la crisis.
Algunos economistas proponen abonar 1.000 euros en la cuenta bancaria de cada europeo para hacer frente a la crisis. Es una idea seductora que, sin embargo, plantea muchos interrogantes.
La respuesta de Europa a la crisis económica y social causada por la pandemia no ha tranquilizado a los países más afectados y que precisan más ayuda: Italia y España. Las medidas adoptadas por los ministros de Finanzas del Eurogrupo el pasado día 9 resultan muy insuficientes para atender los destrozos de la crisis económica, considerada la peor desde la segunda guerra mundial. El primer ministro italiano, Giuseppe Conte, ha expresado reiteradamente su decepción por no haberse logrado ningún avance sobre la mutualización de la deuda con instrumentos como los eurobonos o coronabonos. Por su parte, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ha sido tan lacónico como explícito al afirmar que “el acuerdo no colma nuestras demandas”.
El deterioro acelerado que está registrando la economía en varios países europeos está propiciando una fuerte presión a las autoridades europeas para que aumenten los recursos financieros destinados a remediar las consecuencias económicas y sociales de la epidemia de covid-19. Técnicos de la Comisión Europea están intensificando los trabajos para convencer a los países más reticentes a adoptar medidas comunes (Alemania, Holanda, Austria y Finlandia) para incrementar los fondos necesarios en apoyo de los países más dañados, especialmente Italia y España. La Comisión trata de movilizar hasta tres billones de euros a través de un nuevo fondo complementario.
Ni siquiera Boris Johnson sabe cómo acabará el divorcio ni cuáles serán las reglas de la futura relación con la Unión Europea.
¿Refugio inseguro? Tras rozar la recesión, el país empieza a dudar. Los dogmas que Berlín ha
impuesto a Europa desde hace 10 años se resquebrajan.
En lugar de estrecharse, algunas brechas productivas, sociales y territoriales que separaban a los países del espacio comunitario se han agrandado.
Tempestad: La economía europea pasa por dificultades. Para limitar los daños, la zona euro dispone de márgenes de maniobra. Pero es necesario que los utilice.
En junio pasado la revista REC de economía crítica publicó un monográfico sobre los 20 años del euro.
El empleo aumenta y el paro recula, pero cada vez con menos fuerza y bajo el persistente signo de la precariedad, en un contexto mundial en el que soplan vientos de crisis. Un dato positivo: crece la población activa.
Tensión: El pulso entre el Gobierno italiano y la Comisión Europea amenaza con desestabilizar la economía continental en un momento delicado.
Nueva dirección: Urge colocar en el centro del debate la lucha por la equidad. Ello implicaría poner en marcha una política económica radicalmente diferente de la actual.
Visión: Si seguimos atascados en la coyuntura, será difícil ver el bosque. Pero si actuamos de manera más estratégica, quizás sí tengamos una oportunidad de cara al futuro.
Las elecciones al Parlamento Europeo llegan marcadas por el brexit y el ascenso de los partidos nacionalistas. Por primera vez hay riesgo de retroceso en el proceso de integración.
Desregulación: Un estudio del Grupo de Los Verdes/ALE advierte de los riesgos para la economía europea por las políticas de deshacer las reformas realizadas.
¿Se acuerdan de Silvio Berlusconi? Qué payaso nos parecía, ¿verdad? Cuando irrumpió en el escenario político italiano, hace 20 años, pensamos que se trataba de una anomalía grotesca, generada por un colapso institucional.
Frenazo: La ralentización de la actividad y el resurgimiento de tensiones políticas, monetarias y comerciales amenazan el crecimiento de los diecinueve.
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