Riesgo // Refugiados, sin agua ni espacio
Las condiciones en las que viven quienes han huido de la guerra y la miseria hacen muy difícil aplicar las medidas higiénicas y el distanciamiento social recomendados frente a la covid-19.
Las condiciones en las que viven quienes han huido de la guerra y la miseria hacen muy difícil aplicar las medidas higiénicas y el distanciamiento social recomendados frente a la covid-19.
La covid-19 es el ejemplo más reciente de cómo las enfermedades se expanden por la presión de los seres humanos sobre el entorno.
El Centro Delàs de Estudios por la Paz denuncia que España destinó 55 millones de euros diarios a la compra de material bélico en 2019.
Solo tres corporaciones aprueban en el reputado ‘ránking’ del Observatorio de Responsabilidad Social Corporativa, que analiza el cumplimiento de la ley de información no financiera.
Algunos economistas proponen abonar 1.000 euros en la cuenta bancaria de cada europeo para hacer frente a la crisis. Es una idea seductora que, sin embargo, plantea muchos interrogantes.
El acuerdo de recuperación entre Alemania y Francia supone un salto cualitativo en la construcción europea porque mutualiza la deuda.
Lo digital y lo político están cada vez más mezclados. La cuestión a dirimir es si la sociedad tendrá que adaptarse a las condiciones que impongan los gigantes de la red.
Mucha gente hablando, gritando o cantando en un lugar cerrado y mal ventilado es el entorno ideal para que se propague la infección.
Es el porcentaje del producto interior bruto (PIB) al que equivaldrá la deuda que tendrá España como consecuencia de las medidas para hacer frente a la pandemia de covid-19, según el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Los últimos datos sobre comercio electrónico en España, que aún no recogen el impacto del confinamiento, reflejan otro aumento (el 23,5%). El estado de alarma, con la mayoría de tiendas cerradas, ha hecho de la compra online una válvula de escape para el comercio.
EE UU ha congelado sus contribuciones a la Organización Mundial de la Salud (OMS) en plena pandemia. La OMS se financia con donaciones obligatorias de países (950 millones de dólares en 2019), y voluntarias, también privadas, para investigar temas (4.300 millones). La Fundación Bill y Melinda Gates aumentará su donación.
Habrá que esperar al menos hasta 2022 para volver a los niveles de actividad y empleo previos a la emergencia sanitaria.
Más ansiedad y depresiones son algunas consecuencias del confinamiento sobre las que advierten los psicólogos.
La sensación de que la vida está en otra parte se intensifica, imaginada a través de un cristal. Al otro lado, los taxis viven un hundimiento de ingresos; también.
Las emisiones mundiales de CO2 bajarán este año entre 2 y 10 veces más que tras la crisis financiera de 2008. Pero, ¿y después?
Refugiarnos en las redes nos hace potencialmente más vulnerables en lo personal y en lo social.
Los acontecimientos catastróficos e imprevisibles ponen a prueba la capacidad que tiene lo político de protegerse contra amenazas desconocidas. Sin embargo, existen algunas defensas.
Naciones Unidas advierte de que los sectores más desfavorecidos de la población afrontan dramáticas consecuencias en todo el mundo.
Los demócratas se reagrupan alrededor de Biden, pero sufren para forjar una alternativa ganadora a Trump pese a su caótica gestión de la covid-19.
La falta de política industrial y los recortes en sanidad pública pasan factura a la UE, donde cada país ha actuado por su lado.
Los países ricos se resisten a ir más allá de la concesión de préstamos.
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