La guerra, un negocio privatizado
Cada vez más gobiernos y grupos armados recurren a mercenarios para derrotar a sus enemigos. Libia se ha convertido en epicentro de una actividad que mueve un billón de euros al año.
Cada vez más gobiernos y grupos armados recurren a mercenarios para derrotar a sus enemigos. Libia se ha convertido en epicentro de una actividad que mueve un billón de euros al año.
Tras décadas de intenso progreso económico, la potencia asiática se enfrenta a unos niveles de desempleo históricos. El daño de la epidemia de coronavirus amenaza con socavar la estabilidad social y el control del poder por parte del Partido Comunista.
Ni el Gobierno, ni los trabajadores y trabajadoras, ni la mayor parte del mundo cooperativo piensan que sea posible hacerlo en una empresa como Nissan.
La nueva ayuda estatal, que satisface a la UE, se abre paso con el reto de lograr la inclusión laboral de quienes la cobren y la incógnita de qué harán las autonomías con sus propias rentas.
Alemania asume la presidencia rotatoria de la Unión en el momento clave para superar la crisis.
Muchas causas se conjugaron para desencadenar la tragedia. Buscar uno u otro culpable sirve de poco para evitar que se repita.
Las condiciones en las que viven quienes han huido de la guerra y la miseria hacen muy difícil aplicar las medidas higiénicas y el distanciamiento social recomendados frente a la covid-19.
La covid-19 es el ejemplo más reciente de cómo las enfermedades se expanden por la presión de los seres humanos sobre el entorno.
El Centro Delàs de Estudios por la Paz denuncia que España destinó 55 millones de euros diarios a la compra de material bélico en 2019.
Solo tres corporaciones aprueban en el reputado ‘ránking’ del Observatorio de Responsabilidad Social Corporativa, que analiza el cumplimiento de la ley de información no financiera.
Algunos economistas proponen abonar 1.000 euros en la cuenta bancaria de cada europeo para hacer frente a la crisis. Es una idea seductora que, sin embargo, plantea muchos interrogantes.
El acuerdo de recuperación entre Alemania y Francia supone un salto cualitativo en la construcción europea porque mutualiza la deuda.
Lo digital y lo político están cada vez más mezclados. La cuestión a dirimir es si la sociedad tendrá que adaptarse a las condiciones que impongan los gigantes de la red.
Mucha gente hablando, gritando o cantando en un lugar cerrado y mal ventilado es el entorno ideal para que se propague la infección.
Las emisiones mundiales de CO2 bajarán este año entre 2 y 10 veces más que tras la crisis financiera de 2008. Pero, ¿y después?
Refugiarnos en las redes nos hace potencialmente más vulnerables en lo personal y en lo social.
Los acontecimientos catastróficos e imprevisibles ponen a prueba la capacidad que tiene lo político de protegerse contra amenazas desconocidas. Sin embargo, existen algunas defensas.
Naciones Unidas advierte de que los sectores más desfavorecidos de la población afrontan dramáticas consecuencias en todo el mundo.
Los demócratas se reagrupan alrededor de Biden, pero sufren para forjar una alternativa ganadora a Trump pese a su caótica gestión de la covid-19.
La falta de política industrial y los recortes en sanidad pública pasan factura a la UE, donde cada país ha actuado por su lado.
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