Los efectos sociales de la concentración
Las últimas fusiones acentúan la anomalía española, con un modelo cada vez más dominado por la gran banca sin parangón en Europa que avanza hacia el oligopolio.
Las últimas fusiones acentúan la anomalía española, con un modelo cada vez más dominado por la gran banca sin parangón en Europa que avanza hacia el oligopolio.
La adquisición de Bankia por parte de Caixabank acaba con la banca pública y pone a los consumidores en alerta ante el peligro de que continúen las malas prácticas.
Desde que a las 23.45 horas del 3 de septiembre Caixabank y Bankia dieron a conocer la existencia de conversaciones entre sus consejos de administración para “analizar la fusión entre ambas entidades”, los mercados la dieron por hecha. Y ello pese a que el accionista mayoritario de Bankia, el FROB, indicase en un comunicado inmediato que se había enterado de la operación por la página web de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y que solo la analizaría si esta “culminara en el planteamiento a la Junta de Accionistas de una propuesta de fusión”.
El Instituto de Crédito Oficial es el último reducto de un modelo público que fue desmantelado, pero ya no cuenta con las mismas herramientas que sus pares europeos. Y las necesitamos.
La confrontación ideológica y el fracaso de las cajas de ahorros han dificultado un debate serio, pero ahora la pandemia lo ha convertido en ineludible.
Los planes para privatizar el banco son inviables, pero podría convertirse en una entidad muy profesional con servicios básicos en todo el territorio.
Las entidades propiedad de los Estados se han convertido en la palanca fundamental de la reactivación de la economía europea.
Debemos replantearnos la privatización de Bankia, pues una entidad competitiva, sólida y responsable bajo control público sería más rentable económica y socialmente.
Continuidad: Román Escolano toma las riendas de la economía en un momento de parálisis gubernamental. Se auguran pocos cambios.
La debacle del Banco Popular, con sus más de 300.000 perjudicados que han perdido todo su dinero, nos lleva a evocar la estafa de la salida a bolsa de Bankia en 2010. Una operación que atrapó a 347.000 accionistas, la inmensa mayoría ahorradores de las antiguas cajas de ahorros.
En los últimos meses se han sucedido varias resoluciones judiciales del Tribunal Supremo y del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) de Luxemburgo, que suponen un serio varapalo a los abusos bancarios. La última resolución del Tribunal Supremo del pasado 15 de febrero acordó la la retroactividad total de la nulidad de las cláusulas suelo.
Interrogante: El aplazamiento de la venta de los bancos nacionalizados durante la crisis desata especulaciones.
El pasado día 3 de octubre se celebró el segundo Día de la Educación Financiera, promovido por el Banco de España y la Comisión Nacional del Mercado de Valores, (CNMV). De entrada hay que decir que todo lo que sea aumentar la educación de los ciudadanos es sin duda positivo. En el (...)
La prolongada rebaja de los tipos de interés promovida por los bancos centrales hasta situarse en tasas negativas mantiene a la banca española en una situación muy crítica. Los analistas ven muy difícil que el negocio bancario pueda funcionar con márgenes cada vez más estrechos.
En un escueto comunicado de cuatro párrafos el FROB anunció esta semana un plan para poner en marcha la fusión de Bankia y BMN las dos entidades públicas que quedan tras el rescate bancario. Bankia tiene unos activos de unos 200.000 millones de euros, cinco veces más que BMN.
Justicia: Bankia ha sido sancionada por el sufrimiento psicológico causado por la venta de participaciones preferentes.
Justicia: Los pequeños ahorradores ganan el pulso a uno de los gigantes financieros del país tras las sentencias del Tribunal Supremo.
La reciente decisión de Bankia de reembolsar el dinero a los cientos de miles de ahorradores a quienes defraudó en su salida a Bolsa se ha presentado por el banco como un “proceso positivo” para “devolver el dinero de forma ágil, rápida, sencilla, gratuita y con total seguridad a los inversores minoristas”.
Las ayudas del Estado a la banca que no se ha recuperado ascienden a 46.000 millones de euros, un 4,4% del PIB. Es una mochila muy pesada que está aplastando a la economía española
Propuesta: Arrecian las peticiones para que la entidad se quede en manos del Estado y dé crédito a las pymes y los particulares que lo necesiten.
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