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Vladímir Putin recurre a menudo a su peculiar interpretación de la historia para justificar sus acciones. Enlaza con los inicios del imperio y la caracterización de Moscú como la tercera Roma cuando reivindica para su régimen la defensa de los valores tradicionales en una guerra cultural contra lo que considera un Occidente decadente. Y se remonta a los orígenes medievales de la Rus de Kiev para concluir que Ucrania es algo inseparable de Rusia y justificar así su guerra con tanques y cañones.

La historia de Rusia, sin embargo, es bastante más compleja que la versión que intenta imponer el régimen, y este libro es una buena aproximación para conocer ese inmenso territorio a caballo de Europa y Asia. El autor subraya que todos los pueblos son una mezcla de credos, culturas e identidades, pero lo que caracteriza a los rusos es “la increíble profundidad y variedad de esa apropiación de influencias extranjeras”. 

 

 

 

 

 

 

 

Uno de los grandes historiadores europeos, el británico Ian Kershaw, pone el foco en los 12 líderes políticos que, en su opinión, fueron más determinantes, para bien o para mal, en la configuración de la Europa del siglo XX y en cuyos parámetros esenciales aún nos movemos. El hecho de que el listado incluya solo una mujer, Margaret Thatcher, muestra hasta qué punto en el violento siglo XX la gran política era todavía un coto cerrado de hombres… casi siempre con exceso de testosterona.

El libro es una lección de historia a través de las biografías de sus principales protagonistas, en una selección que incluye a Franco por la importancia internacional de la guerra civil española como prólogo de la mundial y por su supervivencia como peón anticomunista.

Sin embargo, el autor aspira a hacer más que un libro de Historia: busca los rasgos definitorios asociados a la conquista y ejercicio del poder, ya sea en democracia o en dictadura, e incluso los rasgos psicológicos que determinan la impronta singular de un individuo concreto. En esta faceta de psicólogo, Kershaw puede ser más discutible, pero solo por su erudición histórica general el libro ya merece la pena.

 

 

 

 

 

El interés por la clase media crece a medida que van aumentando su relevancia social y las dificultades que deben afrontar sus integrantes. Con esta clase actualmente se identifican el 60% de los ciudadanos. Es, sin duda, la más extensa, pero también la menos estudiada y la menos conocida. 

Este libro del economista Manuel Reventós Bordoy (1888-1942) fue escrito en 1935, pero por circunstancias de la época no se publicó. Esta valiosa obra, distinguida entonces con el premio Patxot i Ferrer, ha sido recuperada por la Societat Catalana d’Economia del Institut d’Estudis Catalans y los esfuerzos de la familia, especialmente su nieta Laia Reventós.

 

La obra de Manuel Reventós, profesor de Teoría Económica de la Universidad Autónoma de Barcelona, director general de Comercio y Aranceles durante la II República y padre del líder socialista catalán Joan Reventós, (1927-2004), constituye uno de los escasos ensayos científicos sobre una materia tan poco estudiada entonces y ahora como es la clase media. Varias de sus tesis resultan de notable interés por su actualidad. El autor destacaba ya entonces el dinamismo y el ensanchamiento de este grupo social. Así, junto con la vieja clase media (artesanos, pequeños comerciantes y payeses) señalaba que iba emergiendo una nueva clase media de empleados, funcionarios y profesionales liberales. Advertía de que la clase media se proletarizaba, al mismo tiempo que el socialismo iba perdiendo la intransigencia que había mostrado hacia. Igualmente apuntaba cómo el capitalismo usaba la clase media como "aliada y fuerza de choque" contra el socialismo.

Reventós concluía con una preocupación: la tendencia dominante en el mundo no favorecía la prosperidad de las clases medias, una reflexión que puede servir de referencia para estudiar la clase media en la actualidad.

 

 

 

Si quiere encontrar pareja a través de una plataforma de citas, es muy probable que lo acabe haciendo a través de la misma empresa. Match Group es dueña de 45 compañías mundiales que se dedican a ello, incluidas Match.com, Meetic y Tinder. Controlar el mercado permite a este grupo con sede en Texas  fijar precios más elevados. 

