‘El Diluvio’, sin leyenda negra
El estudio pendiente de un gran diario de la II República.
El periodista Gil Toll está realizando un gran trabajo por sacar del olvido algunos de los diarios clave de la II República que increíblemente seguían olvidados. Primero rescató la historia de El Heraldo de Madrid, cabecera tan importante que incluso precipitó la huida de Alfonso XIII al leer en sus páginas que el plebiscito de facto de 1931 lo había ganado la República. Y ahora hace lo propio con El Diluvio, el gran diario republicano de Barcelona, cuya leyenda negra, alimentada por sus detractores (desde los lerrouxistas hasta la derecha nacionalista catalana) persistía a causa de la derrota de la República.
Esta minuciosa investigación, surgida de una tesis doctoral, hace trizas muchos mitos y realza la importancia y profesionalidad de este diario. Mitos incluso ante la Cataluña de hoy: el gran periódico que apoyó a ERC en la década de1930 se escribía en castellano y era federalista.
El cambio climático ya está aquí
Alterar nuestras vidas para evitar la catástrofe.
El cambio climático es el mayor desafío de la humanidad en este siglo XXI y va a cambiar drásticamente el modo en que consumimos, trabajamos y nos relacionamos con los demás. De hecho, los cambios ya han empezado, aunque no nos demos cuenta o nos resistamos a reconocerlo. El economista Isidoro Tapia, especializado en temas energéticos, nos invita a hacer un recorrido por este “mundo nuevo” para familiarizarnos con unas transformaciones a las que no tenemos más remedio que acostumbrarnos. “Nos resistimos a creer que nuestra vida vaya a cambiar”, afirma el autor, “pero va a hacerlo”.
Estamos ante un libro escrito con afán didáctico y sin sesgos ideológicos, trufado de ejemplos cotidianos para comprender el origen y la gravedad del problema. Sostiene Tapia que el cambio climático es, por encima de todo, intergeneracional, y que cuanto más se vayan notando sus efectos, más se agrandará la brecha entre jóvenes y adultos. Para evitar la catástrofe, el autor cree que la sociedad debe responder ya a una cuestión fundamental: ¿A cuánto del presente estamos dispuestos a renunciar para preservar el futuro?
Medio en broma medio en serio, Tapia apunta que los libros sobre el cambio climático no se leen. Quizás tenga razón. Si el lector quisiera romper la tendencia y ojear al menos uno, este no sería mala opción.
¿Vivir para trabajar?
Invitación a revisar las bases de la organización social.
Este es un libro delicioso, à la Yuval Noah Harari, con luces largas de millones de años y enfoque multidisciplinar, aunque con predominio de la antropología, alrededor de una pregunta: ¿por qué trabajamos tantas horas, a costa incluso de dejar escapar la vida?
La respuesta obvia es que lo necesitamos para sobrevivir. Pero ello no es sino una gran paradoja puesto que en periodos de mayor escasez había suficiente para todos dedicando apenas tres horas al día a buscar el sustento: según el autor, “durante el 95% de la historia de nuestra especie el trabajo no ocupó el lugar sagrado que tiene ahora”. La clave no sería pues la riqueza, sino su reparto y las necesidades subjetivas.
El libro sostiene que la agricultura no liberó al ser humano, sino que lo esclavizó al trabajo, las jerarquías, la desigualdad y las guerras a gran escala. Puede que la utilidad práctica de este recorrido histórico sea limitada, pero la sacudida a nuestros prejuicios está garantizada.
Inteligencia artificial y bien común
El futuro de la IA lo construye una tribu homogénea que trabaja para Amazon, Google, Apple, Facebook, IBM, Microsoft, Baidu, Alibaba y Tencent.
La inteligencia artificial (IA) es un sistema que replica o imita la inteligencia humana... sin el estrés ni las limitaciones de las personas. Ya hoy, sin que nos demos cuenta de ello, influye en nuestras vidas. Y moldeará la civilización. ¿Pero quién decide cómo? La futuróloga estadounidense Amy Webb, profesora en NYU, alerta sobre el riesgo de que, en lugar de mejorar la condición humana, la IA se pliegue a los caprichos de Wall Street. O a los de China, sin remilgos con la privacidad y la seguridad. Webb no ve en las tecnológicas el villano de la peli, pero llama a los gobiernos a concebir la inteligencia artificial como un bien público y una oportunidad de prosperidad que debe planificarse en cooperación y en el que es imperativo invertir.
Un gran economista recuperado por sus nietas
Ven la luz dos obras inéditas de Manuel Reventós que habían permanecido guardadas en un cajón durante 80 años.
