La deuda privada tiene la culpa
Keen desarrolla en este libro las tesis de Minsky, quien advirtió de que el capitalismo es inherentemente débil y proclive a 'booms' y depresiones.
Keen desarrolla en este libro las tesis de Minsky, quien advirtió de que el capitalismo es inherentemente débil y proclive a 'booms' y depresiones.
“¡Lo único que hay que hacer es anular las deudas!” Entre las numerosas ideas que se debaten para superar la crisis actual, surge con regularidad la de la anulación de las deudas públicas y privadas. Evidentemente, en algunos casos habrá que pasar por ello, pero es una herramienta muy delicada.
Los gobiernos europeos se han apresurado a apoyar a las empresas facilitando préstamos, pagos de cotizaciones o ayudas, según los casos. Se habla mucho de endeudamiento público, pero el privado es más elevado aún, salvo en Grecia e Italia. Irlanda, el caso más grave, digiere aún la crisis financiera. Las compañías menos endeudadas tendrán mayor capacidad de encajar el golpe.
La sentencia del Tribunal Supremo del pasado 11 de septiembre sobre las ejecuciones hipotecarias y desahucios contra todas las apariencias, es menos beneficiosa para los consumidores que las soluciones que habían adoptado unos meses antes seis Audiencias Provinciales y varios juzgados de primera instancia interpretando la sentencia del TJUE del 26 de marzo de 2019.
No se engañe: el término no se ha acuñado pensando en su abuela, que le quiere tanto y le salvó aquella vez en que estaba tan endeudado que podían desahuciarle. Y mucho menos en la Mafia, que le prestó dinero cuando nadie quería hacerlo, pero que a cambio le impone un interés prohibitivo del 100% mensual y le amenaza con cortarle la mano derecha si no paga un plazo.
Hace tiempo hablamos aquí de la prima de riesgo. Se trata de un concepto fácil: cuanto más pobre o endeudado está alguien, más caro se le presta el dinero. El acreedor trata de compensar con unos intereses altos el peligro de no recuperar el crédito. La cosa tiene su lógica.
Cuanto más se financian los bancos, mayor colchón en caso de crisis. Pedir a la banca que guarde más capital fortalece la estabilidad financiera. Un estudio del Banco de Pagos Internacionales (BPI) muestra que, cuanto más capital tienen los bancos, más créditos dan.
Tasas bajo cero: Algunos inversores aceptan perder algunas décimas porcentuales de su capital para preservar el resto mientras pasa la tormenta.
Remedio: El Banco Central Europeo podría financiar a los hogares y algunas inversiones de forma directa. Quizá sería una medida eficaz, pero poco democrática.
La Navidad, como todo, tiene una concisa definición económica: es la época en que se compran los regalos de este año y se paga con dinero del año próximo. Eso supone deuda, queridos amigos.
España: la PAH impulsa una batería de acciones para que el nuevo paisaje político refuerce el derecho a la vivienda
El lector perspicaz habrá percibido ya que la economía mundial no marcha del todo bien. Tal vez el lector haya llegado a intuir, incluso, las dos cuerdas que forman el nudo que nos ahoga: la cuerda de la deuda excesiva y la cuerda del crecimiento escaso.
En un momento en que el número de parados de larga duración supera en Francia los 2,3 millones, la timidez de la recuperación exige medidas alternativas para lanzar el empleo. Esta es la idea que ha llevado a Laurent Grandguillaume, diputado del Partido Socialista (...)
La explicación más completa y comprensible de la crisis financiera con elevado rigor.
Elección: Existen cinco modos de disminuir un endeudamiento público excesivo, pero las consecuencias de seguir un camino u otro son totalmente distintas.
Finanzas públicas: En el mundo aparecen nuevos polos de endeudamiento, tanto en las economías emergentes como entre los países desarrollados.
El intento de rescatar las carreteras de pago se estrella contra las reticencias de los bancos.
Se ha rescatado del cajón de la historia el Acuerdo de Londres sobre Deuda de 1953, por el que se perdonó a Alemania más de la mitad de su deuda nacional, regional, municipal y privada. Se entiende la referencia a dicho Acuerdo para hacer ver (...)
Deber o crecer La economía española ha de devolver 3,3 billones. Más de 1 billón lo arrastramos entre todos
Siete años después de que estallara la debacle financiera que ha ocasionado la Gran Recesión económica con una masiva destrucción de empleo, la crisis continúa agravando las condiciones de vida de una parte creciente de los españoles. Los bancos causantes del desastre permanecen tocados o zombis, como se dice ahora. Aunque han vuelto a los beneficios, siguen recortando el crédito y creando dificultades a las empresas. A pesar de que se ha iniciado una lenta recuperación de empleo de baja calidad, siguen aumentando sin cesar la desigualdad y la pobreza, que ya alcanza al 28,2% de la población en España.
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