España registra uno de los índices más elevados de la Unión Europea en pobreza entre las personas que tienen un empleo. La proporción se mantuvo en un 13,1% en 2017, según la Comisión Europea.
Las mujeres tienen el 30% menos de probabilidades de acceder a un proceso de contratación que los hombres porque las llaman menos para una entrevista de trabajo. Y más aún si tienen hijos. La diferencia existe también cuando candidatos y candidatas tienen un nivel de preparación mayor del requerido para el puesto.
El próximo 21 de marzo a las 6 de la tarde en el Aula de Extensión Universitaria de Argentona, el director fundador de nuestra revista, Andreu Missé, hablará de las pensiones, su futuro económico y laboral y el papel de las mujeres.
La subida del salario mínimo interprofesional (SMI) hasta 900 euros mensuales en 14 pagas, que propugna el Gobierno socialista de acuerdo con Unidos Podemos, es la decisión más necesaria que hay tomar en este país para revertir los daños causados por la crisis.
El paro sigue bajando, sí, y la última Encuesta de Población Activa (EPA) lo sitúa por debajo del 15% por vez primera desde el estallido de la crisis global, una década atrás. Pero no parece que haya motivos para descorchar el champán: la próxima crisis nos pillará otra vez como subcampeones europeos del paro y con la temporalidad disparada.
La crisis ha dejado un rastro preocupante en los niveles de salud. El desempleo y las medidas de austeridad han incrementado los riesgos psicosociales.