Brechas que rompen España
Un programa socialdemócrata para reforzar la cohesión.
El economista Jordi Sevilla integró el núcleo duro de la primera etapa de José Luis Rodríguez Zapatero, pero sin llegar a entrar nunca en la definición de la política económica, que quedó siempre en manos más vinculadas a la ortodoxia social-liberal. En este libro, Sevilla analiza con rigor y solvencia la situación económica de España más allá de la coyuntura y desde un paradigma socialdemócrata, que pone el foco en la cohesión. El autor se escandaliza de que el debate público gire alrededor del supuesto peligro de que el país se rompa como consecuencia de las tensiones nacionalistas. En cambio, no se atienda a las brechas que amenazan de verdad la cohesión. Sevilla identifica seis y apunta propuestas concretas para revertirlas: ricos y pobres, hombres y mujeres, jóvenes y mayores, rural y urbano, analógico y digital, y, finalmente, turbocapitalismo (más innovador e internacionalizado) y retrocapitalismo. Los autoproclamados patriotas harían bien en tomárselas en serio.
Liberarse del trabajo
El rostro humano de la economía
Más derechos, mejor economía
Para el autor, los avances tecnológicos y la inteligencia artificial, que permiten nuevas formas organizativas, todavía hacen más necesario un derecho del trabajo en declive.
Habrá quien piense que la obligación de abrocharse el cinturón de seguridad o la de no conducir cuando se ha bebido alcohol son imposiciones paternalistas que cohartan la libertad individual. La cuestión es que con reglas de este tipo muere menos gente en accidentes de tráfico. La sociedad sale ganando, y de ahí que las autoridades intervengan. Pues con la regulación laboral sucede algo parecido. A la economía en su conjunto y las propias empresas les va mejor con una regulación que proteja los derechos laborales.
Sí, el mensaje del profesor de la Universidad de Valencia Adrián Todolí va en línea contraria de lo que venimos escuchando y leyendo desde hace más de cuatro décadas: que en una economía globalizada, para ser competitivo, hay que ser lo más barato posible, además de flexible. Frente a los paladines del derecho laboral, las voces predominantes en la economía predican, siguiendo la estela del Consenso de Washington, la desregulación.
En su doble condición de jurista y economista, Todolí niega la mayor en Regulación del Trabajo y política económica. De cómo los derechos laborales mejoran la economía. No hay disyuntiva entre ambas disciplinas, sostiene, ni tampoco entre crecimiento económico y eficiencia económica, por un lado, y regulación, por el otro. De hecho, el autor de una obra disfrazada de libro para especialistas esgrime que, en puridad, la desregulación no existe. ¿Qué son, si no, la política monetaria, la comercial y la fiscal?, argumenta.
El libro da munición empírica a quien defienda que los derechos de las personas trabajadoras deben respetarse, más allá de los valores —estar en contra de la explotación y la discriminación, por ejemplo—. Su tesis: existe abundante investigación académica que permite sumar a los valores datos de que a la economía, y a las democracias, les conviene abrazar el Estado social.
"Es compatible el derecho laboral con las necesidades de las empresas, flexibilidad no significa desregulación y bajos salarios", precisaba la voz autorizada del catedrático de Derecho de Trabajo y Seguridad Eduardo Rojo en la presentación del libro de Todolí, organizada en septiembre por el Consejo Económico y Social de Barcelona (CESB).
Aunque se hable de "mercado de trabajo", uno de los aspectos clave en los que incide el libro es el de que la ley de la oferta y la demanda no es aplicable a la interacción entre empresas y mano de obra. Las personas no son bienes, y en una decisión laboral pesan sus expectativas, las oportunidades reales y el miedo a encontrar o no algo mejor.
La polarización del trabajo y la importancia del salario mínimo y la negociación colectiva son algunas de las ideas en las que insiste Todolí, cuya propuesta pasa por que el derecho laboral sea aplicable a cualquiera que trabaje, más allá de si depende jurídicamente de una empresa vía contrato.
Para el autor, los avances tecnológicos y la inteligencia artificial, que permiten nuevas formas organizativas, todavía hacen más necesario un derecho del trabajo en declive. Además de leyes, harán falta también autoridades determinadas a hacer que se cumplan.
Hechos frente a la conspiración
Un estudio crítico con las operaciones policiales antiyihadistas aclara el 17-A.
Las teorías conspiranoicas que sitúan al Estado tras la masacre yihadista en las Ramblas de Barcelona gozan de asombrosa buena salud. Este valioso libro, cocinado a fuego lento por dos periodistas rigurosos y honestos, debería zanjar el debate: desautoriza con datos todo el constructo conspiranoico a la vez que pone en evidencia la pésima calidad de la respuesta jurídico-policial contra el yihadismo.