El economista Manuel Reventós Bordoy (1888-1942) era conocido por su compromiso científico y republicano y por obras como La doctrina del impuesto único de Henry George (1918) y, sobre todo, Els moviments socials a Barcelona durant el segle XIX (1925). Ahora, gracias a la meticulosa labor de sus nietas Laia Reventós Rovira y Anna Moretó Reventós, conocemos dos valiosos libros: Diari de la Guerra y Barcelona viscuda (Barcelona vivida), cuyos manuscritos habían permanecido guardados en un cajón de un mueble de la familia durante 80 años.
Manuel Reventós, padre del líder socialista Joan Reventós, expresidente del Parlament de Catalunya, fue unos de los economistas catalanes más destacados de su época. Discípulo del catedrático de Economía Antonio Flores de Lemus, estudió en Berlín, donde se familiarizó con la obra de Gustav von Schmoller, Max Weber y Schumpeter, entre otros. Intelectual de vasta formación humanista, dominaba varias lenguas y fue un estudioso de las obras de Marx, Engels y Keynes, a quien conoció en la Conferencia Económica Monetaria de Londres de 1933. Como señala en la introducción el historiador Borja de Riquer, Reventós, junto a Josep Maria Tallada y Miquel Vidal i Guardiola, “son los tres grandes economistas de la generación novecentista catalana”.
Diari de la guerra recoge las anotaciones periódicas del autor, que reflejan su creciente decepción por las medidas adoptadas durante la guerra por los líderes de la Generalitat, su presidente Lluís Companys y el conseller en cap Josep Tarradellas, que vio contraproducentes.
Barcelona viscuda es un recorrido por distintos ambientes de la ciudad que le permite realizar interesantes retratos, con aspectos inéditos de personalidades destacadas de su época, como Francesc Cambó y Enric Prat de la Riba.
La deuda privada tiene la culpa
Keen desarrolla en este libro las tesis de Minsky, quien advirtió de que el capitalismo es inherentemente débil y proclive a 'booms' y depresiones.
El economista Steve Keen, perteneciente al selecto grupo de académicos que predijo la crisis financiera de 2008, ha escrito un libro fundamental, de poco más de un centenar de páginas, que facilita enormemente la comprensión de las raíces de los repetidos descalabros financieros. Con un título bien explícito, ¿Podemos evitar otra crisis financiera?, el profesor australiano, con una notable capacidad didáctica, responde sin rodeos a esta cuestión con una explícita negativa. Cree que es imposible evitar otro desastre en los futuros "Estados zombis" por la existencia de una deuda privada excesiva que alimenta el estancamiento económico.
Economía mixta
Entre los "Estados zombis" endeudados menciona Japón (por su debacle de 1990), Estados Unidos, Dinamarca, Irlanda, Holanda, Nueva Zelanda, Portugal, España y Reino Unido (por las hecatombes sufridas en 2008).
La tesis central del libro es que “las crisis económicas son causadas no por la deuda pública, sino por la deuda privada”. Keen es un hombre extraordinariamente honesto al destacar que el núcleo de sus ideas sobre la inestabilidad consustancial del capitalismo, fue desarrollado en 1982 por el economista estadounidense Hyman Minsky (1919-1996), a quien reivindica en reiteradas ocasiones. Así, recuerda que la conclusión de este economista heterodoxo es que las crisis en la economía del puro libre mercado son inevitables porque, debido a su sistema financiero, el capitalismo “es inherentemente débil y es proclive a booms, crisis y depresiones”.
Minsky argumentaba que desde la Segunda Guerra Mundial no se había producido una gran crisis porque la economía ya no era un sistema puro de libre mercado, sino más bien una economía mixta en la que el Estado era cinco veces mayor que en la Gran Depresión.
El caso español
En el análisis sobre España, el autor destaca que la pertenencia al euro fue determinante para el aumento de la deuda privada. España se consideró un país modélico porque cuando adoptó el euro, en 1999, la deuda pública, que estaba en el 70%, se redujo en pocos años al 35%, cuando el límite era del 60%. Al mismo tiempo, cumplió de sobra el objetivo de déficit del 3% con un superávit de 2,5%. El problema se suscitó en la deuda privada, que escaló desde el 67% al 220% debido al aumento de los préstamos bancarios, que generaron una burbuja del precio de la vivienda. “El boom económico español bajo el euro, con anterioridad a la crisis financiera global”, explica Keen, “fue provocado por una burbuja de deuda privada. La crisis fue causada por el estallido de esa burbuja, y los límites al gasto público impuestos por las reglas del euro hicieron que la caída fuese aún mayor”.