La compra de empresas competidoras, la superioridad tecnológica y una regulación deficiente son los caminos que suelen recorrer las empresas para crecer rápidamente en tamaño hasta terminar controlando un sector. El poder excesivo que adquieren acaba impactando de forma dramática sobre los salarios en el conjunto de la economía, y entorpece además la creación de las startups, la innovación y la movilidad de las personas trabajadoras.

Es la tesis de Jan Eeckhout, profesor de Investigación ICREA en el Departamento de Economía y Empresa de la Universidad Pompeu Fabra (UPF), quien sueña con una autoridad mundial centralizada, con más de 30.000 empleados que trabajara para que existiera una competencia real entre las empresas. Esta institución promovería una regulación que, sin dejar de proteger al consumidor, impidiera explotar sus sesgos de comportamiento en detrimento de proveedores y trabajadores. Apostaría por mejores reglas de juego, con información en tiempo real, más que por trocear colosos. Y vetaría, salvo excepciones, las fusiones. Porque, en La paradoja del beneficio, el autor sentencia que la autorregulación no funciona y que las actividades de filantropía de los grandes imperios corporativos no resuelven los problemas que a menudo han contribuido a generar.

Concentración. El poder de mercado está teniendo un impacto dramático sobre el empleo, los salarios y la innovación

 

En un libro provocador, Eeckhout aporta información para demostrar cómo la evolución del empleo —una pérdida brutal de salarios en comparación con el aumento de la productividad, un peso decreciente de las rentas salariales en la economía— a lo largo de las últimas cuatro décadas es fruto del poder de mercado creciente de un puñado de empresas en distintos sectores, con gran protagonismo de los mercados financieros y la banca.

Este libro cuestiona algunas ideas preconcebidas. Como botón de muestra: hoy se crean menos startups que hace unos años, y la desigualdad evoluciona a peor entre empresas. Trabajar en el sector de la alta tecnología puede significar cobrar un sueldo por los suelos, si se trata de asistencia técnica, atención al cliente o instalación de software. Son trabajos subcontratados. 

Combinando datos de investigaciones e historias personales, el autor establece un paralelismo interesante entre los Tiempos modernos de Charles Chaplin y los actuales. El obrero que se deshumaniza en la fábrica, donde nadie valora su educación, en plena Gran Depresión, y que vive peor que sus padres en un momento de productividad al alza, no nos queda tan lejos.

 

 

 

 

La editorial porteña Punto de Encuentro ha recuperado esta obra de culto, publicada inicialmente en 1967, del escritor y periodista francés Jacques Peyroles, que firmaba como Gilles Perrault, sobre La Orquesta Roja, la extraordinaria red de espionaje comunista  que tantos quebraderos de cabeza dio a los nazis durante la II Guerra Mundial. La reedición de este clásico, que se lee como un thriller en la mejor tradición del Nuevo Periodismo, no podía ser más oportuna tras la guerra en Ucrania y los peligros simultáneos de burda manipulación de la historia por parte de los invasores y de tics de rusofobia en algunos sectores parapetados tras la legítima defensa. Pese a su fama, la actual red de espionaje rusa, de la que el mismo Vladímir Putin es un exponente, está muy lejos de la soviética de antaño, que contaba con una fuerza adicional inigualable: la fe en el porvenir de millones ciudadanos del mundo entero dispuestos a unirse a la causa.

Este libro recoge las conversaciones de dos de los pensadores más prestigiosos de la disidencia global, el estadounidense Noam Chomsky, lingüista de tradición libertaria, y el indio Vijay Prashad, historiador marxista, alrededor de algunas de las guerras más emblemáticas libradas por Estados Unidos en el último medio siglo, de Vietnam a Irak, pasando por Afganistán.

 

Ambos intelectuales se muestran muy críticos con la belicosidad de la gran potencia y, sobre todo, con los pretextos que suele construir su aparato de propaganda para enmascarar lo que, en su opinión compartida, son las verdaderas razones de las intervenciones: mantener la supremacía global y un sistema internacional al servicio del poder económico estadounidense. 

 

Aunque abundan  las expresiones gruesas —llegan a comparar EE UU con un “padrino mafioso”—, la catarata de datos y la erudición de la conversación impiden tomarse las conclusiones a la ligera. La charla aporta vitaminas para todas las mentes de espíritu crítico que no se conforman con los relatos oficiales, independientemente de que se acaben compartiendo o no tesis como que EE UU lleva medio siglo en decadencia terminal.