Los autores cotejan con la realidad los materiales que nutren varias operaciones antiyihadistas de los últimos años, con el imán de Ripoll como hilo conductor de varias. El resultado es preocupante, pero por razones que afectan a todo Occidente: muchas operaciones se basan en material podrido proporcionado por confidentes de irrisoria calidad. Con la excusa de salvarnos del Armagedón, se ha impuesto una doctrina “preventiva” que empeora la democracia sin rendición de cuentas.
Y, de pronto, sin Internet
Error 404 explora qué pasaría si cayera la Red de redes. Y, apunta, es cuestión de tiempo.
La próxima pandemia podría ser un ataque a nuestra infraestructura digital, según Yval Noah Harari. Y la Red es ya un servicio crítico, como la electricidad. De ella dependen nuestras comunicaciones, las transacciones financieras, el comercio, la educación y la producción industrial, por no hablar de teletrabajo y de seguridad. La periodista Esther Paniagua recoge en este libro testimonios inquietantes como el del filósofo Dan Dennett, según los cuales "es cuestión de tiempo" que la Red de redes caiga, por ataques intencionados o errores técnicos, pues soporta una cantidad ingente de actividades para la que no fue diseñada.
Pero el interés de Error 404 no reside en el dibujo de escenarios apocalípticos. El augurio sirve como punto de partida para analizar los retos que rodean Internet: privacidad, concentración de poder, manipulación, adicción, discriminación vía algoritmos, polarización social, brecha digital, impacto ambiental, precariedad laboral, desinformación... Utópicas o no tanto, Paniagua avanza propuestas para construir un Internet abierto, descentralizado, cooperativo, sin monopolios, donde los datos y la inteligencia artificial se usen "para el bien". Se trata de recuperar la concepción inicial de sus impulsores.
Hablando de Putin
Plutócrata, oportunista, patriota, multimillonario... Una aproximación a las mil caras del presidente ruso.
El profesor británico Mark Galeotti parte de la base de que en Rusia no es el dinero el que otorga el poder, sino el poder -la cercanía al líder y su entorno- el que permite hacer fortuna, casi siempre mediante mecanismos corruptos. En este esquema, es lógico que el más rico del país sea el propio Vladímir Putin. Pero además de un plutócrata, “es un patriota visceral que cree que Rusia debería recibir la consideración de gran potencia”, una creencia que le permite conectar con buena parte de la ciudadanía rusa.
Galeotti considera que Putin no es un estratega, sino un oportunista con mucha capacidad para aprovechar las ocasiones que se le presentan. También lo describe como un personaje con aversión al riesgo, de ahí que se sorprenda de que haya atacado Ucrania. Lo ve transformado en “un hombre temerario” que quiere pasar a la historia con un gran logro: la fusión de rusos, bielorrusos y ucranianos, que considera miembros de un solo pueblo.
El tabú Florentino Pérez
Perfil crítico de uno de los hombres más poderosos de España.
Pocos personajes simbolizan mejor el poder, en mayúsculas, que el empresario y presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, punto de intersección de todos los poderes realmente existentes en España que comparten palco en el Bernabéu. Por ello es tan significativa la falta de biografías de un prócer tan importante: esta ausencia es ya en sí misma una poderosa muestra de las limitaciones del campo de juego democrático: ¿nadie se atreve?
Este libro es, pues, valioso por el mero hecho de existir: ¡por fin se rompe el tabú! Y el recorrido muestra que a menudo los milagros tienen explicaciones mundanas, como contar con padrinos y contactos, no estar maniatado por escrúpulos y entender que el poder real no suele estar en la política.
Aunque no hay insights de primera mano, la exposición ordenada e interpretada de materiales publicados ya amerita la lectura, aunque se abuse de los adjetivos y del registro militante.
Crítica al pensamiento único
Skidelsky pone en cuestión el neoliberalismo imperante y llama al diálogo entre corrientes distintas de la economía.
El pensamiento económico neoliberal ha salvaguardado su posición hegemónica en la academia y en las políticas públicas a pesar de que el desastre financiero de 2007-2008, que desencadenó la peor crisis desde la Segunda Guerra Mundial, dejó al descubierto profundas grietas en su estructura. Robert Skidelsky, catedrático emérito de la Universidad de Warwick (Reino Unido) y experto John Maynard Keynes, dedica su último libro a explicar cómo el neoliberalismo, inspirado en la teoría neoclásica de la economía, ha llegado a ser el pensamiento dominante a pesar de sus evidentes defectos y de la creencia errónea de que los mercados tienen la solución a todos los problemas.
El propósito de este trabajo —compendio de una serie de conferencias impartidas por el autor en 2018— es animar a los economistas a cuestionarse si son viables la metodología y los modelos con los que llevan décadas trabajando. Hasta tal punto ha logrado la corriente neoclásica imponer "su peculiar modelo de estudio" de la economía", sostiene Skidelski, que cualquier sistema diferente no se considera propio de la disciplina. Siguiendo la estela de John Kay, defiende que la teoría económica debe tener en cuenta las distintas circunstancias que se dan en cada momento y lugar, abandonando la pretensión de construir un conjunto de leyes universales aplicables en cualquier situación.