Su propuesta principal es “un moderno jubileo de deuda”. Considera que para ello se podría aprovechar “la capacidad ilimitada de crear dinero que tiene el Estado para reducir significativamente la deuda privada”.
Ecologismo no malthusiano
Reflexiones originales para sacudir algunos apriorismos de la economía.
En este breve y original ensayo, Giorgos Kallis, investigador sobre economía ecológica del Instituto de Ciencia y Tecnología Ambientales (ICTA) de la UAB, trata de darle la vuelta al marco hegemónico del debate económico, que encasilla al ecologismo en el deprimente paradigma malthusiano, que viene a decir que la tierra no da para que vivamos bien todos. Kallis argumenta que, en realidad, el malthusianismo está íntimamente ligado al capitalismo y explica muchos de sus abusos. En contraposición, aboga por una alternativa ecologista menos obsesionada con los límites de la Tierra y más centrada en la capacidad del ser humano para ponerse sus propios límites. El autor, de origen griego, busca en los filósofos helénicos de la Antigüedad inspiración para avanzar hacia un mundo mejor, sin renunciar a un cambio de modelo pero tampoco a la joie de vivre.
Piketty en dosis 'mini'
Reflexiones del economista referente en desigualdad.
No había covid en el horizonte. Y Donald Trump ni se había sentado en el Despacho Oval. En 2016, Thomas Piketty, mundialmente conocido por su libro El capital en el siglo XXI, empezó a escribir columnas de opinión para Le Monde. El reto para el académico referente en materia de desigualdad era, como confiesa él mismo, bajar del pedestal de los libros de 1.000 páginas para acercarse a la actualidad. El resultado es el compendio de crónicas ¡Viva el socialismo!, en el que incide en algunas de sus ideas clave, a favor de un sistema participativo, descentralizado, democrático, ecologista, feminista, mestizo y federal.
Para Piketty, que se muestra duro con la izquierda por haber dejado de entender y representar a la clase trabajadora, no hay revolución posible sin entrar a fondo en los impuestos y luchar contra el dumping fiscal. Se necesitan recursos para reforzar la enseñanza superior, el proyecto europeo hará aguas si no se introducen cambios institucionales que lo democraticen y no habrá transición ecológica sin repartir los esfuerzos de forma justa. Crítico con las políticas de superávit comercial impulsadas por Alemania y partidario de la participación de los trabajadores en la cogestión empresarial, el profesor cree que, si hay una salida a la lucha identitaria, pasa por la justicia económica y fiscal.
Economía rigurosa e inclusiva
Una nueva colección aporta herramientas para que la disciplina capte mejor la vida.
Fuhem Ecosocial y Catarata han puesto en marcha una colección sobre “economía inclusiva” con nuevos enfoques y aportaciones de la economía ecológica, feminista y política. Se trata de libros especializados y de estructura académica, pero también accesibles para cualquier lector interesado en economía. Los dos primeros libros aportan los fundamentos para una economía ecológica y feminista, respectivamente, con enfoques interdisciplinares y de síntesis. Son trabajos muy oportunos ante la necesidad de renovar una disciplina que demasiado a menudo ha estado encorsetada por dogmas que en los últimos años han quedado muy en tela de juicio y que no acaban de captar bien toda la complejidad de la vida al centrarse solo en la economía oficial y en la lógica del beneficio. La voluntad de la colección es, precisamente, ayudar a cambiar el paradigma para que esta complejidad se integre en el conjunto de la disciplina y no como un simple capítulo de quita y pon.
Independencia a toda costa
Retrato profesional y humano de uno de los directores más influyentes del cine español.
Ningún cineasta ha retratado España como Luis García Berlanga. El cineasta valenciano utilizó como herramientas de trabajo la crítica social y el esperpento, a los que añadió buenas dosis de ternura y mala leche. Una mezcla de ingredientes que se ha venido en llamar “berlanguiana”, adjetivo incorporado recientemente por la Real Academia a su diccionario.
Esta completísima biografía a cargo del periodista Miguel Ángel Villena es más que el perfil de un artista que se definía a sí mismo como un anarquista burgués y que defendió a capa y espada su independencia frente a la censura y a las críticas provenientes de uno y otro lado del espectro político. Es también un repaso al cine español de la segunda mitad de siglo XX y al contexto en que se desarrolló: los vaivenes políticos y sociales del franquismo y la Transición.