Sinrazón. La escuela más influyente en las políticas públicas suele estar alejada de la realidad
Al definir su posición crítica a la línea dominante, Skidelski prefiere utilizar la etiqueta “pluralismo” a la de “heterodoxia”, pues el pluralismo implica tener en cuenta las ideas de otras ciencias sociales. Propone el profesor británico que las distintas corrientes del pensamiento económico dialoguen entre ellas y se lamenta de que pocos economistas conversen, escuchen o lean a personas que piensan de manera diferente. En su opinión, también es fundamental que las ideas básicas de la economía sean transparentes y no se escondan tras una gruesa capa de jerga técnica.
La defensa insobornable de los más débiles
Jiménez Villarejo publica un compendio de referencia en la defensa de los derechos humanos.
La obra del exfiscal jefe anticorrupción Carlos Jiménez Villarejo (Málaga, 1935), que ha dejado escrita en tres volúmenes (1.486 páginas), constituye el referente jurídico más relevante de la lucha por los derechos humanos en este país durante las últimas seis décadas. Se trata de una documentación excepcional cuyo valor no deriva solo de la profundidad de su análisis jurídico, que recoge el pensamiento de juristas como Kelsen, Dworkin y Bobbio, sino por el compromiso personal del autor.
Desde 1962, cuando fue nombrado abogado fiscal en la Audiencia Provincial de Barcelona, la trayectoria profesional de Jiménez Villarejo ha sido un ejemplo de compromiso en la defensa de los derechos de los ciudadanos y de persecución de los abusos de los poderes económicos.
Estos textos versan, entre otros temas, de las dificultades para acabar con la tortura, las inconsecuencias de la Unión Europea en materia de emigración, la denuncia de los abusos bancarios, los delitos fiscales y la larga lista de casos de corrupción en los que tuvo que intervenir. Mención especial merece la querella presentada en 1984 junto con el fiscal José María Mena contra Jordi Pujol, entonces presidente de la Generalitat de Cataluña, y otros consejeros por la quiebra de Banca Catalana. Villarejo y Mena, que bajo el franquismo habían militado en el PSUC (partido comunista en Cataluña) y la organización clandestina Justicia Democrática defendiendo los derechos de Cataluña, fueron objeto de numerosos agravios a raíz de la querella.
Contra la tortura
La querella no prosperó. Ocho magistrados votaron a favor de procesar a Pujol, pero la mayoría se opuso. Los hechos denunciados tras la investigación de los fiscales, fundamentada en la labor de los inspectores del Banco de España, nunca han podido ser desmentidos, como ha precisado el periodista Pere Ríos, en Banca Catalana: caso abierto, la investigación más rigurosa y completa sobre el escándalo.
Avance: los derechos sociales, económicos y culturales precisan de un Estado de derecho fuerte
A lo largo de toda su vida, Jiménez Villarejo ha tenido un insobornable compromiso de lucha contra de la tortura, que constituía una práctica generalizada y el principal instrumento de sostén del franquismo. Durante los años de la dictadura el fiscal exhortaba a los jueces para que pidieran a los sindicalistas detenidos que se levantaran la camisa para verificar las huellas de las palizas recibidas en comisaría. En 2005, ya con muchos años de democracia, recordó: “la práctica de la tortura en España, según el informe de Amnistía Internacional, es una realidad incontestable, según resulta de las 95 sentencias analizadas”. Y acto seguido hizo una prolija relación de los hechos probados.
Delitos económicos
Jiménez Villarejo es un convencido europeísta, pero esto no le ha impedido denunciar en reiteradas ocasiones las contradicciones de la Unión Europea en materia de inmigración. Así, advirtió de que el proyecto de Constitución Europea “no abordaba el tratamiento de la inmigración en el marco de la ciudadanía europea”, sino “como una política de seguridad”. Anteriormente había censurado la ley de extranjería española de 2003 por considerar que se trataba de “una ley contra grupos de personas que son esencialmente inmigrantes extracomunitarios pobres, que buscan sobrevivir en nuestro país con riesgo incluso de su propia vida”.
En el terreno de los delitos económicos o de cuello blanco, tan extendidos en nuestro país, la labor de este fiscal ha sido fundamental. Fue él quien descubrió en 2001 el uso de los paraísos fiscales por parte de las entidades financieras para capitalizarse sin pagar impuestos, a través de las participaciones preferentes desde las Islas Caimán. Con total impunidad, bancos y cajas captaron 15.000 millones de euros de los ahorradores, y el Estado perdió entre 3.000 y 6.000 millones de ingresos fiscales. Las participaciones preferentes, que carecían de regulación legal, causaron pérdidas de más de 14.500 millones de euros a clientes particulares.
Estamos ante una obra esencial para conocer las luchas y dificultades que han marcado la historia de nuestro país para avanzar hacia una sociedad democrática.